30 octubre 2006

Carmina Burana: se esperaba algo más

La ventaja de interpretar una obra tan conocida como el Carmina Burana de Carl Orff radica en ser conocida por muchos. El problema: que algunos llegamos a través de grabaciones canónicas, grandes orquestas y mayestáticas corales que levantan el subwoofer.

El Chapí estuvo de nuevo repleto, lo que nos habla del acierto de la programación y el día elegido. No en vano el plantel era barroco: doscientas personas en escena, ochenta pertenecientes a la orquesta filarmónica de la Universitat de Valencia, un centenar al orfeón Navarro Reverter y la contribución del coro de voces blancas de la Coral Ambosio Cotes, una nota local que estuvo a la altura.

El adjetivo “sinfónica” acompaña a aquellas orquestas que, constituidas por un total aproximado de cien instrumentistas y en las que predomina la cuerda, están completadas por el piano e incluso el órgano. Por su parte el epíteto de “filarmónica” viene simplemente a determinar su carácter de “amante de la música”, no obstante el adjetivo también hace referencia al origen del grupo, como es el caso del que participó el sábado, compuesto por melómanos que muchas veces actúan de manera altruista.

Cristóbal Soler, director del joven grupo, decidió no arriesgar en composición y si en ejecución, atreviéndose así con el popular Carmina Burana, las cantatas compuestas en 1937 por Carl Orff que han sido ampliamente difundidas por el cine y la publicidad. Del reto los valencianos salieron victoriosos, pero sin un buen botín.

Carmina Burana

El cancionero de Benediktbeuern, conocido también con el nombre de Carmina Burana -carmina, del latín carmen, canto; y burana, por el lugar donde se encontró- consiste en una serie de composiciones poéticas medievales que fueron recopiladas a principios del siglo XIII en un monasterio bávaro cercano a Munich. El códice engloba alrededor de trescientas obras escritas en latín, aunque también podemos encontrar algunos poemas, los menos, en alemán.

Los expertos atribuyen la autoría de este cancionero a los goliardos, estudiantes o clérigos errantes que deambularon por tierras galas, inglesas y germanas. A pesar de que la mayoría de las composiciones son anónimas, algunas piezas se encontraron en otros cancioneros contemporáneos, como los del Arcipreste de Hita, Pedro Blois y GaItero de Chétillon.

Aquellos vagabundos, que se decían seguidores de un supuesto obispo Golias, escribían poemas satíricos en los que arremetían contra la figura del Papa y la Iglesia o el poder de dinero. Otros cánticos ensalzaban la vida en las tabernas y cantinas, como puede comprobarse en “In taberna quando sumus”, o el ocio y el amor –“Mittamus studia”-. En ocasiones, los goliardos retocaban los textos litúrgicos, que transformaban en himnos lúdicos o en invocación dirigida a la fortuna. Con todo ello el compositor alemán Carl Orff compuso la obra sinfónica celebradora de la vida y la emoción que pudimos disfrutar el sábado.

Ejecución

Con semejante sentido celebrativo es curiosa la pátina grandilocuente con la que normalmente se aborda esta composición, error en el que también cayó el montaje del día 28. Sólo así se puede entender la declamación grave y solemne del narrador Juan José Prats. Entérense de una vez: los monjes goliardos escribieron cantos de fiestas y celebración, exaltadores del vino y los placeres y, por lo tanto, alejados de la reclusión religiosa. Abórdenlo así y darán sentido a la fiesta.

Eso sí, sin olvidar (y ahí está la dificultad), que se trata de una celebración altiva, coral y atronadora. Por eso el Carmina Burana hay que interpretarlo con muchos medios y grandes voces, algo que se programó en el Chapí pero que no resultó del todo.

Soler guió una interpretación correcta pero escasamente emotiva: se advertía el miedo al fallo. La partitura se interpretó sin problema alguno pero también sin la necesaria continuidad. Uno podía leer -junto a los ejecutantes-: ahora cuerda, luego viento, que suene la percusión. Evidentemente hablamos de una orquesta de estudiantes, sin duda mejorará con el tiempo puesto que en su atrevimiento está el valor, pero también hay que señalar sus carencias adolescentes al mismo tiempo que celebrar que tengan la oportunidad de actuar en lugares como el Teatro Chapí.

Eso sí, el orfeón merece menos duda. Desconozco la trayectoria del Navarro Reverter, pero lo cierto es que faltaron tenores, imprescindibles para elevar los decibelios del Carmina Burana. La primera interpretación del “O Fortuna” se hizo a medio gas y fueron necesarias tres composiciones más para calentar las gargantas. Carlos López, barítono, estuvo correcto pero quizás hubiese hecho falta un tenor; en el caso de la soprano Fuensanta Morcilla poco que replicar, estuvo soberbia y vital.

El público del Chapí supo comportarse, aguantó el aplauso para el final, sin interrumpir una ejecución que en otras circunstancias se hubiese parado para las palmas agradecidas pero ignorantes del ritmo necesario. De esa manera llegó la estupenda parte final del concierto en la que director, músicos y voces se encontraron y ofrecieron lo esperado: ¡Qué bien se cantó el último O Fortuna!, ¡qué regalo inesperado, todavía más sabroso por ansiado!. Finalmente consiguieron conquistarnos y así se lo supimos agradecer. Eso sí, falta alguna nos hacía un bis
con exactamente la misma pieza.

27 octubre 2006

Prefiero candidatos feos

Si me preguntasen cómo deseo que sean las candidaturas para las próximas elecciones respondería que integradas por gentes capaces de analizar finamente la realidad, fieles proponedores de soluciones y hábiles conseguidores de acuerdos. Ah, puestos a soñar, que no sean un Adonis o una poderosa Afrodita.

En el oasis catalán se viven días de campaña, allí los partidos afinan estrategias y cambios de imagen. Quizás el candidato que más tiene que trabajar es Montilla (José, que no Paco): se le conoce poco y habla menos. Es un tío que ni fú ni fá y poca cosa le define. Es charnego pero parla català, es de origen cordobés pero buen alcalde de Cornellá, fue ministro de industria española pero ejerció como embajador de la Generalitat.

Con esta amalgama los gabinetes de comunicación tratan de hacer del defecto virtud: parco en palabras es el tío reflexivo, desconocimiento de su labor es el callado preámbulo de los éxitos, carecer de entusiastas seguidores es síntoma de independencia,… Compromís, gestió, experiència i feina: Montilla.

Dirán que lo tiene difícil para ofrecer su perfil bueno, pero es que se le exige demasiado. Demasiédemasié para lo que sería deseable. Queremos que los candidatos sean carismáticos, elocuentes, resolutivos, conciliadores, sinceros, altos y guapos. Desde luego eso no es un ser humano, es un Mesías salvador y además arrastra dos problemas democráticos: confía todo en una sola persona (algo indeseable que ya pasó en tiempos no muy lejanos) y además siempre se piensa en un hombre. Al final volveré sobre las candidatas.

La importancia de la imagen

Sobre estas cosas leía palabras sarcásticas a Vicente Verdú. El ilicitano se refería a la importancia política de la mata de pelo: “desde Eisenhower, no ha habido en Estados Unidos un presidente calvo, y a quien mostró entradas pronunciadas le fue también bastante mal. FordCarter son ejemplos de líderes norteamericanos que ensombrecieron al país y sólo la llegada del melenudo Ronald Reagan enderezó la marcha de las cosas. John Kennedy no disfrutaría de su larga y mítica veneración sin la espectacular onda en el flequillo, y Che Guevara, en su estilo, lo mismo”.

El poder de la imagen suma demasiado en política. Aquello de “por sus hechos los conoceréis” ha quedado sólo en cita bíblica irrelevante ante el poderío mediático. De acuerdo en que es fundamental saber comunicar, también es común que hablar bien en público sea correspondiente en el tú a tú, pero no debe ser el único criterio. Trabajo constante, incluso callado; elevar la voz para anunciar y agradecer, y no tanto para atacar —aunque sea jaleado por “los suyos”— es lo deseable. Más hormiga y menos halcón.

Digo todo esto porque conozco alguna cosa, alguna, sobre las listas que en este pueblo se están fraguando y a mí me resultan bastante atractivas por renovadas y competentes, aunque seguro defraudarán a más de uno que espera un duelo fratricida de primeras vedettes ante los micrófonos y las cámaras.

Se trata de candidaturas algo feuchas para el circo mediático que, sin duda, desearía personalidades más deslumbrantes. Es más, estoy seguro que algunos se sentirán defraudados al saber que durante los próximos cuatro años una mujer tranquila será la primera autoridad de nuestra ciudad, que estas serán unas elecciones de transición y que Andrés Martínez no será el candidato del PP, aún a pesar de que los populares valencianos hayan encargado esa encuesta que por teléfono insiste en darnos a elegir entre Celia y él mismo. El presidente de los regantes reitera que no es este el momento ni las circunstancias.


PD. Dato para observadores: el que va lanzado también puede pasarse de vueltas y quemar el motor antes de llegar a la meta. Incluso es posible que más bien sea probador en los entrenamientos y no tanto piloto oficial.

Mauro Hernández: el Tesoro más importante de Villena es Soler

El Museo de la Universidad de Alicante alberga hasta el próximo 30 de octubre la exposición vital sobre José María Soler. Mauro Hernández, director del MUA y colaborador con Soler, ha repasado con nosotros algunas de las vivencias del arqueólogo, especialmente emotivas en lo referido a la Guerra Civil, el largo tiempo de trabajo reservado y los años finales de reconocimiento.

Nos encontramos con Mauro Hernández en su despacho del Museo de Universidad de Alicante, el moderno edificio ideado por Alfredo Payá que alberga exposiciones que van desde la vanguardia artística al legado en imágenes de José María Soler. El catedrático de prehistoria habla del arqueólogo como si fuera ayer, y no diez años ya, cuando Soler desapareció. Sus estudios y publicaciones marcaron un hito en la historiografía y es difícil abstraerse de la personalidad de un estudioso que logró recopilar la historia de todos los periodos de su pueblo.

Mauro, ¿Cuándo conociste a José María Soler?

La primera vez fue en 1971, cuando todavía no pensaba en quedarme en Alicante, entonces era profesor en La Laguna y visitaba los yacimientos de la zona: llegué al Ayuntamiento y en diez minutos Soler nos estaba enseñando el museo. En 1979 me incorporé a la Universidad de Alicante y pudimos labrar una amistad que se consolidó a lo largo del tiempo. Fue entonces cuando emprendimos algunos proyectos comunes: las excavaciones del Cabezo Redondo y el rescate de algunos manuscritos que Soler no había podido publicar. Durante todos los veranos mantuvo un estrecho contacto con las excavaciones, tados las jornadas venía hasta el mediodía, incluso cuando se quedó ciego. Lo cierto es que poco a poco fue sincerando cosas reservadas sobre su vida, en particular lo referido a la Guerra Civil, pero de manera mucho más alegre recordaba aquellas reuniones y comidas en las que participó, como la refundación de los Estudiantes y su paso por los Filomenos.

Soler ofrecía una imagen reservada, pero no correspondía con la realidad…

Cierto, daba un primera impresión de persona reservada, quizá por los años que le tocó vivir. Sólo cuando tenía confianza hablaba de determinadas cosas, pero en realidad era muy irónico, profundamente amigo de sus amigos e incluso no demostraba que tenía enemigos, que evidentemente los tendría, sólo lo pagaba con la indeferencia. Además con la gente joven era muy cercano: en las excavaciones encontró a los alumnos que echaba en falta. Con ellos hablaba de todo lo que ocupa la vida humana: música, actualidad, etc.

Lo cierto es que los intereses de Soler eran eclécticos, desde la arqueología al folclore, siempre con el nexo de unión de Villena…

Era un erudito del s.XIX trasladado al XX. Todo formaba un completo: era un excelente arqueólogo y una excelente persona, pero también un profesional del folclore, la música y, sobre todo, las ganas de vivir. Tanto disfrutaba trabajando que incluso decía que se perdía mucho tiempo durmiendo. Además ya hemos dicho que se entendía muy bien con los jóvenes, incluso mejor que con los mayores.

¿No crees que esa pasión por la investigación impidió el desarrollo de cierta vida personal?

En una vida como la suya es muy difícil plantearse cómo hubiese sido. Muchas de las circunstancias le vinieron dadas: una familia acomodada, el trauma de la guerra, que lo paseen por el pueblo y lo encarcelen,… todo ello crea en él una reserva que le lleva a volcarse en la investigación. Pero además contó con una persona admirable que le facilitó todo: su hermana Consuelo, que se volcó en él. Además luego encontró en Anita y sus hijos su sucesión familiar. Desde luego Soler no tenía conciencia de haber renunciado a nada.

Y en lo referido a sus investigaciones, ¿podemos decir que tuviera discípulos?

Hoy es muy difícil hablar de maestros y escuelas, pero lo cierto es que Soler creó una manera de trabajar y una forma de tratar la historia de Villena. Era un historiador local, pero como dice Fontana, no era localista: sus estudios le permitirán proyectarse hacia la historia general.

En los 80 llegan los reconocimientos y la Universidad de Alicante le nombra Doctor Honoris Causa, ¿echó en falta una mayor relación con el mundo académico?:

Realmente nunca tuvo posibilidad de estudiar en la universidad, pero a través de sus excavaciones pudo establecer vínculos con el mundo universitario y, sobre todo, con personas de Villena con las que podía hablar de tú a tú. Es el caso de la relación, casi entre hermanos, que tuvo con Alfredo Rojas, al que le unían las mismas inquietudes intelectuales y el amor por Villena. Además los últimos años de su vida fueron muy felices, fue en los que obtuvo reconocimiento y pudo publicar mucho de lo que había trabajado calladamente.

¿Qué hubiese sido de Soler sin vivir en Villena o sin encontrar el Tesoro?

Hubiese sido el mismo e igual de importante. Soler hace algo único: reconstruye la historia de su pueblo desde la prehistoria más remota hasta las excavaciones urbanas, como las del Castillo, que hasta ese momento no se hacían. Sin el tesoro sus investigaciones no habrían tenido tanta repercusión popular, pero sí en la arqueología o la historiografía general.

Antes de la guerra, Soler militó en Izquierda Republicana. Al llegar de nuevo la democracia, ¿por qué no participó en la política activa?

Lo cierto es que tuvo ofrecimientos de determinados partidos políticos para que participara activamente en las primeras elecciones democráticas, pero él ya tenía su vida y consideraba que debía dedicarse a la investigación y al trabajo en el campo o el archivo. En definitiva, no se sintió tentado pero sí que le tentaron. Eso sí, la actualidad política le interesaba mucho, estaba al día, era un constante oidor de radio y participó en el consejo asesor de arqueología de la naciente autonomía valenciana, pero por su propia trayectoria vital quiso olvidar su pasado. Yo he pensado mucho sobre esto y creo que estuvo mucho tiempo sin hablar de cuestiones de la guerra, sólo en los últimos años comenzó a decir algo, aún a pesar de que le tirábamos con frecuencia. Sólo al final, cuando redactó sus apuntes autobiográficos –que publicó Alfredo Rojas y que están en la red–, se permitió decir algo más.

Quizás el Museo Arqueológico sea su principal legado…

…no olvidemos que hay tres legados importantísimos: el museo y todo su contenido, la recuperación de tantos documentos históricos y la donación de su gran colección de libros, discos y documentos. Soler logró en una circunstancias dificilísimas que Villena no perdiera su Tesoro, editó una Historia de Villena que nadie podrá volver a hacer y fundamentó con su colección la Fundación que lleva su nombre. Son tres patas de algo que debemos valorar conscientemente: el más importante tesoro de Villena es tener a Soler.

Y ¿cómo contemplas la construcción del nuevo museo en la Electro-Harinera?

Yo, por mis vínculos con Villena y el recuerdo a Soler, tendré toda la intervención que me pidan pero naturalmente no me meteré en aquello que atañe a otros. Eso sí, con la dirección del Museo Arqueológico y con el propio Ayuntamiento hemos hablado de la conveniencia de crear un gran museo de la Ciudad de Villena que contenga distintas salas: el legado arqueológico de José María Soler, el etnológico de Jerónimo Férriz y el artístico de Navarro Santafé. Villena es una ciudad que no puede permitirse distintas colecciones repartidas por la ciudad y sí un gran complejo museístico, para el que se cuenta con un edificio idóneo.

¿Qué crees que Soler no pudo completar o publicar al final de su vida?

Con la llegada de la democracia a muchas personas que hasta ese momento habían tenido miedo a significarse llegó el reconocimiento. Es a partir de la Transición cuando Soler puede publicar mucho de lo que había investigado y al final de su vida completa obras muy importantes para él, como es el caso del Diccionario Villenero o la Historia de Villena. Quizás sólo le hubiese faltado reeditar la Relación de Villena. Por otro lado lo que nos queda es apoyar decididamente su Fundación, lograr que sea un centro vivo en su recuerdo, en parte porque la vida avanza y personajes como Soler no pueden ser prehistoria para los más jóvenes.

20 octubre 2006

Susceptibilidades

Hasta hace apenas diez minutos, aquí había un acerado e incisivo texto que analizaba de forma certera la sociedad occidental contemporánea, en especial los problemas políticos, sociales y económicos de Villena y Europa (en ese orden de importancia). Como es natural, proponía soluciones inteligentes aunque sin duda arriesgadas.


Sin embargo, me he visto obligado a retirar el texto, ante la comprensible e inteligente presión de distintos grupos y personas. Enumero algunos de los motivos que me han llevado a plegarme a las razones (y a alguna que otra amenaza) de mis lectores:

  • Aludía a Marugán sin meterme con él, incluso hablaba en términos elogiosos de Cristina Narbona.


  • Recordaba que en los últimos días, aprovechando una polémica mundial, las fiestas de Villena no han salido en ningún periódico o tele nacional mientras que sí lo han hecho las de Bocairent, Beneixama o La Vila Joiosa.


  • Invitaba a Félix Herrero, imán de la mezquita de Málaga, a visitar nuestras fiestas.


  • Reivindicaba que Zapatero es mucho más avispado y taimado de lo que parece.


  • Dirigía palabras poco amables a algunos vecinos de pro participantes sólo en las corrientes de un lado del Vinalopó.


  • Lo hacía además en catalán.


  • Rogaba por favor que un forero dejara de atormentarnos con su prosa pastosa y egocéntrica. Sugería que alguien le diera una oportunidad en televisión.


  • Elogiaba a Antonio Pastor.


  • Me hacía eco de ciertos rumores referidos a Vicente Rodes. Sí, esos rumores.


  • Me metía donde no me llaman y solicitaba la clausura de todos los puticlubs del Vinalopó, incluidos los de platino o pedestres con pinta de castillo. También pedía la encarcelación de los propietarios y el escarnio público de los clientes. Eso sí, hablaba de oídas.


  • Ofendía a la monarquía española en los mismos términos que lo hace El Mundo.


  • Defendía que el islamismo radical es el perpetrador de los atentados del 11M y que no había conexión con el terrorismo vasco en los mismos términos que lo hace el ABC.


  • Insinuaba, pero de pasada, casi sin notarse, que había que plantearse el papel de La Mahoma en nuestras Fiestas.


  • Encontraba alguna razón para contemplar con fe, esperanza y algo de caridad (que no necesitan) el Estatut catalán.


  • Hablaba de un señor llamado Israel. Me refería a él como "sólo un conocido, no un amigo", cosa que llevaba a un lector a afirmar: "Si eso no es antisemitismo, no sé qué puede serlo".


  • Aseguraba que Aquí hay Tomate es un programa entretenidísimo.


  • Insinuaba que Andrés Martínez no es perfecto y que una vez, sólo una, una carlota suya estaba rancia.


  • Hablaba de tetas y culos, pero sólo en términos carnales y voluptuosos, sin valorar la esencia personal y casi cayendo en la utilización banal del cuerpo.


  • Usaba la expresión "la ocasión la pintan calva", soliviantando a la Sociedad Democrática de Alopécicos.


  • Dedicaba elogios (contenidos) a Estados Unidos.


  • Me cagaba, literalmente, en tooooodos esos "festeros" que lo son del 4 al 9.


  • Recriminaba que el PP de Villena, alguna vez, no está en la onda.


  • Y todo ello mencionando sólo aquellas cositas que se pueden decir en este pueblo sin que hayan heridos de gravedad, la otra lista la tengo a buen recaudo. Ante tanto tema con el que es necesario cogérsela con papel de fumar sólo me queda ir copypasteando ideas de otros... y de vez en cuando alguna mía.

    16 octubre 2006

    Lorena Amorós: "los que hacemos figuración somos cuatro gatos"

    La Casa de la Cultura inauguró el pasado viernes la exposición “Restos y ‘Restos’ de Familia”, colección pictórica y audiovisual de la villenense Lorena Amorós. La artista da un repaso, en el doble sentido, a su infancia, recuerdos y traumas.

    Es cierto que la niñez se contempla de manera cándida e insignificante, pero nunca en el caso propio. La infancia, ligada estrechamente a la relación familiar, se olvida o edulcora en permanente comparación con el momento actual. Es cierto aquello de que familia no hay más que una, aún a pesar de que guardemos cientos de recuerdos… casi todos ellos falseados.

    La pintura de Lorena Amorós se enfrenta a algunos de esos recuerdos de inocencia —instantáneas pretendidamente reales—pero eliminando a través del proceso artístico todo atisbo de brillo o ternura. En la obra de Lorena los colores puros abrigan rostros helados y miradas proféticas que desde el pasado anuncian el turbio porvenir. Con soltura el trazo de la villenense se alarga hasta rasgar el lienzo, surgiendo limpiamente el miedo y la perversión disimulados hasta ese momento.

    Es la alucinada mirada infantil —o la turbada mirada del adulto hacia su infancia—el eje central de una exposición que se mostrará hasta el próximo 5 de noviembre en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura.

    Igualmente es el autorretrato y la mirada introspectiva el principal objeto de estudio de esta artista, doctorada en San Carlos de Valencia y actualmente profesora en la Universidad de Murcia, cuya tesis doctoral —“El abismo de la mirada: ruptura y muerte con la identidad pasada desde la práctica del autorretrato contemporáneo”— fue premiada y publicada por el Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, organismo que junto con la Concejalía de Cultura ha organizado la muestra actual.

    Tratamiento formal y paralelismos

    En este caso para emprender la propia reconstrucción de la identidad, Lorena Amorós se ha valido de un único lenguaje pero dos soportes. Tanto la obra plástica de la planta baja como la instalación audiovisual de la superior abordan la reconstrucción, naturalmente deformada, del objeto real. Así la figuración parece el registro pertinente, aún reconociendo Lorena que actualmente es un planteamiento formal denostado y marginal.

    Presentada por Juana María Balsalobre, directora del departamento de arte del Gil-Albert, Eva López, directora de la Casa de Cultura, y José Ayelo, concejal de urbanismo presente en calidad de organizador de anteriores exposiciones, la exposición de Lorena Amorós adoptó una nueva intensidad al presentarse ante su familia que, se intuye, opta por no preguntar ante tan sombría reconstrucción o bien ha dejado de cuestionarse sobre una representación que la artista no llega a explicar convincentemente.

    Quizás no lo haga porque entiende que todo lo expresable está en la pared, pero también porque existe un amplio ámbito reservado dentro de esta pintura autoanalítica que destroza máscaras y muestra un interior que quizás uno prefiera dejar para la intuición y no tanto para la explicación, circunstancia que fácilmente podría derivar hacia la culpabilización de los demás.

    No obstante, así nos quedamos a medias, ya que sabemos la partida, la génesis del proyecto artístico de Lorena, pero no sus influencias y, sobre todo, el término de llegada. De esta manera a uno se le antoja que Amorós sigue los criterios estéticos de Enrique Marty, quien igualmente desde el feísmo y la figuración aborda la falsa concepción idealista de la infancia. Eso sí, sin la valentía de Lorena, que se atreve a conocerse en primera persona, síntoma de madurez que apaga todavía más el brillo de la niña que en los setenta se dejaba retratar por otros.

    Si te ha interesado la exposición de Lorena Amorós, también lo hará:

  • Calle Apocaliostick de Enrique Marty
  • Solidez Incontestable de Enrique Marty
  • Artículo originalmente publicado en Villena.net

    13 octubre 2006

    Bonhomía o alcaldable por un día

    La bonhomía es la sencillez unida con la bondad en el carácter y las maneras. Una virtud casi teologal que muy pocas personas ejercen y que —esta semana se ha demostrado—, está bastante lejos del comportamiento de José Bono, madrileño por un día.

    Se quedó ancho Iñaki Gabilondo en el arranque de su informativo del martes. El affaire Bono es para el periodista y presentador “el gran churro” de Zapatero, un fiasco total que ha dejado a la Federación Socialista Madrileña con la difícil papeleta de tener que buscar un nuevo candidato que asuma ser un segundo plato y demuestre amor ciego por el partido, además de fascinación por el martirio. Todo ello después de que en apenas 48 horas el antiguo presidente manchego haya mareado la perdiz, para luego dar calabazas y así dejar a todos con el culo al aire.

    Juan Barranco, el último alcalde socialista de Madrid y a sabiendas de que mantendrá el record otra legislatura, lo decía amargamente en la prensa: “estamos rayando ya en la falta de respeto a los madrileños y en la humillación a los militantes de Madrid”. También atinaba al señalar dónde radica el desacierto: “no hay que buscar mirlos blancos, ni conejos en la chistera, porque no existen. Existen militantes que tienen un proyecto político, no se trata de un candidato”. Eso lo decía, además, sin entrar a valorar qué tipo de “gran esperanza blanca” es el anterior Ministro de Defensa, algo que yo sí voy a recordar puesto que con Bono siempre hay espectáculo y foto garantizada.

    Entre otros méritos, Bono fue el ministro que justamente hace dos años tuvo la ocurrencia de hacer desfilar a veteranos de la resistencia contra Franco y Hitler junto a falangistas y miembros de las tropas nazis. Fue también cosa suya concederse la medalla al Mérito Militar, pero no estuvo tan diligente cuando la CIA utilizó Palma de Mallorca como escala para el transporte de presos ilegales. Bono, como presidente manchego, autorizó el proyecto urbanístico de Francisco Hernando (más conocido como el Pocero) y como diputado socialista se opuso a la reforma de la ley de aborto y la regulación de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Todo ello sin hablar de los alambiques verbales de un tío tan pagado de sí mismo. En fin, todos sabemos que el eclecticismo político de Bono –por no hablar de sus graves contradicciones ideológicas— no es flor de un día.

    Al representante de estas posturas, tan alejadas de la socialdemocracia, es al que se le ofrecía en bandeja de plata la candidatura socialista de Madrid. El manchego, viejo fajador político, en lugar de calcular la repercusión pública de sus palabras y silencios ha aprovechado para dejarse querer por la prensa, llevando el motor al ralentí y apurando la frenada hasta el precipicio. Sólo cuando no había lugar a dudas ha decidido saltar en marcha.

    Bono, protagonista de semejante verbena castiza, ha logrado vengar así pasadas afrentas: la secretaría general del PSOE arrebatada por un puñado de votos, sus continuos enfrentamientos con otros compañeros de partido y su salida por la puerta de atrás. Pero también es cierto que el sainete puede significar su muerte política. Por fin.

    No tengo dudas de que Zapatero sacará buen provecho de semejante descalabro. Vale que ahora el presidente del gobierno y el secretario de organización del PSOE sean objeto de escarnio, pero lo cierto es que Bambi ha demostrado dominar la estrategia mejor de lo que muchos le imaginamos. Entre otros, es mérito de ZP haber encauzado la crisis del Estatut catalán, cobrándose las piezas de Maragall y Carod-Rovira y colocando a un charnego en la carrera hacia la Plaça de Sant Jaume.

    También es cierto que el baile de esta semana nos ha hecho recordar que a los líderes actuales se les pide que sean de todo: carismáticos, resolutivos, impecables gestores, además de afables y fotogénicos. Lo cierto es que más bien se obtiene lo contrario, pero por eso mismo tienen más sentido las palabras de Barranco: militantes y proyecto, que el candidato no es lo fundamental, aunque sí pernicioso cuando es el único objeto de discusión. Hagámosle un poco de caso y, de paso, también piensen en clave local. Yo así lo he hecho para escribir esta columna.


    Artículo originalmente publicado en Villena.net

    11 octubre 2006

    Trasvase de humor en la Casa de Cultura

    Parece difícil hacer humor sobre el agua: es demasiado necesaria. Sin embargo La Dependent consiguió traer hasta Villena una tormenta de sonrisas, ironía y sarcasmo. Fue una obra pletórica, divertida e inteligente que también invitó a la reflexión.

    Estructurado mediante escenas, "H2O" es un montaje que trata de buscar un punto de equilibrio en medio del inmenso maremágnum que es el agua como tema genérico pero que al mismo tiempo desata enfrentadas pasiones. El agua como único motivo protagonista, pero abordado desde enfoques plurales y distintas perspectivas.

    A lo largo de noventa minutos y ante la presencia de medio centenar de espectadores se sucedieron las actuaciones musicales, la parodia, la crítica política y la comedia de situación. Así hasta un total de seis formas diferentes de degustar el agua… porque el líquido elemento en esta tierra tiene olor, sabor y color (político).

    Las risas fueron constantes y aparecieron al mismo ritmo que las ocurrencias de Miquel Peidro y Ximo Llorens, responsables de un guión mordaz y muy ágil. Resulta acertado ese subtítulo de "Un sainete del siglo XXI". Los actores, todo chicos, estuvieron tremendos, como pez en el agua interpretando cualquiera de las especies comunes de la fauna valenciana: bakalaeros salidos de ruta, regatistas suizos, fallera mayor, camperols de la albufera,… además de visitantes Erasmus e impertinentes turistas. Un bestiario coral para hablar de actualidad levantina: Terra Mítica, Copa América, RTVV, así como de temas pendientes en la realidad valenciana: normalización lingüística, desbarajuste político y la paella con o sin conejo.

    Los gags interpretados por Jordi Carbonell, Gabriel Calleja, Jonatan Garcia, Xavier Giménez, Xavi Francés y Rubén Mira funcionaron a la perfección, permitiendo digerir sin mucha dificultad una retahíla continua de crítica política y social. La dirección de Pep Cortés se adivina esmerada puesto que el número de actores no impide que cada uno desarrolle sus particularidades y logre todavía más gracia cuando interactúa con los demás.

    Desde el inicio, en el que el público es recibido por la "Orquesta Aquarama" interpretando esa canción de Jarabe de Palo que dice "cuando uno tiene sed, pero el agua no está cerca", hasta la caída del telón al ritmo de "Smoke on the water" de los Deep Purple, uno se deja llevar por un bombeo constante de ideas, retruécanos y carambolas que nos indican que el teatro valenciano tiene material de sobra para ofrecer nuevas glorias a España. Que se lo digan a Xavi Castillo. Si le dejan.

    Eso sí se echó de menos más público en un escenario, el del Salón de Actos de la Casa de Cultura, propicio para este tipo de espectáculos. Una pena que tanta gente se perdiera la brillante chispa y el ácido humor de La Dependent, ingredientes que el pasado viernes dejaron muy buen sabor de boca. Normal, era "agua de Valencia".


    Si te ha gustado “H2O” también te gustará:

  • L’Estrany Viatge (Xavi Castillo - Pot de Plom Teatre)
  • El Chou! (Xavi Castillo - Pot de Plom Teatre)
  • 10 octubre 2006

    Matar la gallina de los huevos de oro

    Paco Morán y Joan Pera llevan más de una década siendo una extraña pareja en los escenarios de toda España. La fórmula funciona a la perfección cuando al tándem de actores se suma un público entregado y entusiasta. Villena no fue una excepción: el Teatro Chapí rió sin parar con "Matar al presidente".

    Son doce años de ininterrumpido éxito, cuatro obras distintas que han arrasado allá donde han ido y que han alcanzado extraños logros en el mundo del teatro: record guinnes de venta de entradas y 16.500 espectadores en el Palau Sant Jordi el día que despidieron “La extraña pareja”, su primer espectáculo. Con semejantes registros algo deben de tener los montajes de la productora Focus para arrasar de esa manera. Algo que, ya les adelanto, a mí me resulta difícil de compartir y menos en esta ocasión.

    Normalmente dos pilares sustentan las tres paredes del teatro: argumento e interpretación. En principio ambos valores estaban garantizados en “Matar al presidente”: el texto corresponde a Francis Veber, reputado comediógrafo responsable de aquella memorable “La cena de los idiotas”, y la interpretación de Morán y Pera se intuye perfecta después de tanto tiempo. Pero lo cierto es que ni lo uno ni lo otro.

    El guión de Veber es sencillo y lineal, muy alejado de la crueldad sarcástica de “La cena de los idiotas”. Fíjense si es flojo que Billy Wilder sólo pudo hacer con él una película normalita, llamada “Aquí un amigo”, que tristemente fue la última. Además el embrollo versiona el argumento del “Chacal” de Frederick Forsyth, por lo que ya tenemos pistas de cómo se resolverá el asunto, y se sirve aderezado con un prescindible lío de faldas que contribuye a alargar en exceso la duración de la obra.

    De esta manera el texto es una anécdota argumental al servicio de los actores, que se sienten crecidos y estiran sus personajes a lo largo de las dos partes del espectáculo. El primero que surge en la extraña escenografía (decorado de los cincuenta en el que cabe una radio digital) es Paco Morán, seguido de un botones que le pide la maleta. El veterano actor responde “no” y ahí llega el prodigio: el patio de butacas estalla de risas para nunca volver a parar. Durante dos horas no cesó el jolgorio de mis acompañantes y aquello fue común en un Teatro Chapí que se llenó hasta las butacas más altas.

    Pero el acabose llegó con Joan Pera. Quizás porque su voz es relativamente conocida, no en vano dobla al castellano a Woody Allen y a Rowan Atkinson, Joan se inventa un personaje de ademanes excesivos, maneras blandas y giros lingüísticos en catalán que entusiasmaron al público, pero que para mí se situaban a un paso del ridículo o más cerca de una imitación de Eduard Punset.

    Así que a las tres paredes del teatro siempre hay que sumarle una cuarta, la fundamental: el público, y por ello hay que rendirse ante dos actores que de nuevo a las órdenes de Ángel Alonso son capaces de levantar un teatro entero aunque sea reiterando gritos, posturas y gracietas.

    Mientras la fórmula funcione y el cuerpo aguante parece que la van a seguir explotando y lo cierto es que la gente, casi toda, se lo pasa muy bien. Aún así lo deseable es que en algún momento también se atrevieran con otro tipo de registros o incluso si quieren continuar en su labor de rescate de pasadas comedias se animen también con Jardiel Poncela o Miguel Mihura, que falta hace.

    Todo ello teniendo también en cuenta que la programación periódica de este tipo de entretenimientos (“La jaula de las locas” se representó en el Chapí en 2002), que consiguen llenar teatros y fomentan aficiones, son poco menos que una obligación en programaciones generalistas. Lo digo porque nunca me ha parecido bien ese ánimo de matar al mensajerovodeviles como el del sábado y alguna cosa de mayor enjundia.

    que trae el espectáculo. Eso sí, siempre que el resultado final guarde un equilibrio entre Si te gustó "Matar al presidente" también te gustará:

  • "L’Emmerdeur" – Edouard Molinaro (1973)
  • "Buddy, buddy" (Aquí, un amigo) - Billy Wilder (1981)
  • "La cena de los idiotas" – Francis Veber (1997)
  • 09 octubre 2006

    Josep Miquel Martínez: Espere que els alumnes de Villena ja no diguen allò de «háblame en cristiano»

    Amb motiu de la celebració del 9 d’Octubre Villena.net ha entrevistat a Josep Miquel Martínez, portaveu de diferents plataformes reivindicatives i membre del Col•lectiu Serrella. Al llarg de la conversa s'aborden temes com ara la relació entre Villena i els pobles veïns, així com l’ús del valencià en la nostra localitat.

    Josep Miquel Martínez té 42 anys. Viu i treballa a Banyeres de Mariola, té dos fills i és dissenyador gràfic. Dins del Col•lectiu Serrella s’encarrega de la maquetació de la revista Barcella. Com a membre del Col•lectiu ha participat en diferents plataformes, com la que s’oposava a la construcció d’una central tèrmica entre Beneixama i Banyeres, o la coordinadora que lluita contra el projecte d’una macrourbanització entre Banyeres i Bocairent. Entre d’altres coses, li preocupa la vertebració comarcal d’uns pobles que es troben enmig dels interessos o el desinteressos de les ciutats més grans que els envolten, com Villena, Alcoi o Ontinyent. L’entrevista, feta mitjançant l’Internet, aborda estos i altres temes.

    ¿Què és el Col•lectiu Serrella?

    És un grup format per un centenar de socis i sòcies que desde 1995 preten crear debats crítics sobre qüestions que afecten la societat valenciana i especialment als ciutadans de les comarques de la Mariola. Ens interessen temes com la integració cultural, l’arrelament familiar i social, la marginalitat, les migracions, la xenofòbia o l’arrasament dels recursos naturals del nostre territori.

    La revista Barcella, que edita el Col•lectiu Serrella, ha arribat ja al número 28. ¿Quina funció té aquesta publicació i com ha estat possible mantenir-la durant tant temps?

    Es manté des de 1997 perquè és molt important que existisca una revista que conte «les altres coses que passen» . Barcella mai no ha rebut cap subvenció de l’Ajuntament de Banyeres i això ens permet fer la publicació que realment volem i ser «políticament incorrectes» quan cal. És una publicació quadrimestral que té la funció de proporcionar material per a la reflexió més pausada sobre els principals temes que ocorren al nostre territori.

    A banda es dóna la circumstància que a Banyeres es pot trobar el diari Información, mentre a Bocairent, que només dista deu quilòmetres, es distribueix Levante o Las Provincias. És prou curiós que a Banyeres pugues comprar diaris amb les notícies ocorregudes a Catral, però no pugues trobar les que passen a Bocairent o a Ontinyent. Nosaltres no trobem cap lògica a aquesta situació i pensem que els interessos dels pobles que envolten la Mariola són molt semblants. Si Barcella s’ha mantingut tant temps –a pesar que ningú cobra per fer el treball que fa– és perquè existeixen unes raons molt fortes de supervivència cultural.

    Potser l’activitat anual més important del vostre col•lectiu és el sopar del Nou d’Octubre on anuncieu els vostres Reconeixements a l’ús social del valencià. Parla'ns un poc d'això.

    Enguany celebrem la XI edició del sopar del Nou d’Octubre. Es tracta d’un sopar de germanor que aprofitem per a fer una tertúlia dels temes més variats. Pel sopar han passat convidats tan diversos com Alfons Llorenç, antropòleg, periodista i historiador; Carlos de Aguilera, membre de la Junta Rectora d’Adena, Vicent Cardona, director de la revista Saó; Juan Luis Albors, director del Parc Natural de la Font Roja, o Enric Sòria, poeta, assagista, col•laborador habitual d’El País i l’Avui. Els Reconeixements que entreguem són un modest d’agraïment del Col•lectiu Serrella a les institucions, associacions o empreses que creuen que es pot utilitzar el valencià en tots els àmbits on desenvolupen la seua tasca de la manera més natural i sense cap complex ni prejudici lingüístic.

    En aquell article titulat "Sobre Villena, l’Alt Vinalopó i els villenencs", abordaves, entre altres temes, la paradoxa d’una població, Villena, que anhela ser un autèntic cap de comarca però que no acaba d’acceptar les característiques pròpies de les poblacions més menudes que l’envolten, en particular la utilització del valencià...

    En aquest article jo afirmava que, mentre Alcoi ens segueix ignorant a la resta de pobles de l’Alcoià, un altre cas ben diferent és el de Villena i la seua batalla per annexionar –de facto– tots els pobles que pot a l’Alt Vinalopó. Pense que aquesta situació no tindria res de cridaner si no portara aparellada una paradoxa. I és que, la majoria d’aquests veïns villenencs que «tant ens volen», perden tota l’estima per les nostres persones quan passem a temes de llengua o d’identitat col•lectiva. En una ciutat solidària com Villena que té grup propi d’Amnistia Internacional o que fa tots els anys campanyes pels drets del poble saharauí, sorprén que hi haja villenencs que no volen ni sentir parlar dels drets lingüístics de les persones que viuen al seu costat.

    Per a mí, és lícit que Villena vulga augmentar el recompte d’habitants per a pressionar l’Administració i demanar més infraestructuras, però no es pot voler el benefici comercial alhora que se li nega al client una cosa tan bàsica com utilitzar el seu nom propi. Perquè és quasi imposible que algú que anota el teu nom a un comerç, un restaurant o una empresa de Villena. També l’Ajuntament de Villena es va negar a escriure «Banyeres de Mariola» en valencià en la placa del carrer que va inaugurar. Per descomptat que hi ha villenencs que no tenen eixa actitud i són molt més oberts, però hem d’admetre que encara són una minoria i una excepció.

    ¿Quins elements d’unió i desunió trobes entre Villena i les poblacions valencianoparlants del seu entorn?

    Espere que els alumnes –exempts de l’assignatura de valencià– de l’institut de Villena ja no diguen, com ens deien als banyerencs d’aquella època, «háblame en cristiano». La qüestió és que, si els villenencs són valencians per voluntat pròpia, no s’entén la beligerància que demostren envers la llengua identitària dels valencians. Una altra cosa és que no vulguenVillena en valencià, és habitual veure males cares per haver tingut «l’atreviment» d’emprar una llengua que –solen dir– no entenen.

    Costa d’assumir que molts villenencs estudien l’anglés o el francés a les escoles alhora que no volen sentir parlar el valencià als seus veïns que es relacionen amb ells tots els dies. Si es fa una negació reiterada a la identitat d’altres cultures és perquè els prejudicis pesen massa. Tant de bo amb l’educació de les noves generacions es puga desactivar aquesta situació viciada per què el saber comunicar-se amb més llengües siga un valor i no un desmèrit. Si no superem un tema tan bàsic com el respecte dels drets lingüístics dels ciutadans, no podem passar a abordar altres temes i estratègies comunes que interessen tant a Villena com als pobles del seu entorn.

    pertànyer al País Valencià. Si és aquest el cas, estic segur que ningú vol retenir ningú contra la seua voluntat. Si la llengua pròpia de Villena és el castellà, com la pròpia de Banyeres és el valencià, ¿per què un ciutadà de Villena ens pot parlar a nosaltres en la seua llengua (oficial) però nosaltres no podem parlar-los a ells en la nostra llengua (oficial)? Si es fa la prova d’adreçar-se a alguna empresa o servei de ¿Quin paper consideres li correspon a Villena respecte a les localitats valencianes veïnes?

    En primer lloc, hauria d’abandonar la idea d’anexionar a l’Alt Vinalopó els pobles que han estat històricament en altres comarques. Tant Biar com Banyeres de Mariola, la Canyada, el Camp de Mirra o Beneixama han estat de l’Alcoià. Això no lleva que es puguen tindre unes bones relacions de veïnat sense que Villena invente una capitalitat de comarca que mai ha existit per a aquests pobles. D’altra banda, cada localitat té les seues estratègies pròpies per atreure cap als seus comerços i negocis la gent d’altres localitats properes. I Villena ha demostrat que això ho sap fer prou bé.

    ¿Com creus que el Nou d’Octubre podria ser una data rellevant per a la reivindicació i celebració de tots els valencians, independentment de la seua tradició cultural i lingüística?

    Ara per ara és prou indestriable la paraula reivindicació i la paraula llengua. Molts dies acabes fart i cansat de demanar una cosa tan bàsica com que et respecten l’opció de viure en ta casa en la teua llengua pròpia. I encara et desanimes més quan veus el poc que hem avançat
    en els darrers vint-i-cinc anys pel que fa a algunes actituds de respecte a les opcions de l’altre. El dia que no calga reivindicar res perquè visquem en una societat «normal», seré el primer en alegrar-me, en celebrar-ho i en dedicar el meu temps a altres coses més reconfortants.

    06 octubre 2006

    Sharon Stone en la III Semana Intecultural de Villena


    Se lo tengo que contar: desde hace tiempo mantengo una turbia relación con la protagonista de “Instinto Básico”. No, no es de ese tipo. La nuestra es una cosa como la que tienen Vds. con Penélope Cruz “la actriz” o con Raúl “el futbolista”.

    Seguro, segurísimo, que por ahí han oído decir a alguien, de una manera muy convencida, que la actriz que salía en “Jamón, Jamón” es un patanegra de la interpretación y que el madridista es la definición canónica de lo que viene llamándose “un depredador del área” .

    Pues bien, ni Vds. lo han podido ver nunca, ni Youtube lo tiene registrado, así que no existe. Todavía no hay filmada de Penélope Cruz una interpretación aceptable y tratar de rematar de cabeza un balón que sobrevuela el área a 4,5 m. de altura o bien bajar corriendo al centro del campo, ponerse a dos metros del mediocentro, pedirle la pelota y empezar a gesticular porque los demás no se desmarcan, es de todo menos de delantero con cabeza. Mentira, todo lo que cuentan es mentira. O exageración.

    Más o menos así me lo tomo cuando oigo hablar de Charito Roca: yo no le veo ni fú ni fá, pero si don Manuel Vázquez Montalbán le declaraba su amor en rendidos artículos es que la señora debe tener algo escondido. No, no hablo del cruce de piernas.

    Xavier Sala i Martín, un tipo muy particular, economista liberal como él solo, catedrático de universidad yanki (of course), aguerrido fashion victim y, este verano, presidente por accidente del Barça, también le dedicaba un artículo a la Stone, aunque en este caso sobre lo letal de sus encantos básicos.

    Cuenta Sala i Martín que en la reunión de Davos de 2005 intervino el presidente de Tanzania explicando cómo cerca de un millón de niños mueren anualmente de malaria porque no tienen mosquiteras que cuestan cuatro dólares. Sharon Stone, presente entre el público, pide la palabra y afirma estar conmovida. Con lágrimas en los ojos, dona diez mil dólares y pide a la audiencia de multimillonarios que haga lo mismo. Se levantan manos y más manos, se toman los nombres de los benefactores y, al rato, se anuncia que se ha recaudado un millón.

    Este año, de nuevo en Davos, el economista se ha interesado sobre la continuación de la historia: muchos de los que alzaron su mano cambiaron de opinión y en realidad se recaudó un cuarto. Para cumplir la promesa, Stone obtuvo de UNICEF los 750.000 dólares restantes. Pero lo cierto es que no se sabe cuantas mosquiteras fueron compradas, cuantas robadas en la aduana y cuantas se están utilizando finalmente. En definitiva, no se sabe cuántas vidas se acabaron salvando.

    Como dice Sala, la filantropía de los famosos tiene muchos aspectos positivos, pero este episodio también demuestra, por ejemplo, que cuando se recaudan fondos sólo a fuerza de sensiblería se puede desviar dinero de otras causas tanto o más importantes. También revela que en muchas ocasiones se está más interesado en recaudar dinero que en gastarlo de manera efectiva. La señora Stone confesó haber reaccionado conmovida por un discurso: no investigó las causas y las consecuencias de la malaria, no comparó ése con otros problemas que sufre África, no consultó a los expertos sobre la mejor solución y, más importante todavía, no preguntó a los ciudadanos de Tanzania si eso es lo que querían.

    Frente a todo ello se sitúan gentes que sienten el punzante ahogo de la solidaridad no sólo una vez, sino todos los días, y precisamente por eso se esfuerzan en que sus anhelos y la ayuda de los demás sean efectivos y profesionales. Me refiero a todas esas organizaciones que, con años de experiencias, no se ciegan por el instinto básico de ayudar urgentemente al necesitado, sino al arduo trabajo de hacer desaparecer la necesidad.

    Existen organizaciones realmente concienciadas de la importancia de economizar esfuerzos y presupuesto, conocedoras de qué asuntos deben ser abordados de manera prioritaria y que están participadas también por aquellos que reciben la ayuda. Muchas de estas organizaciones estarán el próximo domingo 22 de octubre en la pista de atletismo del Polideportivo, juntas formarán de nuevo Humana: Feria de Solidaridad, Cooperación y Salud y a algunos nos satisfará verlas juntas y contribuir a su difusión, incluso recurriendo al famoseo, el futbol y el sexo para captar la atención.

    04 octubre 2006

    Manuel López: una fotografía de la Villena actual tendría excesivo contraste

    Sobre impresiones, tanto fotográficas como personales, ha charlado Villena.net con el actual presidente de la Agrupación Fotográfica de Villena. En estos días su organización, junto con la Concejalía de Turismo, ultima los preparativos para el VI Maratón Fotográfico.

    Manuel López Francés —muchos parecemos empeñados en no acordarnos del apellido paterno— es desde hace cuatro años presidente de la Agrupación Fotográfica de Villena, una organización que supera el centenar de socios y los treinta años de existencia. Manolo comenzó en el Grupo Trípode en aquella Casa de la Juventud de la calle La Tercia y ya en 1984, junto con la AFV, participó en la organización del primer maratón fotográfico… que tras el esfuerzo inicial durmió los doce años siguientes.

    A partir de 2002 el Ayuntamiento de Villena, a través de su Concejalía de Turismo, decidió volver a respaldar esta iniciativa. Desde entonces unas treinta personas trabajan activamente para culminar este proyecto que ya cuenta con seis ediciones y que a lo largo del camino ha ido aumentando el número de participantes —unos 50 en la última ocasión—, la cantidad de los premios —300, 120 y 90 Euros— y las categorías —analógica y digital—.

    Además, Manolo anda ocupado en las clases del curso de fotografía digital que se imparte dentro de la programación de la Sede Universitaria de Villena. Entre trabajo y clase, suya y mía, mantenemos esta entrevista.

    Villena.net: ¿Qué objetivos persigue el Maratón Fotográfico “Ciudad de Villena”?

    Manuel López: El objetivo principal de la Agrupación es el de estimular y promocionar la afición fotográfica. El Maratón permite participar a mucha gente sin necesidad de partir de un nivel alto de conocimiento fotográfico, es un certamen más abierto y participativo que, por ejemplo, un Premio Nacional. Por otro lado también supone una importante recopilación gráfica de Villena: llevamos unas dos o tres mil imágenes, lo que permite al Ayuntamiento disponer de una memoria gráfica que será muy valiosa a lo largo del tiempo. Las fotos del Maratón reflejan la evolución urbanística, social, etc. de Villena. También hay que señalar el atractivo que supone que venga gente de fuera a fotografiar nuestra ciudad. Ha habido años que han sido premiados autores no locales que, como es lógico, se han informado previamente de los puntos interesantes de Villena.

    VN: ¿Qué valora el jurado del Maratón para determinar la calidad de las fotografías?

    ML: Valora la técnica, la intención del autor y la estética, pero también que el conjuntomás personales y sin temática obligada puesto que se han cubierto las necesidades y expectativas de documentar aspectos de la ciudad.

    de seis fotografías tenga sentido y calidad. Evidentemente hablamos de elementos subjetivos, con un gran índice de error. Lo cierto es que además este año va a ser distinto puesto que hasta ahora se valoraban una serie de temas obligados y otros de carácter libre. En esta edición las colecciones presentadas serán mucho VN: ¿Crees que indicar temas obligatorios ha dejado fuera posibilidades de presentar una fotografía más social o de protesta?

    ML: De todos los temas obligados (patrimonio monumental, calles y plazas y medio rural en la edición pasada) se puede tomar la parte bonita o la que necesita mejora. El año pasado un participante realizó una “colección crítica” en la que se representaban rincones de Villena que ciertamente no eran agradecidos de ver. Aún así este año la temática es totalmente abierta: recae en los autores el tema y el enfoque que elijan.

    VN: Entre fotografía analógica y digital, ¿qué aporta cada una?

    ML: La analógica sigue siendo más interesante a la hora de reproducir e imprimir, mientras que la digital tiene muchas más posibilidades y menor coste. Aún así lo cierto es que la analógica sigue siendo la categoría en la que más gente participa.

    La fotografía digital permite mejorar la imagen y de hecho este año superamos el prejuicio de no admitir imágenes modificadas informáticamente. Seguimos asegurándonos de que todas las tomas se realizan en el tiempo de Maratón, pero entendemos que una foto digital no termina cuando se oye el “clic”, sino una vez que se ha procesado.

    VN: ¿Crees que desaparecerán las técnicas de revelado, viraje, sobreexposición, etc?

    ML: En mi opinión a la fotografía analógica en color le queda poco tiempo, pero no así en el caso del blanco y negro. Muchos fotógrafos usaremos la digital pero también mantendremos prácticas de laboratorio de igual manera que ahora reproducimos procesos antiguos como sensibilizar papeles de dibujo. Las técnicas y herramientas sobrevivirán mientras podamos resolver con ellas nuestras pretensiones artísticas. Lo cierto también es que la digital popularizará todavía más la fotografía, algo que también influirá en actividades como el Maratón Fotográfico “Ciudad de Villena”.

    VN: ¿Qué fotografía de Villena te gustaría hacer pero todavía no es posible?

    ML: Personalmente me gustaría hacerla del barrio de El Rabal rehabilitado, sin marginación ni diferencias sociales,… es más, me refiero a este barrio pero en realidad también a otras zonas.

    VN: Una foto de la Villena actual, ¿cómo sería para ti?

    ML: Depende de la hora, el estado de ánimo y lo que pretendas decir. Entendiéndote diría que es una foto de colores muy estridentes, desde luego no es bonita. Villena tiene problemas y el principal de ellos es la disputa constante por tener la razón, lo que nos impide crecer. Por ello la fotografía de la Villena actual tendría un excesivo contraste.

    03 octubre 2006

    Noche de lobos en Banyeres y Beneixama

    Musical y reivindicativa, aunque a distinto ritmo, fue la noche del sábado en las dos poblaciones vecinas. Lluís Llach desgranó viejos y nuevos éxitos en Banyeres, mientras que Fuckop se llevó a toda la Family a Beneixama.

    Lluís Llach se cuenta entre los integrantes de la nova cançó que no dejaron de cantar en catalán cuando desarrollaron su propio repertorio. Un cancionero para orquesta o piano de autor, en su caso, que acabó combinando lírica de superviviente, himnos de lucha, baladas, elegías y tonada tradicional, con trasfondo siempre humanista y libertario.

    Nació Llach músico antes que letrista con los recitales de Els Setze Jutges, colectivo musical que cerró filas con su incorporación, reivindicando la lengua y cultura vernáculas para la geografía catalana. El sábado a las 22:30 h., con puntualidad de cualquier otra latitud menos la mediterránea, comenzó su recital en Banyeres de Mariola reivindicando precisamente a todos sus antiguos compañeros de aventura musical y política.

    A lo largo de dos horas el cantautor catalán, “nacido en Verges, un pueblo pequeño parecido a este”, desgranó algunos de sus últimas canciones publicadas en sus discos “Poetes” y “Jocs”, sin olvidar algunos de sus grandes éxitos como “Viatge a Itaca”. Lo cierto es que quedaron demasiadas en el tintero (no se rindió a la tímida petición de “L’Estaca” o “La Gallineta”), aunque en su descargo hay que recordar la extensísima trayectoria de una personalísimo autor que desde 1968 ha indagado en el rock y el blues, la canción irlandesa, el jazz, el music hall y la tonada mediterránea, para desembocar con mayor fuerza en la composición sinfónica.

    En la ciudad del Alcoiá el músico recordó porqué, aún a pesar de su timidez y ánimo solitario, se le ha considerado como un autor que ha conectado siempre con los movimientos sociales de vanguardia. De ahí sus discursos antibelicistas, lo mismo que sus planteamientos a favor de causas solidarias, ecológicas y políticas.

    El concierto, celebrado al aire libre en Villa Rosario, estuvo bien organizado, gozó de buen tiempo, más de 1.000 espectadores (en una población de unos 7.000) y dejó buen sabor de boca, aunque ciertamente los medios desplegados, en particular la luminotecnia, parecieron algo escasos por parte de la productora.

    La Llobera – Beneixama

    Tres elementos fundamentales diferenciaron la noche musical de Banyeres y Beneixama: el ritmo, el precio y la barra; y una las unía: ánimo reivindicativo y solidario.

    El festival de Beneixama se planteó como un encuentro auxiliador de Fuckop Family, el grupo en el que participa el villenero Ricky Menor al bajo, y que se ha embarcado en la aventura de publicar su segundo y costoso álbum “Antisistema Sound Connection”.

    Así que hermanados, como buena familia, las gentes de grupos y movimientos afines se lanzaron a organizar este encuentro de entrada libre pero de barra que no paró ni un momento. Esperamos que sacaran al menos lo esperado.

    Dice el refrán que “Banyeres cau de raboses, Beneixama la Llobera i Ràfol, l'avivador de la gent malfaenera”, por ello, reivindicando el carácter estepario de grupos que se mueven al margen de lo comercial, se encontraron Gargamboig de Borriol, Noxius de Banyeres y Fackop Family. Faltó a la cita Dimeiwe, que aquel día no podía contar con todos sus integrantes.

    La música comenzó algo tarde y acabó todavía más, pero no se paró ni un momento. Hip-hop, Nu-Metal y la atronadora descarga de Fuckop Family alargaron la noche y hacen prever nuevas ediciones de un encuentro que ya por la tarde comenzó con talleres, cercavila, cuentacuentos y monólogos.

    Si te ha gustado Lluís Llach también te gustará:

  • Maria del Mar Bonet
  • Raimon

    Si te ha gustado La Llobera también te interesará:

  • Rock en Directo
  • Versos Perfectos (Hip-Hop)
  • 02 octubre 2006

    Paco, te has traído a la mejor

    Soleás, nanas y farrucas. Palos desconocidos para buena parte del público villenense, pero que mostrados por Eva Yerbabuena consiguieron poner patas arriba el Teatro Chapí.

    Eva Garrido, La Yerbabuena, recibió el Premio Nacional de Danza en 2001 y ciertamente es una bailaora extraordinaria. Se hizo esperar su primera irrupción en las tablas del Chapí, pero demostró sin dudas el porqué de su prestigio y medallas.

    Comenzó danzando al ritmo de mirabrás, un palo flamenco en el que predomina lo estático sobre lo violento. Eva apareció en el escenario ataviada de la manera más tradicional y ejecutó a la perfección los paseíllos, el marcaje, las figuras y las falsetas de este baile tradicionalmente considerado de mujeres.

    Antes había actuado todo el cuerpo de baile, primero en un divertimento denominado “Taca-Taca” y después aventurando elementos vanguardistas que injustamente no se desarrollaron más. Por dos veces Aída Badía ejecutó coreografías de Patrick de Bana: vibrantes saetas acompañadas de danza contemporánea que arrancaron fuertes aplausos del respetable que previamente había llenado tres cuartas partes del Teatro Chapí.

    Siguieron a esos momentos piezas grupales que respondieron a sugerentes denominaciones: “Cobriza”, “A galera” y “A las cinco de la tarde”. De esta manera la presencia de Eva Yerbabuena se hizo algo escasa, aunque totalmente arrolladora para aquellos que disfrutan del flamenco más puro y tradicional. La Yerbabuena estuvo arrebatadora en “Del Puente”, una soleá donde brazos, cadera y zapateado apuntaron cada quiebro de Paco Jarana, compositor que le ha regalado a la bailaora está sinfonía jonda.

    El huso de la memoria

    Por todo ello el nuevo espectáculo de esta compañía, que ha obtenido tres premios Max por montajes anteriores, puede calificarse de sobrio y tradicional, eso sí realizado con abundantes medios: destacaron el poderoso apoyo musical, siempre mostrado en penumbra tras el escenario, y el acertado vestuario.

    No es igual de reseñable la intención global del espectáculo puesto que “El huso de la memoria” parece conformarse, erróneamente, con hilvanar un catálogo de ritmos flamencos, complementados por la vanguardia de Badía, pero sin llegar nunca a comunicarse. Es ahí donde se encuentra la mayor tara del espectáculo: el Ballet de Eva Yerbabuena ha apostado por un muestrario algo tipista del flamenco, dejando poco espacio para lo contemporáneo y menos todavía para un aglutinante del resultado final.

    De esta manera la historia central de “El huso de la memoria” no llega a ser desarrollada del todo y por eso las distintas intervenciones aparecen como espectaculares escenas faltas de relación. Es así como todo el protagonismo de la estampa queda para los actores-bailarines, que cargan a sus espaldas con un espectáculo estético necesitado de mayor argumento si quiere llegar a emocionar de manera completa.

    En su descargo hay que decir que el montaje del viernes se enfrentó a los límites tradicionales del flamenco, pero lo cierto es que en esta ocasión no llegó a superarlos. Todo ello entendiendo además que es perfectamente comprensible una menor presencia de la estrella en el escenario si, efectivamente, su duende se volcara en el resto de las coreografías.

    La Yerbabuena conoce muy bien su oficio, domina a la perfección su ejecución formal y en esta ocasión ha preferido hacer repaso de lo aprendido sin ofrecer lo que en otras ocasiones ha dado, por eso no se equivocaban en nada los que a Paco Flor, director del Teatro Chapí, le dijeron eso de “te has traído a la mejor”; pero lo cierto es que por eso mismo en las tablas del Chapí, además de mucho arte, se esperaba algo más de genio.

    Si te gustó Eva Yerbabuena también te gustará:

  • Flamenco, de Carlos Saura (1994)
  • Flamenco Women, de Mike Figgis (1997)
  • Iberia, de Carlos Saura (2006)
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