28 abril 2007

Teatro Delusio: sobran las palabras

Cosa rara la que vimos el viernes en el Teatro Chapí: actores que no hablan, máscaras que se emocionan, teatro con dos aberturas,… La obra de la familia Floz impresionó por su despliegue técnico, pero también por sus posibilidades a medio gas.

Cayó fuerte esa tarde, pero ni la lluvia ni el granizo amilanaron a los tres centenares de aficionados que se dieron cita para ver “Teatro Delusio”, un montaje de estética audaz y ambiciosa. Según explican ellos mismos, los proyectos de la compañía “Familie Flöz” no arrancan de una base textual, si no que lo que les preocupa inicialmente es “la modulación de figuras y situaciones teatrales”.

Así se entiende el arduo trabajo artesano necesario para elaborar las máscaras que ocultan el rostro del actor y traspasan su personalidad, al igual que el esfuerzo depositado en el suntuoso vestuario y atrezzo, donde hay cabida para espadas mosqueteras, pelucones barrocos y trajes de buena hechura. Pero aún a pesar de esta riqueza de materiales, la razón principal de esta compañía y sus montajes es la carencia. Carencia de rostros humanos pero también ausencia de diálogos e incluso de historia narrada: no se oye una voz en todo el espectáculo y, yendo más allá, al principio de la obra no se emite ningún tipo de sonido.

Podemos decir entonces que hay mucho cartón pero poca trampa, ya que todos los trucos y movimientos son evidentes, haciéndonos sentir con ello que también estamos participando
del montaje. A esa sensación contribuye la atinada escenografía (las bambalinas de un teatro), de manera que vivimos los avatares de un grupo de tramoyistas a lo largo de diversas representaciones.

Con la mímica y el teatro gestual, “Teatro Delusio” es capaz de transmitir sentimientos de una manera tan viva que parece reblandecerse el cartón y surgen muecas y expresiones, al tiempo que nos imaginamos un público tras el telón o escuchamos las conversaciones que en verdad nunca llegan a pronunciarse. Difícilmente puede alcanzarse mayor destreza técnica haciendo este tipo de representación.

Sin embargo el servicio a la estética, que va desde el corte de los vestidos a la pertinente banda sonora, va en demerito de la historia a contar. El espectáculo de la Familia Flöz se adentra a lo largo de hora y media en diversos géneros, que van desde el musical, el ballet o el canto lírico, hasta un emocionante duelo de espadachines; sin embargo la narración avanza a trompicones, de forma que se convierte en una sucesión de sketchs y escenas, sin que se advierta el auténtico hilo conductor.

Es más, hay también momentos para el lirismo, incluso el absurdo, lo que tiene el indudable valor de la sorpresa pero redunda en la indefinición del conjunto. Quizás esas rarezas e incongruencias sean lo que más repercusión puede causar, no en vano se trata de una espectáculo de estética infantil que en ocasiones cuenta bobadas, pero no puede calificarse de obra para menores puesto que sólo adultos con algo de ingenuidad pueden saborearla.

De todo ello se concluye que el tino de algunos momentos de la representación, especialmente en la larga y aplaudida despedida, hubiera podido hilvanarse mejor y que la sensación apesadumbrada no se debe sólo al tono elegido para el montaje, sino a una idea que todavía puede dar más de si.

27 abril 2007

Blogs y libros: leer consola

En esta sección itinerante tratamos de dar a conocer posibles lecturas en diversos soportes. Hemos hablado de blogs y libros digitales, pero también parece conveniente referirse a experimentos híbridos que avanzan nuevas posibilidades.

La casa Nintendo, esa compañía que metió la consola en el salón y nos maravillaba con personajes en 8 píxeles que correteaban por la pantalla Telefunken, ha comprendido que hemos crecido y eso de hacer que se mueva el muñeco, por mucho que ahora se trate de personajes de una resolución casi cinematográfica, no es lo que más nos motiva.

La empresa ha entendido que su público ha cambiado y sus nuevas propuestas se saldan como éxito comerciales. Prueba de ello es la Wii, esa máquina recreativa que funciona gracias a un extraño artilugio, una especie de nunchaku a pilas, pero que permite pasárselo mejor que si simplemente estuviésemos pulsando botoncitos. También record de ventas está siendo su Nintendo DS, una consola portátil que ofrece juegos muy distintos a los habituales: prácticas mentales, ejercicios de memoria, sumas y restas de dificultad creciente, práctica de idiomas, etc. Ahora atacan con un nuevo género: “Hotel dusk”.

No fue casual que Nintendo eligiera el Día Internacional del Libro para el lanzamiento de este “juego” que ya está disponible en las tiendas desde el pasado 12 de abril. Tampoco que sea el segundo juego para DS en el que la consola se usa en vertical, como un libro. Y es que Hotel Dusk es una nueva apuesta por un formato nuevo: es una aventura gráfica, con toques de cómic y de novela negra, un curioso híbrido entre juego y libro, con más de lo primero que de lo segundo.

Así que no es raro que la presentación del productor corriera a cargo del escritor Fernando Marías y de Cristina Macía (co-Coordinadora de la Semana Negra de Gijón), además de Nicolás Wegnez, director de Nintendo España. Todos reconocieron que este juego abre nuevas posibilidades narrativas para los escritores, al tiempo que establece vínculos entre la lectura y los video juegos. De hecho es un juego que invita a leer libros.


Juzgado digital de segunda instancia

Mezclar mundos y soportes distintos es, además, una oportunidad para el esperpento y el humor. Prueba de ello es el blog de Rafael Reig mantiene en “El Cultural” y que no es otra cosa que el contenedor de sus criticas literarias, atinadamente mostradas como juicio sumarísimo en el que se suceden abogados defensores y fiscales inquisitivos. Sus sentencias, atinadísimas y literarias en doble sentido, despiertan la carcajada y, casi tan importante, el ánimo a la lectura.

En su última vista plenaria ha tirado por lo más chabacano y ha hecho comparecer a Ana María Ríos, la gallega de Cancún, y su libro Boda, cárcel y fama. Se despacha a gusto el severo juez: "El relato carece de todo interés (...) las expectativas que el libidinoso lector pudiera concebir se verán defraudadas. (...) Le ofrecen posar in púribus a cambio de dinero y ella lo interpreta a su manera: “Dios me daba la oportunidad de sanear nuestra economía”. Tratándose de intervención divina, no iba a negarse, claro está", dice Reig.

"Los hechos probados son constitutivos de un delito grave de engaño ventajista", añade en los fundamentos de derecho, pero "si bien no se comprende qué necesidad imperiosa tiene todo quisque de fatigar las prensas, desde cantantes a locutores de televisión pasando por ministros sin cartera; no es menos cierto que Dª Ana María no incurre en ilícito penal: es muy libre de retratarse en cueros vivos (con deleitoso resultado) o de escribir un libro (infumable)".

Absuelta Ana María, el peso de la ley cae sobre Biblos Clube de Lectores: "La criminal conducta de la editorial al difundirlo, en cambio, constituye un delito punible, quizá a remolque de la simple necedad, quizá motivado por la codicia, para así obtener alguna de las numerosas ayudas a la edición en lengua gallega". (...). "Debo condenar y condeno a la editorial Biblos Clube de Lectores, como autora de un delito de engaño ventajista, a la pena de publicar a sus expensas los siguientes títulos que tampoco pueden “dejar a nadie indiferente”: Memorias secretas del peluquero de Iñaki Anasagasti; Confesiones del veterinario de las mascotas de Antonio Gala y Toda la verdad: yo le vendía el hachís a Sánchez Dragó".

23 abril 2007

Terapias: El amor en los tiempos del Chat

La Casa de Cultura ofreció el sábado una obra compleja pero divertida que además consiguió atraer a numeroso público. Apariencias, expectativas y relaciones sentimentales convocadas a través de las nuevas tecnologías constituyen el hilo conductor de “Terapias”.

Siempre nos enamoramos de alguien virtual. Conocer a la otra persona lleva tiempo y requiere de experiencias y nuevas situaciones, es más, incluso así siempre nos queda la duda de entender convenientemente a la otra persona. Así pues, que la relación se establezca a través de teléfono, internet o un amigo, parece tener poca importancia, incluso si un profesional de la psicología se pone por enmedio.

Terapias, la obra que pudimos ver el sábado en la Kakv, es una comedia terapéutica de Christopher Durang sobre el amor y el sexo que nos muestra los difíciles comportamientos humanos en un encadenamiento de situaciones absurdas y ridículas, pero no demasiado lejos de lo que vivimos cada día. Posiblemente, nuestras existencias no son tan complicadas como las de los personajes, pero Terapias nos recuerda que puede ser que también haya una posibilidad de encontrar el amor y la felicidad de la manera más inesperada.

Fundamentada en diálogos de sentencias breves pero aparentemente llenas de contenido, como las que se producen en un chat o en el diván del psicoanalista, la obra va deslizándose desde la presentación de los personajes, quizás algo estereotipados, a la relación que entre ellos se establece y la party que todos se montan. Destacan especialmente Marta Belenguer, cara conocida de la televisión (actualmente en “Camera Café”, antes en “Aquí no hay quién viva” y “Hospital Central”), y la estratosférica interpretación de Mamen García, actriz, cantante, pianista y compositora: una valenciana con una dilatada carrera de vocalista y compositora que encaminó su vida a ser actriz y que le ha valido el galardón a la mejor interpretación en los Premios de la Generalitat Valenciana.

Sexualidad difusa y amores forzados se van sucediendo en una escenografía polivalente, algo recargada al igual que las fachadas de los protagonistas. Buena parte de la obra transcurre tratando de entender las razones de la pluralidad sexual de ciertos personajes, que no se sabe si es una manera de llegar a un mercado más amplio o una ambigüedad real y trabajada, así que las relaciones sentimentales que se establecen no alcanzan a resultar muy profundas cuando el objetivo carnal parece ser lo predominante. Nada que no se vea en la realidad.

Las escenas se deslizan convenientemente entre una banda musical atinada y de esta manera los personajes van relacionándose e imbricando en un desvarío final que quizás no consiga arreglar más que estropea, pero a estas alturas ciertamente se agradece un guión abierto e imperfecto, de lectura diversa y que en definitiva trata de llevar algo de sentido del humor al sufrimiento humano. Valiente terapia.

13 abril 2007

La lluvia no paró al Mar

Abuelas, abuelos y la chiquillería pertinente disfrutaron de una tarde de teatro con "El mar en el bolsillo" de la veterana compañía alicantina Jácara. La lluvia no consiguió apagar las ganas de los más pequeños por acercarse y disfrutar en el Teatro Chapí.

Ya lo decíamos ayer con motivo de la representación de "Perlas y plumas" en el mismo recinto: qué difícil es lograr mantener la atención de los más pequeños. En el caso de la obra de Jácara
todavía más, puesto que su propuesta de una hora de duración va dirigida a una franja de edad en la que colores, sonidos y personajes deben resultar totalmente atrayentes.

Capitaneados por su alma-mater, Juan Luis Mira, los comediantes demostraron que forman parte de una compañía profesional, capaz de acercar a menores y adultos el teatro gestual y la pantomima, al tiempo que la escenografía resultaba sencilla en apariencia pero muy elaborada en realidad: el fondo del mar era un pantalón vaquero y las olas sus ribetes cosidos.

"El mar en el bolsillo" no es tanto una historia narrada como una serie de escenas con la familia Glub de protagonistas. Situaciones sencillas, buenos y malos, aventuras y mimos, se van sucediendo en el escenario de manera que la atención de niñas y niños se va renovando. Bueno, en casi todos los casos, que la criatura que me tocó detrás no había quien la tranquilizara.

La mímica y trabajo físico de Carlos García, José Antonio García, Miguel Esteve, Carmen Baides e Inma Ortega lograron acercar el interés por el mar de la mejor manera: haciendo imaginar a los jóvenes espectadores que debajo del oleaje hay personajes e historias tan interesantes como tierra adentro. Todo ello sin recurrir a pirotecnia ni efectos especiales, mucho pedir en estos tiempos de televisión continua.

Quizás por eso sea todavía más pertinente la iniciativa del Teatro Chapí de ir creando afición cuanto antes: habituar a los infantes en la visita al teatro, mejor todavía en compañía de familiares y amigos que expliquen y pregunten sobre lo que se está viendo. Así su paso a otros géneros y enjundias ya no resulte una tarea titánica, como a veces pasa.

12 abril 2007

El circo de la sonrisa

Silvia, Guga, Ramiro y Dani son “Los Gingers”, cómicos circenses que consiguieron arrancar risas y carcajadas a grandes y pequeños en el Teatro Chapí. Lo más conocido de la acrobacia y el malabarismo se encontraron con el humor bajo cubierto.

La lluvia y el mal tiempo, tan constantes en estos días de Pascua, obligaron a trasladar la función desde el exterior que linda con la Calle San Francisco al escenario del Teatro Chapí. Este cambio motivó un comienzo atrasado y las criaturas ya comenzaban a ponerse intratables, no obstante la irrupción de “Los Gingers” logró fijar la atención de todos, incluidos los más traviesos.

Es un gozo disfrutar del teatro infantil cuando lo mostrado gusta a los pequeños: ríen, aplauden, comentan a boca llena,… son un público agradecido mientras se mantiene la atención. Si no es así ya sabemos lo que viene: “papá, pipí”, “mamá, me aburro”.

El espectáculo “Perlas y plumas” trata de conjugar buenos ingredientes para que la emoción no recaiga: música pegadiza, bailes continuos, acrobacia, malabares y mucho humor. El cuarteto cómico basa su hilaridad en la pantomima y el ridículo propio, contrarrestadas con brillantes acrobacias que muchas veces acaban en el suelo. El acierto de “Perlas y plumas” es ofrecer un desorden controlado: hay que dominar muy bien la técnica para que los tropiezos y tortas siempre se salven con una risotada.

Así el lenguaje de estos actores nos recuerda al del cine mudo ce Harold Lloyd y Charles Chaplin y quizás ahí falte algo más. Como hemos dicho el espectáculo está concebido para el cielo raso, así que no hay diálogos hablados y lo único que se escucha son presentaciones circenses. Esta necesidad que marca actuar al exterior se transforma en limitación cuando se lleva a cabo en un recinto cerrado: se agradecería más interacción entre los personajes, de manera que las distintas escenas se hilvanaran de mejor modo. No fue así y algunos infantes se aburrieron de ello.

Con todo, padres e hijos quedaron contentos de un espectáculo que ojalá podamos disfrutar también en una noche de verano, mientras tanto se agradece el tino programador de estas Pascuas que hoy jueves continúa con “El mar en el bolsillo” de Jácara Teatro.

06 abril 2007

El ciclo sobre la Historia de Villena llega a su fin con un repaso sobre la situación agraria

María Hernández, profesora de análisis geográfico regional en la Universidad de Alicante, cerró con su charla el curso “Pasado y presente de Villena y su entorno”, un ciclo de charlas que ha interesado a buen número de asistentes y espera tener continuación.

La agricultura es una actividad económica de gran tradición en Villena, aunque de mermante importancia financiera y social, especialmente tras la industrialización de finales del siglo pasado. Así la interesante conferencia de María Hernández analizó la situación actual de las actividades agrarias, pero también abordó perspectivas de futuro para un sector que puede encontrar importantes oportunidades.

Comenzó la profesora refiriéndose a los condicionamientos físicos de nuestro entorno, en particular el relieve llano en los valles, que permite la mecanización de las tareas, y la alternancia de suelos calcáreos (permeables) y arcillosos, aquellos que retienen los caudales hídricos en superficie dando lugar a pasadas zonas inundadas, como era La Laguna. No olvidó la profesora señalar la gran importancia de los acuíferos, así como la estacionalidad de una climatología propicia para la trilogía mediterránea: cereales, vid y olivo.

Será la viticultura local, muy desarrollada tras la crisis de la filoxera francesa, la que capitalizará el avance agrícola de finales del siglo XIX. No obstante también será el comienzo de la sobreexplotación de los recursos naturales, en particular de los hídricos, de manera que ya no sólo no manarán las aguas caballeras, sino que la perforación de los pozos del Zaricejo
iniciarán una vía de alimentación de los cultivos del Medio Vinalopó y el Campo de Alicante, pero que esquilmará nuestras reservas.

Sin embargo el verdadero cambio social llegaría a partir de los años 50 y la generalización de la industria zapatera y afines. En la mitad del siglo pasado los activos de la agrícola sumaban un 50% de la economía local, mientras que hoy en día apenas superan el 3%. Además las extensiones de tierra en propiedad son, hoy por hoy, insuficientes para encontrar rentable su explotación: un 65% de las propiedades ocupan menos de 5 hectáreas, lo que impide su correcta explotación económica, viable a partir de las 15/20 ha.

Por otro lado los cultivos de regadío se han ido incrementando, especialmente en lo relacionado con horticultura y frutales (producciones de marcada orientación comercial), mientras que muchas tierras viven un proceso de abandono. En caso de optar por el secano muchas veces se eligen cultivos de los denominados de “agricultura parcial”, es decir, aquella realizada por trabajadores de otras profesiones y que aprovechan momentos libres para la atención al campo, en particular en el caso del olivar.

Mención especial recibió en la charla de la profesora Hernández la Política Agraria Comunitaria (PAC) . Las medidas de la Unión Europea, como el “pago único” de la producción, motivan la orientación de los cultivos, así como el abandono de labores de baja productividad o la ampliación de los objetivos de la agricultura, que ya no sólo se contempla como una actividad extractiva, sino que se incentivan los valores ligados a ella, como son la conservación del paisaje, el mantenimiento de flora y fauna o el desarrollo del turismo rural.

La ponente recordó algunas singularidades actuales del Alto Vinalopó, como ha sido la modernización y ampliación de los regadíos, situación distinta a otras comarcas que están viviendo un desarrollo económico no ligado a la explotación agrícola del territorio. También hubo mención al plan de embalsamiento de aguas que ha permitido a la Comunidad de Regantes contar con recursos que han pasado de los 20.000 m3 al más de 1,2 millones actuales.

Concluyó la charla con algunas consideraciones generales: la agricultura ocupa un 62% del territorio municipal pero su importancia económica es marginal, eso sí, se adivina un margen de importancia creciente en virtud a su relación con otras actividades económicas y consideraciones actuales como son la importancia paisajística, cultural y etnológica de nuestro campo. Aún así la profesora señaló algunas características de una posible política agraria viable, que pasaría por el fomento de producciones con importante valor añadido, así como el posicionamiento en mercados, la creación de marcas de calidad, denominación de origen, etc.

Tras la ponencia se cerró el acto con el recuerdo de Loli Fenor, responsable conjunta del curso, a las instituciones (Sede Universitaria, Cátedra Arzobispo Loaces, Concejalía de Educación, IES Hermanos Amorós, etc.) que han apoyado el ciclo de charlas, así como las empresas (CAM, Glem Gasóleos y Atlántica Ibérica) que han colaborado con su celebración. Anunciaba Fenor la satisfacción de los organizadores, al tiempo que lanzaba la posibilidad de continuación de esta serie de charlas que durante doce semanas ha interesado a un buen número de villenenses deseosos de conocer mucho más sobre su ciudad.

02 abril 2007

Leo Bassi: "la oposición me da más motivos, más energía y más público"

La fuerte polémica que en las pasadas semanas reflejaron los medios de comunicación en referencia a la actuación del cómico italiano justificó una rueda de prensa en la que Bassi defendió sus opiniones, animando a aquellos que las critican a que al menos vean el espectáculo.

Ante los medios de comunicación convocados en la Casa de Cultura poco antes de la representación, comenzó Bassi explicando el sentido de ‘La Revelación’: "la obra habla de mi espiritualidad, no creo en Dios, pero reflexiono sobre la razón de mi actitud. Nunca había sido tan íntimo en un escenario, ciertamente hablar en público sobre las creencias personales es un acto de valor".

Igualmente el cómico defendió la valentía de los responsables de la Casa y la Concejalía de Cultura, al tiempo que se refirió a la coincidencia con la celebración de la Semana Santa. Para Bassi la reflexión general debe ser la evolución de la sociedad: "hace unos años era impensable que la gente fuera a la discoteca después de las procesiones o simplemente de vacaciones a la playa". Las tradiciones cambian con el mundo y, al menos, el espectáculo de Bassi habla sobre la religión, algo ciertamente propio de estas fechas.

El actor también entró a valorar el reproche por el que se le acusa de cuestionar únicamente la religión católica. Dejando aparte que, como pudimos comprobar luego, son numerosas las referencias al Islam y el Judaísmo, Bassi ofreció una explicación: "soy Europeo, criado en Francia, Italia y España, por lo tanto la principal religión que conozco es el cristianismo y, más importante, pasa lo mismo con la gran mayoría de los asistentes al espectáculo". Reclamaba así el derecho a fijarse más en aquello que resulta más cercano y conocido: "hablo del Islam, pero no es mi cultura ni la de mi público, si hubiesen más musulmanes crecería esa parte".

Leo Bassi también abordó la fuerte polémica que le persigue desde que comenzó con el espectáculo: "durante un año se han sucedido las concentraciones ante el teatro Alfil y he tenido que ser escoltado policialmente, pero además pusieron una bomba de un kilo de explosivo junto al camerino". Bassi entiende que un grupo perteneciente al área más conservadora del catolicismo ha encontrado en él un buen objetivo y que por ello se suceden los episodios de intentos de censura en algunas de las ciudades en las que ha actuado.

No obstante el bufón se siente "más fuerte y convencido" con esta oposición: "me da más motivos, más energía y más público". Como anécdota, Bassi contó cómo el espectáculo fue recibido con indiferencia en Holanda puesto que los chistes sobre religión no despertaban controversia, así que el cómico tuvo que plantearse abordar otro tabú social diferente. Así son los actos irreverentes sobre la autoridad y contra la higiene los que han desatado la polémica en sus representaciones extranjeras.

En referencia a la posible retirada de la subvención que había otorgado la Conselleria de Cultura, Bassi fue tajante: "da igual, lleno los teatros sin necesidad de ayuda pública y soy un artista rentable". Otro tema es que en muchas poblaciones únicamente existan teatros públicos, sin alternativa privada posible. También otra cuestión es que la Generalitat Valenciana, un administración pública, "haya cedido a la presión y dé una muestra de intolerancia" bajo la influencia de opiniones parciales. Aquí Bassi recordó la famosa sentencia atribuida a Voltaire: "Je ne suis pas d'accord avec un mot de ce que vous dites, mais je me battrais jusqu'à la mort pour votre droit de le dire", llamando asimismo la atención sobre el momento electoral que vivimos: "el espectáculo ha sido visto por unos cien mil espectadores, incluidos los de Petrer de hace pocas fechas y no se han producido este tipo de represalias".

No obstante, a fin de dialogar sobre la polémica, el cómico indicó que había intentado ponerse en contacto y conversar con el sacerdote de la Iglesia de Santiago, Ángel Bonavía, algo que finalmente no fue posible ante las apretadas agendas de ambas personas el pasado viernes.

A preguntas de los medios de comunicación Bassi aclaró que "La Revelación", a pesar de las constantes acusaciones de anticonstitucionalidad y atentado contra el respeto religioso, "no ha recibido ningún tipo de denuncia", algo que el cómico desearía antes que mucho de lo que está sucediendo.

La obra más triste de Leo Bassi

…y Leo Bassi actuó. Después de toda la polémica previa, de presiones y apoyos, el cómico italiano cumplió contrato y ofreció su "Revelación" en la Casa de Cultura, una obra de teatro sobre la religión que consiguió completar sobradamente el aforo del Salón de Actos.

Decimos bien: "sobre la religión". Seguramente para disgusto de unos y otros lo que Bassi ofrece en esta ocasión no es un alegato deicida o inútilmente blasfemo, es una larga (quizás demasiado) conversación en primera persona sobre las dudas de un materialista que siente el miedo ante el vacío.

Comenzó el payaso ataviado de sumo pontífice y pidiendo perdón. Perdón por seguir un camino alejado a la verdadera dimensión de la fe, disculpas por el silencio cómplice ante injusticias palpables o al apoyo decidido a dictaduras represoras. Bassi, transformado en Papa, lanza un alegato "la iglesia no puede estar al lado de los ricos, los generales golpistas y los hijos de puta en general". Luego el momento más polémico: "el matrimonio es sagrado, pero la vida humana está por encima del dogma" mientras consagraba preservativos. Hasta aquí el caldo gordo para deseosos.

El cómico lanzó un prólogo a los asistentes. "La revelación" es un espectáculo que ha estado durante un año en el cartel del Teatro Alfil de Madrid, en ese tiempo se han sucedido las manifestaciones a las puertas, rezos y plegarias ante la herejía, y una bomba. Un kilogramo de explosivo ante el camerino que pudo acabar con el comediante, pero también con cualquier otro. En ese tiempo no se ha interpuesto ninguna demanda, algo que desea Bassi por encima que el responsable siga libre y dispuesto.

"Quiero ser claro con los creyentes que estén en la sala: este espectáculo está hecho para provocar, pero más importante, está concebido para hacer perder la fe a través de los argumentos". Bassi, mentía en lo segundo, era una nueva boutade que matizó debidamente: "si un payaso es capaz de hacerlo, si tienen miedo, quizás no tengan tan clara su fe".

El bufón dejó la explicación y comenzó debidamente el show, pero el tono reflexivo, para desilusión de los juerguistas, no decayó. El cómico, que no cesó de referirse al Islam y al Judaísmo, encaminó su particular lectura de las Sagradas Escrituras. El Génesis, la creación de Adán y Eva, le sirvió para denunciar el ánimo discriminador de las religiones monoteístas. El pecado original nos enseña que la mujer surge del hombre y además es mala y engañosa, indicó el cómico, pero además las tres grandes religiones proscriben la sexualidad, relegándola únicamente al ánimo procreador.

Vestido de telepredicador, a la usanza de proselitista mormón, continuó con la Biblia de una manera que yo he visto más graciosa a los alicantinos Ribonucleicos o, yéndonos más lejos, a los Monty Python de la "Vida de Brian". Todo encaminaba a un punto no tan lejano: las Luces. La pantalla del escenario mostró a los padres de la Ilustración y la sentencia (apócrifa) de Voltaire, recordada una hora antes, volvió a resonar: "no estoy de acuerdo con su opinión, pero estoy dispuesto a dar la vida para que tenga el derecho a defenderla".

Bandera yankee, discurso auténtico del presidente norteamericano: "nuestro Dios es más grande que el suyo". Estados Unidos es Lincoln, Jefferson, Washington, y también Woodstock, Warhol y la generación Beat. La luz de la democracia y los derechos humanos, que Bassi conoció bien, se ha transformado en una nación que comete el pecado divino: "somos el pueblo elegido".

Bassi lanza manzanas al público como eucaristía neocon y lanza discurso transgresor: "Jesucristo y su mensaje son revolucionarios: Es más difícil que un rico entre en el reino de los cielos que un camello pase por el ojo de una aguja". Jesucristo, siguió el cómico, fue un rabino judío que hablaba de cosas importantes y se situó fuera de la religión establecida. Aquí, como ya había hecho antes, Bassi defendió un cristianismo diferente con denominación clara: la Teología de la Liberación.

Una religión sin milagros, sin parafernalia, sin iconos, aquella de los tres primeros siglos de cristianismo hasta que fue adoptada por el Imperio Romano. Y luego las Obras, como Lutero: "para qué la vida eterna si no vivimos convenientemente la presente". No hay milagros divinos, sino el milagro del esfuerzo y el amor.

Aquí Bassi llega a su revelación. El cómico, que ya llevaba una hora larga en el escenario, se sincera todavía más: soy laico, ateo, y materialista… y siento que mucho me falta. "Coincido con los que se oponen a esta obra en que este mundo anda falto de valores, otra cosa es que deban ser los suyos". El actor lo dijo bien: tengo claro que no quiero renunciar a la Ilustración, a Spinoza ni a Diderot, pero necesito la espiritualidad, especialmente aquella que me liga a la Naturaleza, por eso mi religión sería la que aúna la Razón con la Ecología pero, sobre todo, también la que permita la comicidad. Mi filosofía pasa por la risa.

Llegaron entonces los momentos más plásticos, aquellos que denotan al Bassi circense, bufón itinerante de larga estirpe, y que no ocultaron un final contradictorio, inconcluso, algo que defendió encendidamente: "como payaso me siento mejor con lo imperfecto, lo perfecto es inmutable y tengo miedo a aquello que nunca puede cambiar". El laicismo no da respuesta a las grandes preguntas, "pero no deseo entrar en el misterio, prefiero que se mantenga velado".

Concluyó así un espectáculo atípico en Leo Bassi, mucho más hilarante cuando profundiza en la crítica social y la pantomima propia. Bassi mantuvo la denuncia social que tanto nos gustó en otras obras, pero en este caso lo representado se tornó triste, tanto por tener que hacer de algo tan sencillo un reivindicación y, sobre todo, porque el debate propuesto resultó mucho más pobre por no estar presentes todos aquellos que no quisieron asistir (incluso que en algunos casos, pocos, trataron de que nadie estuviéramos allí) y que seguramente hubiesen propuesto posibles respuestas a tan amargas preguntas.