El sábado lo publicaba Pere Rostoll en Levante e Información, desde entonces muchos nos miramos, tanteamos, preguntamos… ¿Qué va a hacer Andrés Martínez?.
Andrés sabe navegar en aguas turbulentas aunque sea natural de secano y reclame dulces cauces fluviales. A esa forma de decir un poco más de lo justo pero sin que a uno le caiga el chaparrón se le llama “nadar y guardar la ropa”. Y mira que Andrés lo ha sabido hacer bien.
Martínez es un arquetipo de candidato, al menos en su acepción originaria. Candidato es el puro, el limpio, el albo. Proviene del latinajo candidatus, “vestido de blanco”, y se refiere a los postulantes a cargos romanos que debían lucir togas impolutas. Ante los electores los pretendientes posaban con los ropajes abiertos para que la gente pudiera ver sus cicatrices y así comprobar la sinceridad de su valentía. Aún sin realizar ningún strip-tease Andrés Martínez es la “gran esperanza blanca” del PP local.
Pero a Martínez necesitamos verle las carnes y si es candidato deberá mostrarlas. Clara es su postura referida al trasvase, pero ¿qué piensa de un plan de cierre de pozos?, ¿cuál es su opinión sobre lo que hay que hacer con la Plaza de Toros?, ¿ soterramiento o alejamiento?, ¿qué postura mantendría ante la construcción de campos de golf?. Si Andrés deviene en animal político tendría que empezar a mojarse.
El presidente de la Junta Central de Usuarios, además de estupendas carlotas, nabos y chirivías, atesora en su patrimonio personal algunas cualidades que al PP le han hecho la boca agua: identidad y buena imagen. Martínez ha sabido mantener dentro de nuestro pueblo la identificación entre trasvase y Villena y se ha esforzado en pregonar hasta ahora eso de que “el agua no tiene color”, referido al tinte político. Ambas circunstancias provienen de una concatenación: los intereses personales del presidente son los mismos que los de su comunidad de regantes y éstos se han identificado con los del pueblo del que provienen.
Por eso se valora que anteponga las voces de su junta a los cantos de sirena, aunque ciertamente ahora todo se va a interpretar en polifonía. Después de saltar la liebre y tratar de dejar claro que primero el agua y luego la candidatura, Andrés Martínez ha manifestado que la Junta Central de Usuarios está dispuesta a renunciar al trasvase desde Cortes a cambio de que Medio Ambiente acepte coger el agua en el azud de Antella.
Un anuncio tan consciente debería haber sido esta semana portada de los diarios y radios villenenses: si el trasvase se hace desde 30 km. más arriba del azud de la Marquesa los regantes firmarían “mañana mismo el nuevo convenio” . Propuestas, por fin, aunque sea a 15 días de la adjudicación. Pero la doble calidad de presidente de Regantes y pretendido candidato enrevesa las noticias y las ofertas, todo se mide y sopesa dos veces, demasiada gresca acumulada como para ahora sumarle más ingredientes.
Por eso, precisamente por eso, es necesario que Andrés vuelva a la senda de la independencia y la credibilidad aclarando de una vez por todas sus intenciones respecto a lo que le proponen. Y vaya por delante que septiembre parece demasiado lejano, estos meses, una vez publicada la Declaración de Impacto Ambiental del Jucar-Vinalopó y cercana la adjudicación, son fundamentales para una negociación que lo último que necesita es gasolina política.
Por último un comentario para parroquianos: ¡leches, que mal anda el PP de Villena!. Una filtración interesada, un globo sonda, y las costuras han saltado por los aires. Directivos que se enteran por la prensa y foristas-forofos entusiasmados con la noticia y defraudados con los desmentidos demuestran la escasa confianza en los suyos y la facilidad con la que se traspasa el negocio que se ha trabajado durante años.
Eso se llama tener el enemigo en casa y a ellos habría que decirles algo que aprendimos el miércoles: por mucho Shevchenko en la punta, si detrás no hay un buen equipo confiado en sí mismo, lo mismo te cae una paneá.
16 junio 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario