22 diciembre 2006

…y Andrés Ferrándiz no se hizo carne.

Katakí, sequillos y pasticas preparadas. Lo más granao del poderío villenero en la sala y todos pendientes de que Andrés Ferrándiz Domene saliera del armario donde se guardan los pantalones bombachos. Era el mejor momento: la presentación de su “¡Día 4 que me fuera!” en formato libro, pero cobarde, cobarde, AFD no se hizo carne.

Como boato sin escuadra, Carlos Prats y Andrés Leal presentaron el origen, nudo y desenlace del “Día 4 que me fuera”, la embajada cachonda que cada semana se viene sucediendo en la prensa villenense, primero en las páginas de Villena.net, luego en las de El Periódico de Villena y, desde esta misma semana, también en el libro que se puede adquirir en la librerías patrias. Creo que también en Pujalte, busquen entre las revistas del escaparate.

Carlos y Andrés, como capitán y alférez a falta de madrina, contaron aquel primer contacto con la obra de AFD. Fue en la grandiosa presentación de Viento Fresco, ya hace tres añitos, cuando Andrés deslizó un facsimil (hoy incunable) muy parecido al boletín de la Junta Central de Fiestas. Carlos Prats no lo leyó hasta el día siguiente cuando, de camino a Alcoi (donde si no va a ser), se despichotó con las ocurrencias lúdico-festivas del que ya se puede llamar cronista oficial de la verdadera fiesta villenera.

Aquel panfleto, distribuido casi de forma clandestina, afortunadamente no quedó sólo ahí. Carlos enroló, tras arreglar seudónimo y sueldo, la aparición de AFD en las páginas de este digital. Y ahí llegó el acabose. “Día 4 que me fuera” se ha leído en juntas y directivas, escuadras y peñas,… ya pocas gentes desconocen que en la penúltima de El Periódico de Villena están las Salvatierra News, la crónica irónica de los iconos y mitos villeneros, esos que sólo conoce de pe a pa aquel que ha dedicado tiempo y sesera a la observación de sus congéneres. Déjenme que les diga que lo que ha hecho Andrés Ferrándiz por la fiesta de Villena es comparable a lo que “Vaya Semanita” se propone en el País Vasco. No le quiten un ápice de importancia y súmense a la desmitificación.

Contornás

Cierto que hubo antes y habrá después de “Día 4 que me fuera”, como se encargaron de contar los anfitriones refiriéndose a los “Alrededores” (quizás fuese más indicado decir “Contornás”) a la obra de Andrés Ferrándiz. Jelipe y Antón, efectivamente, son insignes precedentes en la conversación gamberra sobre las Fiestas, y Los Juanolas pegan el salto generacional al YouTube ofreciendo la más gloriosa panoplia de villeneros ilustres que jamás se haya hecho. Larga vida a estas fiestas y sus críticos.

Así que sea bienvenido también el recopilatorio de AFD, con las atinadas y pertinentes ilustraciones de Vicente Molina “Petete” y aprovechemos para recriminar la mala follá que tiene anunciar también que el de ayer fue un homenaje póstumo. AFD se nos va, desaparece. En Tabarca o la Laguna, lo cierto es que el autor del “Día 4 que me fuera” se refugiará lejos del mundanal ruido de las dianas. Así que crece todavía más el valor del esfuerzo editorial que han hecho estas gentes y aumenta también la penica que da cuando algo se muere en el alma porque un amigo se va.

Ante todo ello, este último coletazo de AFD y la espantá de ayer, hago una solemne proposición: cargos y autoridades, concejales y alcaldesa, moros y cristianos, unámonos todos en la petición conjunta de que Andrés Ferrándiz Domene sea el próximo pregonero de Fiestas. Se lo debemos, nos lo debemos, que sin él seguramente muchos seguiríamos pensando que el mundo se acaba en la Losilla, como en aquella película de “Los Dioses deben de estar locos”.

20 diciembre 2006

¿Podrá el Ratón Pérez ayudar a un gato que se ha quedado sin dientes?

Antonia Ródenas ha enrolado al personaje infantil en una peligrosa aventura que se recoge en su último libro “Cartas a Ratón Pérez”, que ha sido publicado por Anaya y que anoche fue presentado en la Biblioteca Municipal ante un numeroso público.

Antonia
, autora, Bea Silva, cicerone que la animó hacia la publicación de sus obras, y Rosario Belda, concejala de Educación, ejercieron de maestras de ceremonia de la presentación de un relato “juvenil pero que hace pensar como adulto”.

Bea glosó las virtudes y valores del texto, repleto de referencias hacia la amistad, la intolerancia y su superación, así como los valores literarios de la última publicación de Antonia Ródenas, escritora y profesora de una escuela infantil que ya ha publicado, con este, nueve relatos infantiles. Anteriormente ya gustó con propuestas como “Rimas de luna”, “En el mar”, “Quiero mi chupete”, “Un puñado de besos”, “De Puntillas”, “Duerme” y “Risa de cocodrilo”.

En esta nueva aventura se cuenta como Ratón Pérez, que como sabemos se ha dedicado toda la vida a hacer un regalo a cambio de un diente, recibe cartas de Manchas Negras, un gato que sueña con cantar y que no vive tranquilo. De esta manera Pérez se ve envuelto en una peligrosa aventura por ayudar a su enemigo natural. Todo ello, además, perfectamente acompañado de las sugerentes ilustraciones de Carme Solé Vendrell.

Ante un atento público, que arropó a la escritora natural de Villena, Antonia y Bea hicieron de improvisadas rapsodas leyendo con tino una parte de este libro dedicado a niños, niñas y personas que alguna vez lo fuimos. Los asistentes, entre los que se incluía la alcaldesa y su hija, pudieron apreciar así las sensaciones de ternura, abandono, miedo y alegría que es capaz de trasmitirnos la propuesta de Antonia Ródenas.

Nota: Como todos sabemos, el Ratoncito Pérez es un personaje real y de hecho conocemos donde vive: dentro de una caja de galletas en la Confitería Prast, situada en la calle del Arenal de Madrid. Os dejamos una foto y un enlace: www.fotomadrid.com

19 diciembre 2006

Ballet clásico "Made in China"

En el Teatro Chapí la Tianjin Ballet Company ofreció el sábado una muestra representativa de su trabajo actual: creaciones de autores clásicos occidentales, así como lo más característico de la coreografía china presente.

En China existen sólo 5 compañías estatales de Ballet Clásico de primer nivel y una de ellas es la de Tianjin, ciudad situada en la costa este, muy cerca de Pekín. De hecho la historia de este Ballet, que cuenta con más de seis décadas de existencia, está estrechamente ligada al Teatro de la Música y la Danza de la capital asiática.

Desde la guerra civil china hasta el nuevo periodo de reformas económicas y políticas, generaciones de artistas se han esforzado continuadamente por elevar el nivel de una forma de expresión artística especialmente considerada en ese país. Es así como el teatro y la ópera china, junto con las artes circenses, han alcanzado un nivel insuperable para otras latitudes.

Buena muestra de ello la pudimos apreciar los asistentes al espectáculo que en el Teatro Chapí acercó fragmentos de coreografías occidentales junto con otras miniaturas “made in China”, de tal forma que se guió al público hacia la interpretación particular de las distintas danzas, resultando la gran belleza de la puesta en escena y la alta exigencia técnica los auténticos hilos conductores de lo mostrado.

El programa, de noventa minutos de duración, presentó en la primera parte una muestra de coreografía europea iniciada con la creación de M. Petipá titulada “Paquita”, un ballet con tema español del cual sólo se conserva el acto segundo y que forma parte del repertorio de muchas compañías profesionales de ballet del mundo. El Ballet de Tianjin logró dar vida con cuidada presentación y bello vestuario a este «canon» del ballet clásico del siglo XIX, en el que participaron la mayoría de la veintena de bailarines y sus solistas.

La segunda parte del programa presentó un ballet de carácter oriental con una selección de miniaturas coreográficas de diferentes contenidos, música y estilo, junto con fragmentos de obras del Ballet Chino como “Jing Wei” o el relato épico “El destacamento de Mujeres del Ejército Rojo”. A través de estas diversas interpretaciones pudimos apreciar tanto el alto nivel técnico y artístico de la compañía, como la complejidad de abordar un arte que se nutre constantemente de su propia tradición pero que pretende alcanzar formas más actuales y propias para la danza.

Gracias a ello el público asistente, que llenó dos tercios del aforo, disfrutó de un espectáculo tradicional pero poco frecuente en nuestra cultura, lejano en su origen pero mucho más próximo gracias al cine, la televisión y acertadas actualizaciones del espectáculo circense.

Eso sí, en lo negativo, además de alguna deficiencia en el sonido (grabado) que acompañó algunas de las partes del espectáculo, habría que señalar la mera intención “abreboca” de la propuesta, que trata de ofrecer una degustación de lo más tópico o esperable, sin jugársela, al menos, con la intercalación de alguna presentación más vanguardista. De esta manera, en el Chapí fue posible apreciar la técnica de bailarines de alto nivel, pero no tanto la imaginación de coreografías que también podrían transitar fuera de los cánones, ya sean de oriente u occidente.

18 diciembre 2006

10 = ARTE / San Antón excepcional sala de exposiciones

La rehabilitación de la Ermita de San Antón ha ganado para Villena una instalación propicia para exposiciones y otras actividades culturales. El viernes fue el momento para la muestra de diez artistas plásticos locales.

La sala de exposiciones de la Casa de Cultura suele contar con sus instalaciones reservadas con muchos meses de antelación, por lo que es frecuente no poder acoger algunas de las propuestas que se plantean. Es por eso que adquiere todavía mayor importancia contar en nuestra ciudad con un recinto preparado para exposiciones y otras posibles actividades, como conciertos y talleres didácticos. Además el templo ha quedado preparado como un espacio diáfano y adecuadamente iluminado, perfecto para muestras pictóricas.

La inaugurada el pasado viernes, titulada “10” y que estará abierta hasta el próximo 10 de enero, de 18 a 21 horas, ha logrado reunir a un importante colectivo de pintores locales: Lorena Amorós, que recientemente expuso en la Casa de Cultura su colección “Restos y ‘Restos’ de Familia”, Pedro Marco, que también hace escasos meses nos mostró su retrospectiva “1966-2006” en la misma sala, Vicente Rodes, Pablo Lau, Rafael Hernández, Juan García Salguero, Vicente Molina, Miguel Ángel Escoin, Tomás Navarro y Antonio Chispes.

La exposición, no sólo pictórica puesto que muestra también alguna instalación artística, integra la obra de todos estos artistas locales, de manera que recuerda aquella muestra colectiva “Las tentaciones de San Antonio” que hace unos años albergó el mismo recinto. Sin embargo en esta ocasión no ha existido un motivo común en la obra expuesta, sino que se trata de una selección personal de cada autor.

Es de esta manera como los artistas villenenses dan la bienvenida al nuevo espacio expositivo, ya disponible desde hace unos meses y que a buen seguro logrará convertirse en un lugar referencial para la actividad cultural de nuestra localidad.

Mauri Sanchis y Javier Vargas: lujazo en la Casa de Cultura

El vestíbulo de la Casa de Cultura fue tomado la noche del viernes por la tropa de Mauri Sanchis, a la que acompañó un invitado de excepción: Javier Vargas. Los asistentes gozaron de un concierto intenso y vibrante.

Mauri Sanchis
, reconocido como el español que mejor maneja el dificilísimo órgano Hammond, mostró que se mueve como pez en el agua en el blues, deslizándose como nadie por el rhytm & blues, flirteando con el soul y tratando con sumo respeto al jazz.

Así es como este alcoyano que, tras curtirse en California junto a Gary Hamilton y Jay Word & the blues Commandoes y militar en las filas de la banda de Graham Foster, encandiló al numeroso público que se concentró en la planta baja de la Casa de Cultura.

Gracias a su dominio del Hammond, a su destreza y conocimiento del instrumento, este prestidigitador de las teclas consiguió deslumbrar a un público que llegó al delirio con la presencia de Javier Vargas. El guitarrista, conocido por sus colaboraciones con Carlos Santana, Flaco Jiménez, Chris Rea, Jior Wells y Andrés Calamaro, tomó el protagonismo en repetidas intervenciones, subiendo la temperatura de la fría noche villenera.

Junto con Vargas y Sanchis, contribuyeron extraordinariamente Blas Fernández (Batería), Xavi Alamán (Bajo), Oscar Ureña (Guitarra) y Kiko Berenguer (Saxo), de manera que el concierto, organizado por la Casa de Cultura en colaboración con el Club de Jazz de las Mil Pesetas y el Instituto Valenciano de la Música, se saldó con una satisfacción general y el ánimo de que se continúe largamente con estas actividades.

15 diciembre 2006

España en pasta

En estos días de debate sobre la Memoria Histórica merece la pena echar una ojeada a algunas de las novedades editoriales sobre la Historia patria que pueblan las estanterías y escaparates navideños. Tómenlo como sugerencia.

Antes del puente les recomendábamos la edición digital de la revista Tiempo, aquella publicación que ilustraba las mentes y sobaqueras más progresistas de la Transición. Pásense de nuevo por aquel artículo, que también sugería obras de Vázquez Montalbán y Luis Carandell.

España ante sus fantasmas

En esta ocasión nos decantamos por novedades editoriales, en primer lugar “España ante sus fantasmas” de Giles Tremlett, publicado por Siglo XXI. Al igual que hicieran otros curiosos impertinentes como Borrow, Ford, Hemingway o Brenan en los siglos XIX y XX, Giles Tremlett se adentra en el laberinto político, social y cultural de España, un país en constante cambio. El autor emprendió su viaje por el país y por su historia en un momento cargado de significado. La aparición, sesenta años después del fin de la Guerra Civil, de las fosas comunes de las víctimas del franquismo había puesto fin al llamado pacto de olvido.

Observó que los españoles han procurado borrar de su memoria la Guerra Civil y el franquismo. Sin embargo, las fosas comunes eran secretos a voces. La Historia de España es, advirtió, un polvorín de discrepancias y desencuentros. ¿Quién provocó la Guerra Civil? ¿Cuál es el origen del terrorismo vasco? ¿Y el de la rivalidad entre Madrid y Barcelona?

El viaje de Tremlett es también una interpretación de sus propias vivencias con los españoles. ¿Por qué no les gustan las figuras de autoridad y, sin embargo, les intimida la bata blanca de un médico? ¿Cómo pudieron las mujeres asumir el feminismo sin que los hombres se percatasen? ¿Por qué se someten los españoles a operaciones de cirugía estética, donan sus órganos, visitan los prostíbulos y consumen cocaína más que otros europeos? Para hallar respuesta a estos interrogantes el autor recorrerá extrañas y pintorescas carreteras secundarias.

¿Acaso los atentados del 11-M formaban parte de una campaña de los terroristas islamistas por devolver a España a su pasado musulmán? Los fantasmas del pasado están por doquier.Las soledad de la República

Mucho más académica es la segunda sugerencia: “La soledad de la República”, de Ángel Viñas, publicado por la Editorial Crítica. El historiador se ha propuesto construir un retablo de la Guerra Civil en tres tomos que se inicia con este que les presentamos, un volumen en el que, con informes en parte inéditos de los servicios secretos británicos y rusos, recrea los primeros cuatro meses de la contienda.

La soledad de la República desempeña así una función que, quizá sin proponérselo, sobrepasa la simple aportación al conocimiento de uno de los acontecimientos más relevantes del siglo XX: demuestra que el revisionismo que ha prosperado en los últimos años es una variante de la fantasía, por no decir de la manipulación. Como señala la crítica de José María Ridao en “Babelia”, en este volumen, el primero de una anunciada trilogía sobre los sucesos de 1936, Viñas no modifica el consenso general de la historiografía acerca de los hechos y su prelación, sino que los apuntala con fuentes no utilizadas hasta ahora; fuentes cuya eficacia contra el revisionismo deriva de un singular contraste: se trata de noticias de primera mano, de documentos originales, que proceden, sin embargo, de instancias de decisión de segundo o tercer nivel, cuando no de los ejecutores de las directrices políticas adoptadas por los principales protagonistas del conflicto, en España y fuera de España. Dicho en otros términos, Viñas certifica que siguen sin encontrarse pruebas documentales capaces de sustentar las elucubraciones interesadas acerca de la fecha en la que se inicia el conflicto, o del peso del partido comunista y de la Unión Soviética antes de que la rebelión militar se convirtiese en abierta guerra civil.

El hecho de que el relato historiográfico de Viñas adopte como escenario principal, no los frentes de batalla ni el primer plano político, sino los sinuosos corredores administrativos de un bando y de otro, permite contemplar el desarrollo de la guerra desde una perspectiva atractiva y original, que llega, incluso, a introducir el suspense en el curso de una acción panorámica, y un desenlace, que el lector conoce forzosamente de antemano.

Tienen, por tanto, dos estupendas propuestas para las próximas vacaciones de Navidad, aprovechen si pueden.

Los otros villeneros ilustres

A lo largo de la historia Villena ha proporcionado insignes vástagos que han ampliado miras y conocimientos al tiempo que henchido el orgullo de sus paisanos. Sin embargo algunos de ellos no han obtenido en esta tierra el reconocimiento que se merecen, mientras que más allá de nuestros límites sí que se hace. Así nos lo ha recordado un amable lector.

Joaquín María López
, político que llegó a presidente de gobierno y alcalde de Madrid; Ruperto Chapí, prolífico y exitoso compositor musical, Navarro Santafé, magnífico escultor naturalista, y José María Soler, excepcional arqueólogo autodidacta y amante de su tierra y sus gentes, cuentan con el necesario reconocimiento de sus conciudadanos: colegios e instituto llevan el nombre de Lopez, Chapí y Santafé, mientras que Soler merece una universidad para él solo, aunque los homenajes de la de Alicante ya van haciendo camino.

Constatables son también los recuerdos hacía ese culto y conspirador noble que nosotros llamamos Príncipe Don Juan Manuel o al polifonista Ambrosio Cotes. A todos ellos, tristemente, se ha unido Alfredo Rojas, siendo cierto que en todos los casos los villeneros, de manera más o menos extensa, sabemos de sus vidas y obras.

No sucede así con otras personas de, al menos, iguales méritos y que no reciben nuestro reconocimiento y recuerdo. Así nos lo advierte de manera indirecta un amable lector de Villena.net, Roberto Martínez, que se ha encargado de remitirnos artículos de prensa recientemente publicados en la revista El Temps referidos al historiador Sebastián García Martínez y al político catalanista Manuel Carrasco Formiguera.

Diputado y fundador de UDC

Del segundo poca información tenemos en lo referido a su vinculación a Villena, conocemos que su familia paterna provenía de nuestra localidad y de la vida de este jurista cabe destacar su activa contribución a la fundación de Unió Democrática de Catalunya y su elección como diputado en el Parlamento español durante la II República. Nos llegan noticias de un artículo en la revista Villena de los años ochenta, así que queda pendiente una mayor investigación.

Historiador y vicerrector

De Sebastián García Martínez sí que conocemos mucho más, quizás porque la guía sobre la ciudad “Villena, un tesoro” sí que ofrece una breve singladura suya. Todo sea dicho de paso, resumen vital que no aparece en la versión virtual de la guía, por mucho que Sebastián sea villenero ilustre tanto en papel como en pantalla internetera.

Cuenta la guía que Sebastián García, nació en Villena en 1942, llegando a ser profesor titular de Historia Moderna en la Universidad de Valencia, vicerrector de la Universidad Literaria y director del Colegio Mayor Universitario Lluis Vives. A los veintiseis años publicó su primer libro "Els fonaments del País Valencià Modern" seguidamente a éste aparecerían numerosos artículos y publicaciones sobre la historia del País Valenciano bajo el reinado de los Austrias.

Estudios como "Bandolers, Corsarios i Moriscos", "El Patriarca Ribera y la extirpación del erasmismo valenciano", "Valencia y la Casa de Austria" o su tesis doctoral "Valencia bajo Carlos II", son considerados por los expertos como referentes imprescindibles para conocer esa etapa de la historia del País Valenciano. Sebastían García Martínez falleció en Valencia en Junio de 1986.

Roberto Martínez nos hace llegar otros datos más humanos y actualizados: Sebastián fue hijo de Máximo Garcia Lujan (alias el Balandra), antiguo alcalde de Villena, vivió en la calle Trinidad, y su hermana sigue residiendo en nuestra ciudad, regentando una tienda de modas. Sebastián fue un Estudiante de los que procuraban no perderse una Entrada y de los pocos reconocimientos que tiene en Villena se encuentra una foto en la Unión Democrática de Pensionista. A Roberto le parece que aún así está escasamente reconocido, no cabe duda de que está en lo cierto.

Gracias a este lector conocemos algo más de ambos villeneros ilustres, cuya trayectoria es recogida en los recortes de El Temps que les adjuntamos, por ello les animamos a que los lean y en la medida de nuestras posibilidades nos encargaremos de recordar a estos hijos ilustres de una localidad necesitada de ellos.

04 diciembre 2006

"For Sale", venta ambulante del ingenio

Partirse la caja mientras el coco da alguna vuelta es lo que, de nuevo, han conseguido Rulo Pardo y Santiago Molero. El Chapí acogió el sábado el nuevo montaje de Sexpeare: la venta al detall de sus hilarantes propuestas.

Los presentes nos lo pasamos pipa: dieciséis personajes para dos actores y seis historias para una sola es un número de equilibrio que el villenense Rulo Pardo y Santiago Molero supieron mantener como en un circo americano: múltiples pistas de espectáculo continuo.

Un cantante que intenta hacerse hueco en sus breves actuaciones en el tiempo que le permiten los partidos de fútbol televisado, un carnicero que tras el fallecimiento de su mujer se enamora de una longaniza, un imitador de Elvis cuyas fechorías son investigadas por un rudo sheriff, un macarra al que ha abandonado su novia tras comprarse una casa en la que afirma estar “de puta madre” y una curtida mujer del oeste, a lo Escarlata O’Hara, que espera en su rancho a que su marido vuelva, son los cinco capítulos que se concretan en uno: esa historia de metateatro en la que Rulo y Santiago, junto a una voz en off, plantean la razón de su espectáculo, ese que se ofertaba en taquilla.

Así los Sexpeare hablaban de amistad, amor, las experiencias vitales y la charcutería, al tiempo que el ritmo se mantenía frenético, cuajado de desparrame, sinvergonzonería y surrealismo. Además su propuesta jugaba continuamente con la complicidad del público, reiterando guiños humorísticos y hasta puyitas locales. Los dos actores fueron enredando continuamente al público con el lenguaje y los personajes ofreciendo así historias y personajes recurrentes, de manera que todo podría quedar en una vuelta de tuerca, algo tarambana, de cosas vistas. Pero no, las historias de “For Sale” son la vía para hablar de lo que espera el público y lo que desea alcanzar los autores e intérpretes con su montaje.

Rulo y Santiago salieron triunfantes de ese delirio cómico que levanta una obra a fuerza de sus personajes, proponiendo preguntas sobre la credibilidad del teatro usual, los géneros escénicos y la predisposición de los espectadores hacia lo convencional. No obstante, tampoco quedaban claras esas segundas intenciones, por lo que es probable que otros no hagan la misma lectura.

Precisamente ese es el valor fundamental de la propuesta de Sexpeare: quien quiera quedarse sólo con la comedia habrá pasado hora y media de lo más a gustito, mientras que otros también se irán para casa o el bar con nuevas ideas a las que darle vueltas e, incluso, echarse unas risas.

01 diciembre 2006

Triunfo en sus pantallas

Iniciamos el pasado viernes una sección literaria de esas de recomendaciones para el fin de semana. Nada nuevo bajo el sol. Más bien casi nada, porque la gracia de una recomendación virtual… ¡es que pueden obtenerse en el acto los textos sugeridos!.

Además no hay por qué ceñirse exclusivamente a la referencia de un libro, impreso y virtual: también vale recordar revistas y otras publicaciones, presentes o pasadas, que alimentarán convenientemente nuestro apetito mental. La letra impresa continúa provocando ese fetichismo táctil y oloroso, pero no es mal sucedáneo la lectura en pantalla. Estén atentos a la invitación de esta semana, que va directa al bookmark.

Triunfo en Orihuela y en su casa

En Orihuela, pero en 1921, nació José Ángel Ezcurra quién, algo más crecido, fundaría y dirigiría las míticas “Triunfo” y “Hermano Lobo”, ineludibles referencias literarias y políticas de la Transición. En Orihuela, pero desde este mismo año, es posible encontrar todo el archivo gráfico de esas y otras revistas: todas aquellas que dirigió Ezcurra en sus años de periodista, a lo que se añade un ingente y variado material informativo que contentará a investigadores y nostálgicos.

Sólo con desplazarse a la biblioteca pública “Fernando de Loazes” es posible encontrar y consultar todo ese material, generosamente y afortunadamente cedido por su donante, pero aún a pesar de tanta cercanía lo cierto es que nos pilla más a mano www.triunfodigital.com, el otro regalo de Ezcurra.

Deben Vds. recordar que en la época tardofranquista, cuando lo del bunker y las primeras elecciones de Agredas, los progres lucían bajo el brazo un distintivo que, creían ellos, los separaba de los ciudadanos conformistas. Es decir, no sólo leían ciertas revistas sino que hacían ostentación de llevarlas. En particular destacaba la sobresaliente revista Triunfo. Los orgullosos compradores de Triunfo -no necesariamente lectores- que lucían sus sesudos ejemplares bajo el brazo eran conocidos como ”los del sobaco ilustrado".

El mote axilar lo contaba Luis Carandell, que aquellos años se ganó el cielo que ahora habita gracias a una espectacular secuencia de libros previos a la Transición: "Celtiberia Show", "Tus amigos no te olvidan" y la sobresaliente biografía de San Escrivá de Balaguer que pueden leer aquí. Cierto que Carandell escribía entonces en Triunfo.

Y es que Triunfo fue una singular obra colectiva que reunió a un equipo excepcional de periodistas, paradigma profesional de la segunda mitad del siglo XX. Ante la imposibilidad de nombrarlos uno a uno, que sería lo justo, baste aquí con señalar en su nombre a los más recordados de entre los desgraciadamente desaparecidos: Eduardo Haro Tecglen, Luis Carandell, Manuel Vázquez Montalbán...

Casi gozoso del todo

Así que entenderán el éxtasis que supone encontrar, escaneados y colgados en Internet, todos los ejemplares de aquella revista. Todo el archivo, todas las páginas, en una sola web. Comprenderán así que esta sea la recomendación lectora para esta semana (y las venideras): descarguen y saboreen poco a poco, que el empacho puede ser minino. Eso sí, tampoco son todo flowers para la iniciativa (encabezada por la Universidad de Salamanca), ya que no es posible bajarse los ejemplares enteros de una tacada, así que hay que ir libando poco a poco.

A ver si alguien se toma la paciencia de descargarlo todo (hay un truco para bajar el número entero, ya que los directorios que contiene cada número están abiertos, por ejemplo: http://www.triunfodigital.com/XXVII518/) y lo vuelca en alguna red P2P, para que así, además de libre y gratuita, la descarga sea fácil. Mientras tanto, buen provecho.

29 noviembre 2006

Café-Teatro: ¿Y si preparamos un menú más actual?

La cafetería de la Casa de Cultura volvió a acoger una velada de café-teatro. En esta nueva ocasión el grupo Polichinela llenó todas las localidades disponibles congregando a familiares y amigos para degustar un menú tradicional y de gusto conocido.

La del sábado por la noche fue una nueva ocasión para lanzar ilusiones y pasar un buen rato, algo que actores y público compartieron. La dirección de Juan Vicente Solera planteó una representación familiar llena de guiños cariñosos a los presentes.

Mantuvo toda la gala un joven presentador, Sergio Domene, que presentó con desparpajo cada uno de los platos. El primero correspondió a un actor bastante más veterano, Rafael Valdés, que se preparó convenientemente una intervención de un señor, Primitivo, al que le toca la primitiva. Chascarrillos, gracietas y una jota maña acompañaron un sketch que los presentes rieron en numerosas ocasiones.

Lo mismo sucedió con el primer plato principal, el “Aprendiz de papá” interpretado por Sara Carrasco y Alfonso Gandía, una historia de progenitores primerizos en los que, como cabía esperar, el peor parado suele ser el muñeco que asemeja criatura. Equívocos y la consabida incapacidad del género masculino para ocuparse de un crío. Vamos, lo mismo que hace lustros, quizás por eso el sábado era también el Día por la Erradicación de la Violencia de Género.

Eso sí, el acabose llegó con “Floro el Florista”, interpretado por José Ramón Morales. Efectivamente, lo hizo muy bien. Le salió tremenda la loca con pluma, la reina florista: labios pintados, mano tonta, andares sinuosos, femenino en primera persona,… lo de siempre. Reírse del mariquita, como parecía que ya sólo tenían valor de hacerlo Arévalo y Pajares.

Como ven, una auténtica vuelta al vodevil castizo, eso sí, intercalando el humor cándido, casi blanco, de las presentaciones, con barbaridades contra el discurso correcto, al que visto lo del sábado noche yo me vuelvo a apuntar, que no está todo hecho.

Después de hora y media de espectáculo tuve que irme, así que de castigo me quedé sin postre, preparado por Virtu Valdés y Juan Vicente Solera, y ya no digamos el Café y la Copa, que corrieron a cargo de Mariam Férriz, Juan Beltrán, Javi Valdés y Raúl Pont. Lo que me cuentan es que las risas fueron todavía mayores que en el menú principal. Estoy seguro.

Así que reiteramos los valores supremos de estas veladas: foguear ilusiones y comenzar el rodaje en tablas, pero desde luego parece incongruente preparar representaciones con gracietas marchitas y esperar que asista un público que vaya más allá del compañerismo o la familiaridad.

27 noviembre 2006

Lilith: Machismo bíblico

Lilith habla de una mujer que, a pesar de su inteligencia y sus firmes y consecuentes criterios, sucumbe a una relación tormentosa marcada por el maltrato y la falta de libertad individual. Eva Zapico, el viernes en la Casa de Cultura, logó establecer un acertado paralelismo entre las mujeres de siglos vividos.

Según consta en la literatura hebrea, Lilith fue la primera esposa de Adán: estaba hecha con polvo y arcilla, igual que él. Era hermosa y libre. Pero Adán y Lilith nunca hallaron armonía juntos puesto que cuando él deseaba tener relaciones sexuales Lilith no aceptada la sumisión: “¿Por qué he de acostarme debajo de ti? —preguntaba—: yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual”. Adán trató de obligarla pero ella abandonó al primer hombre.

Cuando una persona lee detenidamente la Biblia y comprueba el trato que en ella se da a la figura femenina, en especial en el Antiguo Testamento, es difícil que no le invada una sensación profunda de angustia y extrañeza. No es agradable comprobar cómo la mujer bíblica es reducida, en el mejor de los casos, a elemento meramente funcional al servicio de la procreación y cómo toda cosa que tenga que ver con la fisiología femenina se convierte en algo impuro, abyecto y pecaminoso.

La obra

Eva Zapico, directora de la obra, y Antonio de Paco, autor del texto, realizan en su “Lilith” un recorrido que parte de la inferioridad moral otorgada a la mujer tras el pecado original de Eva, continuando por los siglos de castigos y crueldad por su condición de seres incompletos e inferiores, llegando al momento actual. Para ello se valen del uso que las religiones hacen del miedo para controlar la voluntad del ciudadano, Lilith trata de un tema especialmente inquietante: el poder de la manipulación emocional y cultural.

La obra indaga en la figura femenina y su evolución, y cómo, pese a la apariencia de tener el terreno ganado en materia de igualdad, el maltrato y la falta de respeto entre los sexos siguen vivos. Aún a pesar de tantos años de lucha feminista, Lilith viene a decir que no hay tanto que celebrar y para ello se recurre a figuras inevitables como Simone de Beauvoir o Sylvia Plath, y a otros personajes interesantes como la cantante de blues Bessie Smith que con su voz inicia y culmina la obra.

Lilith, a través de los paralelismos entre la Biblia y la realidad, habla de una mujer que a pesar de su inteligencia y de sus firmes y consecuentes criterios, sucumbe a una relación tormentosa marcada por el maltrato psicológico, la falta de libertad individual y la pérdida de control sobre su vida y sus ideas. Una poderosa conclusión todavía no aprendida, a pesar de lo llovido.

La puesta en escena

La obra, pues, presenta un tema contundente, sin duda, y por momentos lo desarrolla con fuerza -especialmente en la coreografía y la plasticidad del trabajo con los actores-, pero el excesivo juego con la estructura entrecorta demasiado el discurso y finalmente el conjunto queda algo disperso y desdibujado, no se sabe bien si por el texto o por la dirección que se ha hecho de él, que en el apartado de puesta en escena y dirección de actores sí que resulta muy acertada.

Así la fuerza visual de las escenas bíblicas, basadas en la estética religiosa renacentista y acompañadas de música electrónica, se hace con toda la atención de la historia, de manera que la infradesarrollada narración de Verónica de Andrés (que hemos podido ver en diversas comedias de Albena Teatre) no logra hilvanar los episodios, quedando así en auténticos clips musicales, aunque al abajofirmante le parezca una buena idea que, por ejemplo, funciona perfectamente en el “Réquiem por un sueño” de Aranofsky.

Conviene por ello señalar que esta Lilith es un derroche de teatro físico, donde José Luis Cano, Sandra Gómez, Merce Tienda y Pau Blanco, están muy bien, al igual que la acertada escenografía, que nos indica de igual manera el respaldo económico de Teatres de la Generalitat Valenciana y el acierto de la Casa de Cultura a la hora de programar esta obra en la víspera del Día Internacional por la Erradicación de la Violencia de Género.

24 noviembre 2006

Cruasanes en el nombre del cerdo

A leer se ha dicho. Comenzamos esta semana a recomendar literatura, que falta hace y nos atrevemos con todo. En esta primera ocasión nos decantamos por eso que algunos llaman “comedia inteligente” y que, en definitiva, son perfectos ejercicios literarios destinados al gozo del lector.

La semana pasada nos reunimos unos cuantos, bastantes, en el sótano de la Casa de Cultura a filosofar (entiéndase el verbo en el sentido villenero, que lo tiene) sobre cultura y otras yerbas. Lo hacíamos tomando como base ese libro que ya hemos cacareado demasiadas veces: “Rebelarse vende” de los canadienses Heather y Potter. Andrés Leal, iconoclasta el muchacho, desaconsejó su lectura. Yo, diletante de estos temas, les recomiendo la compra y lectura, que no está la cosa como para desdeñar escritos que abran el apetito… y si no se lo quieren comprar, pídanselo al bueno de Andrés.

Vuelvo de nuevo al tema del libro porque hemos convenido el director de este medio y el abajo firmante que no haríamos mal recomendando alguna lectura para el fin de semana, algún relato o publicación varia que nos aleje de este mundo surcado de trasvases, centros de ocio y actos festeros… o incluso que nos acerque a estos temas con más conocimiento y sosiego, que va haciendo falta.

Así que asumimos el reto y aceptamos sugerencias, con dos pretendidas premisas: los libros que recomendamos habrán sido leídos por los proponentes o, al menos, tendremos tanta gana de hincarle el diente que (si nos fiamos de otros productos del mismo cocinero) justifiquemos así no esperar a degustarlo. Esto último viene motivado por el bendito mundo editorial de este país, que imposibilita que les recomendemos sin fecha de caducidad cualquier cosa publicada, digamos, que hace un par de años. Veinticuatro meses son suficientes para que cualquier agregado de folios pase de escaparate de la Fnac a la librería de viejo, así que trataremos de juntar ambas cosas: lo leído con lo que es posible leer. Esta semana comenzamos con tres libros, pero que al final quedan en uno. No se asusten.

Tres en uno

Hace un lustro dos novelas se batieron el cobre en las listas de ventas: “Soldados de Salamina”, de Javier Cercas, y “Lo mejor que le puede pasar a un cruasán”, escrito por Pablo Tusset. Aunque las dos han terminado en la gran pantalla, lo cierto es que Cercas se llevó el gato al agua. Aquella historia a caballo entre la guerra civil y el momento actual, entre la leyenda y la vivencia real, totalmente cruzada por personajes fronterizos, fue el merecido best-seller del año. Cierto que a mi no me llevó tan lejos como a otros, pero ya saben ustedes que si se trata de historia a mi lo que me pone es el libro académico.

Algo menos de repercusión tuvo “Lo mejor que le puede pasar a un cruasán”, pero aquella faja en la que el tristemente desaparecido Manuel Vázquez Montalbán lo recomendaba elogiosamente, hacía presumir lo que luego se hace realidad: el libro de Tusset es una de esas comedias desternillantes que hacen época. A lo largo de las páginas sucede una peripecia rotunda, un encadenamiento de sucesos perfectamente hilados por la lógica literaria, personajes algo caricaturescos pero verosímiles, situaciones guasonas y, para que no faltase de nada, una agudeza tronchante. Gozo ininterrumpido de cabo a rabo.

“Lo mejor…” es la verdadera recomendación de esta semana, cierto que ya tiene cinco años, pero se ha editado en distintos formatos y sigue siendo asequible conseguirla en tamaño bolsillo: busquen en uno de esos expositores rotatorios o en la Biblioteca Pública, que no es cosa sólo de niños, como a veces parece. La otra recomendación, la actual, es el segundo relato de Pablo Tusset “En el nombre del cerdo”, una intriga que pretende aprovechar los recursos y el tirón del cruasán. Eso sí, sin llegar a conseguirlo del todo.

A primera vista, “En el nombre del cerdo” es una novela policíaca. Como mandan los cánones del género, el libro comienza con un cadáver. En las instalaciones del matadero industrial de cerdos Uni-Pork, en San Juan del Horlá, aparece el cuerpo despedazado de una mujer de unos 65 años entre cuyos labios se encuentra una nota con la leyenda "en el nombre del cerdo". Hasta allí se dirigen el comisario principal Pujol, que está a punto de jubilarse, desde una ciudad que no se menciona pero se parece, y mucho, a Barcelona. Comienzan las pesquisas para descubrir al asesino.

El nuevo libro no ha entusiasmado a la crítica ni a los seguidores que esperaban una reedición del primer acierto, pero de nuevo se puede apreciar que Tusset sabe aliñar perfectamente un relato con su personalísima agudeza verbal, capaz de hacer cantar el idioma con la intención de hacernos pasar un buen rato y que, si Pablo sigue así, podrá generar una estética que hará escuela en años venideros. Estén atentos… y de paso díganme si les ha gustado.

20 noviembre 2006

Rebelarse vendió

El sótano de la Casa de Cultura acogió el sábado la primera charla del ciclo organizado por Jóvenes Verdes, Universitarios Progresistas y la Universidad de Alicante. Unas 70 personas siguieron las intervenciones de Pito Karcoma, Javi Chispes y Andrés Leal.

Parece necesario señalar que el redactor del presente artículo es también organizador de la charla, así que pongan en tela de juicio la objetividad del mismo. No obstante, lo cierto es que el lugar reservado para la tertulia se mostró finalmente mucho más acogedor de lo pensado en principio. Los responsables de la Casa de Cultura lograron preparar en el vestíbulo del sótano un ambiente acertado para una charla animada y el posterior turno de palabras.

El boca a boca, en particular el de los intervientes, los anuncios en prensa y, queremos creer, el interés de la charla lograron congregar a cerca de setenta personas que siguieron las intervenciones de tres ponentes conocedores del mundo cultural y artístico de nuestra zona. Tomando como base el ensayo de Joseph Heath y Andrew Potter “Rebelarse Vende”, el cantautor Pito Karcoma, el músico villenense Javi Chispes y el columnista y “teatrero” Andrés Leal fueron replicando los principales argumentos del libro, fijándose especialmente en el significado de contracultura y su repercusión actual.

Pito Karcoma fijó su atención en la necesidad de diferenciar entre obra y artista, entre la esencia de lo creado y la pose pública del autor, incidiendo así en la necesidad de valorar la actitud vital de un creador cultural, circunstancia que, a su juicio, sobrevivirá a los vaivenes del mercado y su posible éxito popular. Javi Chispes se decantó por la definición de los conceptos, buscando los significados precisos de cultura y contracultura, tratando además de ofrecer su experiencia personal en el mundo musical alternativo. Por su parte Andrés Leal abogó por sentencias más contundentes, tratando de distinguir entre arte y cultura, desterrando así el término de contracultura como concepto englobador de la cultura minoritaria.

El turno de palabras se alargó durante prácticamente una hora, sucediéndose las preguntas y reflexiones. En particular se incidió en la relación entre poderes públicos y el apoyo a la cultura o el distanciamiento de muchos artistas respecto al mundo político. Comentado y rebatido fue también el recorte de prensa en el que Fito Cabrales, componente de “Fito y los Fitipaldis”, sentenciaba que “cuando alguien coge una guitarra toma el camino contrario a la política”.

La charla del sábado inicia un ciclo mensual –que se completa con la proyección de la película “¿Quién se cargó el coche eléctrico?” en diciembre y la ponencia de Toni Puig sobre la Casa Joven el 12 de enero–, de charlas y debates fuera de conmemoraciones específicas. De esta manera se tratan de desarrollar temas recurrentes en muchas tertulias, pero que quizás abordadas con ponentes conocedores del tema y pretensiones más ambiciosas nos acerquen a conclusiones válidas, objetivo que en la del pasado sábado al menos se alcanzó de forma parcial. Gracias a todos.


Nota: Descargando el archivo adjunto podrán escuchar la grabación de las intervenciones de los ponentes. Igualmente si quieren ponerse en contacto con los organizadores de las charlas pueden hacerlo en los correos villena@jovenesverdes.org y up@ua.es

13 noviembre 2006

La cabra: Una provocación inteligente

Follarse una cabra no es algo nuevo, aunque siempre se haya vinculado a la soledad y aislamiento de pastores y hombres rurales. Lo realmente trasgresor pasa por detonar el tabú del bestialismo en el núcleo de una familia bienpensante y bien posicionada, situada precisamente en el límite de la tolerancia que Edgard Albee trata de reventar con su magnífico texto.

Martin, el protagonista de la obra representada el sábado en el Teatro Chapí, no se beneficia a una cabra: realmente la ama, desea estar con ella y su primer encuentro lo describe como una “epifanía o revelación” que dio lugar al amor que "inevitablemente conduce al sexo". Pero no nos detengamos demasiado en ello: el amor caprino es un recurso de Albee para crear la expectación y resonancia necesarias para aquello que realmente quiere cuestionar: la estructura familiar y el modelo de sociedad que ésta fomenta. Todo ello pulsando desde el humor las fibras más sensibles de nuestros prejuicios y sentimientos. Eso sí, no se equivoquen: “La Cabra” es una tragedia absoluta.

Tragedia

Albee desarrolla exquisitamente en tres actos una tragedia tan insalvable como las que urdían los griegos, esas en las que no hay vuelta atrás, esa que ilustra el comportamiento humano a través del lenguaje y sus sutilezas. Los juegos de palabras y las situaciones intelectualmente ingeniosas conforman el vínculo que ha unido a Martin y a su mujer Stevie durante más de 20 años. El humor y la fina ironía han sido la base de su estable relación y desde esta complicidad que les une y con la que nos obsequian en el primer acto afrontan los dos no ya lo inesperado, sino lo irremediable por inexplicable. Martin, un arquitecto de prestigio, un tipo culto y puntilloso con el uso de las palabras, no logra hacerse comprender. Stevie, tan culta como él, no puede digerir lo que está pasando. Junto a ellos, otros dos personajes de apoyo sustentan la trama: Ross, amigo de la infancia -seguramente envidioso de la buena fortuna de Martin- sirve para destapar el pastel, y Billy, el hijo adolescente cuya condición homosexual nos orienta sobre la tolerancia de sus padres.

Josep Maria Pou es Martin y es también el autor de la versión, el director del montaje y su coproductor. Puede que sean demasiadas teclas todas las que toca para dar con el grito claro y punzante de Albee, pero lo cierto es que hay una gran interpretación de conjunto y la atinada dirección de Pou se apreció especialmente en la representación de Mercè Arànega (Stevie), quizás el papel más histriónico y variado, puesto que se trata de una mujer estable, sensible e inteligente y, a la vez, de la esposa que se siente traicionada como enamorada y compañera. Con esos requisitos ciertamente se advierte la dificultad de defender unos personajes que navegan desde la estabilidad a la bestialidad, lo que les hace, en ocasiones, caer en la sobreactuación.

Los límites de la tolerancia

Albee, en el estreno de su obra hace sólo tres años, se descolgó con esta coquetería: “Finalmente –dijo- he escrito la obra que me expulsará del teatro americano”. Era como proclamar que, a sus ochenta años, sigue en pie de guerra y que esta es su más avanzada travesura. Ciertamente la obra del sábado más que entretener o emocionar, consigue conmocionar al espectador, tambaleando vilmente, a través del humor, sus convicciones y límites.

El publico se imbuye así en la finalidad última de Albee: explorar los límites de la tolerancia, utilizando para ello el forzamiento máximo de una relación amorosa: ¿qué pasa en una pareja si uno de los dos comete una barbaridad extrema?, ¿qué capacidad de tolerancia tiene el otro?. En definitiva, como dijo Pou, se trata de averiguar si es cierto eso de que el amor lo perdona todo.

03 noviembre 2006

Visca el Tripartit

No importa de donde vengamos, si del sur o del norte, eso si, estamos de acuerdo, ahora estamos todos de acuerdo: hemos ganado. No importa si eres del PSC o de CiU, de Esquerra o Iniciativa, del PP o de Ciutadans: todos tenemos motivos para celebrarlo.

Siguiendo la misma tradición de cualquier proceso electoral todos los partidos se han declarado satisfechos con los resultados. El truco es sencillo: fijarse en el aspecto más positivo para cada formación y obviar todos los demás. Pero más nos vale recordar que lo importante para una formación que se presenta a las elecciones con un programa es ejercer el poder, por mucho que se suba o baje en número de representantes… así que tratemos de averiguar quien puede cantar más alto y alegre.

1. CiU parece que gana, pero seguramente acabará como gran perdedora.

A pesar de la sonrisa profidén de Artur Mas lo cierto es que CiU se encuentra de nuevo muy cerca de ganar las elecciones y perder el Govern. Convergencia i Unió no ha alcanzado el reto que se había marcado: ganar por mayoría las elecciones, volviendo así a gozar de aquellos gobiernos monocolor que duraron veinte años bajo Pujol. CiU no ha podido evitar que matemáticamente sea posible una reedición del tripartito y, curiosamente, los nacionalistas se ven obligados a negociar de nuevo con Zapatero en Madrid… ¡saltándose a los socialistas catalanes!. Eso teniendo también en cuenta que si Mas fracasa en su segundo intento de acceder al Governse abre la crisis sobre su liderazgo y el futuro de su partido.

2. El PSC pierde las elecciones y gana el Govern.

El PSC se ha metido un guarrazo minino: ha perdido cinco escaños y 4,3 puntos, sólo había tenido peores resultados en 1980 y 1995. Además buena parte del cinturón rojo se ha quedado en casa: la participación general ha sido del 56,7% pero en Sant Adrià no llegó al 44%, en Santa Coloma 46%, Badalona 48%, Terrassa 51% y L’Hospitalet 55%. En la propia Cornellá, de donde fue alcalde Montilla, apenas supera la media general, sólo ha votado el 57% del censo. Datos demoledores que pueden pasar pronto al olvido en caso de que Montilla sea el sucesor de Maragall al frente de la Generalitat.

3. Gana Esquerra Republicana.

Baja dos escaños, ¿y qué?. ERC ha llegado a casa después del largo periplo por el desierto: ya no es una formación marginal puesto que goza de una base electoral consolidada que en este caso le ha valido 21 diputados aún a pesar de los múltiples errores de los acólitos de Carod-Rovira. Pero lo realmente importante es que sólo la Sociovergencia, el improbable pacto entre CiU y PSC, le dejaría fuera del próximo gobierno catalán.

4. También gana ICV y Ciutadans de Catalunya.

Iniciativa per Catalunya-Verds ha demostrado ser el partido más serio del tripartit y ha recibido el justo premio de aumentar en tres escaños, siendo así la única formación de izquierdas que mejora resultados. Los 12 escaños ecosocialistas conforman el segundo mejor resultado de su historia, sólo superados por los 25 del PSUC en 1980, en un contexto histórico que nada tiene que ver con el actual.

Ciutadans de Catalunya ha arañado 90.000 votos entre los defraudados del catalanismo del PSC, la moderación del PP catalán y los que han decidido apoyar un partido antisistema. Hay que ver qué juego dan a sus tres diputados, pero ciertamente se le augura escaso futuro a una formación sin base social ni organización.

5. El PP queda instalado en la irrelevancia en Cataluña.

Decíamos que todos tienen algo que celebrar. No es cierto, al menos en el caso de PP catalán. El PP de Piqué ni sube ni formará gobierno: es políticamente irrelevante. Además la extrema derecha mediática jaleará el discurso moderado del popular, así que lo razonable es pensar que en las próximas elecciones Josep Piqué no encabezará las listas: demasiadas ofertas jugosas de la empresa privada ha rechazo el antiguo ministro de Aznar.

Hasta aquí el análisis de los resultados catalanes. La gran incógnita ahora es saber quien será el próximo president. Dedicarse a los pronósticos siempre tiene riesgos, pero de vez en cuando hay que hacer apuestas. La mía es que caminamos hacia el Tripartito 2.0. Veamos las distintas posibilidades:


Sociovergencia: CiU + PSC

Por ahora los que desean un gran acuerdo CiU + PSC son los partidarios de Mas, obviamente, y el PSOE. Digo PSOE y no PSC. Zapatero desea un acuerdo estable con CiU, de manera que en el Congreso de los Diputados también se traslade el pacto y pueda terminar una legislatura mucho más tranquila. Incluso no sería extraño que un ministro del gobierno central perteneciese a la formación catalana. Pero en el PSC no manda Moncloa: ZP le puede pedir a Montilla que deje el Gobierno para ser candidato, pero no le puede exigir que renuncie a ser president en caso de que exista la posibilidad de reeditar el Tripartito.

Govern catalanista: CiU + ERC

Cuando ERC pactó en 2003 con los socialistas, y no con CiU, lo hizo por la sencilla razón de que su objetivo prioritario era partir el espinazo electoral de sus competidores nacionalistas. No lo consiguió, sobre todo por las meteduras de pata de Carod-Rovira, pero ahora tiene una segunda oportunidad para lograr un objetivo que sigue siendo fundamental para los republicanos. No se puede olvidar que ERC aspira a ser algún día el partido nacionalista hegemónico en Cataluña, lo que pasa por generar la crisis más grave posible en CiU. Y para un partido que ha gobernado durante dos décadas, no hay crisis mayor que estar en la oposición.

Tripartito de izquierdas: PSC + ERC + ICV

Todo este viaje, con tantas alforjas para llegar aquí. Para mí no está mal. El tripartit merece una segunda oportunidad, entre otras razones porque entiendo que no se cometerán los mismos errores. El PSC necesita reconquistar ese voto popular que siempre había gozado en las ciudades de inmigración andaluza y castellana, algo a priori más sencillo con un charnegopresident. ERC no puede elevar su discurso soberanista más allá de lo que ha hecho hasta ahora y lo que le toca es seguir la senda de ICV en lo referido a gestión de gobierno: más política de izquierdas, de fuerte contenido social y menos proclama nacionalista. Esperemos que ahora sí sea el momento.

En definitiva, les resumo mis apuestas en la quiniela: habrá tripartit, presidirá Montilla, Piqué no será candidato en las próximas y Mas casi que tampoco. Ah, y todo esto también pensado en los paralelismos con la política villenera.
como

02 noviembre 2006

Rabiosa diversión que colgó el "no hay billetes"

Lleno hasta la bandera, el Teatro Chapí recibió la puesta en escena de una de las obras más populares y cómicas del maestro villenense. El público se lo pasó en grande, aún pesar de que el libreto haya perdido con el tiempo buena parte de su hilaridad.

Aunque la Zarzuela suele denominarse como “género chico”, en supuesta comparación con la Ópera, lo cierto es que ese calificativo designa a las zarzuelas de un solo acto frente a las de tres o más que, ciertamente, son el “género grande”. La de ayer en el Teatro Chapí, “El rey que rabió”, se dividió en tres actos y ocho cuadros que se alargaron durante dos horas y media en las que el público aguantó de buen grado.

“El rey que rabió” es una opereta cómica estrenada en 1891 y compuesta por nuestro Ruperto Chapí sobre un libreto del zamorano Miguel Ramos y el asturiano Vital Aza. De este modo,además de ofrecer al público un espectáculo que atrajo y gustó, se rindió un nuevo homenaje al compositor de la tierra. El libreto, que narra las andanzas de un apuesto y joven rey que decide salir de palacio en busca de aventuras y encuentra el amor de su vida en una campesina, se sigue con facilidad y conjuga ingredientes sentimentales con final feliz: la boda del monarca saltándose las leyes de la realeza. Todo ello hilvanado gracias a situaciones de equívocos que desencadenan simpáticos enredos y una galería de personajes cómicos que, abocetados en sus diferencias, desencadenan algunos pequeños conflictos.

Opera 2001

La producción de esta zarzuela surgió a raíz del encargo que el teatro Principal de Zamora“Ópera 2001” con motivo de la celebración del IV centenario del Antiguo Corral de Comedias. Tras su estreno en Zamora, «El rey que rabió» ya ha pasado por León, Zaragoza y Gijón, ciudades donde también ha tenido una buena acogida por parte del público. A ello contribuye una puesta en escena sobria pero muy bien presentada y que recoge los elementos fundamentales para que triunfe una obra así: buena calidad musical (buenos intérpretes, suficientes músicos en la orquesta y cantantes en el coro) y elegancia en los trajes y decorados. Por todo ello fueron merecidos los aplausos a la dirección artística de Luís Miguel Lainz y la escénica de Roberta Mattelli, así como la participación de la Orquesta Filarmónica de Pleven (Bulgaria) y, como no, las interpretaciones de Enrique Ferrer (El Rey), Eva del Moral (Rosa) y Enrique del Portal (Jeremías).

En una reciente entrevista todos ellos coincidieron en la alabanza a la música de Chapí en detrimento de los textos. De hecho la compañía ha considerado oportuno hacer una “limpieza en el libreto” ciertamente desfasado tras 115 años desde su estreno. “Quizás el texto es lo más deficiente. Es una historia de cuento de hadas. Puede que falte algún personaje y algo de coherencia teatral” opinó la soprano Eva del Moral en las páginas de “La Nueva España”.

hizo a la compañía Éxito musical y popular

También es cierto que determinados números de la obra resultan familiares para el gran público, destacando entre ellos el divertido “Coro de los Doctores”, así como el terceto “Mi amor, mi bien, mi dueño” o el coro de pajes titulado “¡Compañeros venid!”. El conjunto de la composición, en la que no descolla de manera determinante ningún pasaje, resulta agradable de escuchar por su elegancia y armonía, y es fácil de interpretar pues, como se indica en la documentación adjuntada a los asistentes, la compañía que a finales del XIX encargó esta opereta ya andaba con las cuerdas vocales algo destensadas.

Con todos estos ingredientes la respuesta del público es infalible tanto por su asistencia masiva como por la entusiasta recepción hacia la sencillez de los argumentos, la mezcolanza musical, el lucimiento de grandes voces y la inclusión de elementos populares y pegadizos. Todo ello justifica sobradamente la programación de zarzuela en este y otros recintos, aunque también explica la letanía de un género aparcado en argumentos desfasados y vencido, o más bien reconvertido, por los musicales.


Si te ha gustado “El rey que rabió” también te interesará:

Los sobrinos del Capitán Grant (Teatro de la Zarzuela – Diciembre)
Las bribonas y La Revoltosa (Teatro de la Zarzuela – Junio 2007)

Otras representaciones de “El rey que rabió”:

- Compañía “Opera 2001”: 9 de noviembre. Teatro Circo de Orihuela.
- Teatro de la Zarzuela: 20 de abril a 27 de mayo de 2007. Madrid.

30 octubre 2006

Carmina Burana: se esperaba algo más

La ventaja de interpretar una obra tan conocida como el Carmina Burana de Carl Orff radica en ser conocida por muchos. El problema: que algunos llegamos a través de grabaciones canónicas, grandes orquestas y mayestáticas corales que levantan el subwoofer.

El Chapí estuvo de nuevo repleto, lo que nos habla del acierto de la programación y el día elegido. No en vano el plantel era barroco: doscientas personas en escena, ochenta pertenecientes a la orquesta filarmónica de la Universitat de Valencia, un centenar al orfeón Navarro Reverter y la contribución del coro de voces blancas de la Coral Ambosio Cotes, una nota local que estuvo a la altura.

El adjetivo “sinfónica” acompaña a aquellas orquestas que, constituidas por un total aproximado de cien instrumentistas y en las que predomina la cuerda, están completadas por el piano e incluso el órgano. Por su parte el epíteto de “filarmónica” viene simplemente a determinar su carácter de “amante de la música”, no obstante el adjetivo también hace referencia al origen del grupo, como es el caso del que participó el sábado, compuesto por melómanos que muchas veces actúan de manera altruista.

Cristóbal Soler, director del joven grupo, decidió no arriesgar en composición y si en ejecución, atreviéndose así con el popular Carmina Burana, las cantatas compuestas en 1937 por Carl Orff que han sido ampliamente difundidas por el cine y la publicidad. Del reto los valencianos salieron victoriosos, pero sin un buen botín.

Carmina Burana

El cancionero de Benediktbeuern, conocido también con el nombre de Carmina Burana -carmina, del latín carmen, canto; y burana, por el lugar donde se encontró- consiste en una serie de composiciones poéticas medievales que fueron recopiladas a principios del siglo XIII en un monasterio bávaro cercano a Munich. El códice engloba alrededor de trescientas obras escritas en latín, aunque también podemos encontrar algunos poemas, los menos, en alemán.

Los expertos atribuyen la autoría de este cancionero a los goliardos, estudiantes o clérigos errantes que deambularon por tierras galas, inglesas y germanas. A pesar de que la mayoría de las composiciones son anónimas, algunas piezas se encontraron en otros cancioneros contemporáneos, como los del Arcipreste de Hita, Pedro Blois y GaItero de Chétillon.

Aquellos vagabundos, que se decían seguidores de un supuesto obispo Golias, escribían poemas satíricos en los que arremetían contra la figura del Papa y la Iglesia o el poder de dinero. Otros cánticos ensalzaban la vida en las tabernas y cantinas, como puede comprobarse en “In taberna quando sumus”, o el ocio y el amor –“Mittamus studia”-. En ocasiones, los goliardos retocaban los textos litúrgicos, que transformaban en himnos lúdicos o en invocación dirigida a la fortuna. Con todo ello el compositor alemán Carl Orff compuso la obra sinfónica celebradora de la vida y la emoción que pudimos disfrutar el sábado.

Ejecución

Con semejante sentido celebrativo es curiosa la pátina grandilocuente con la que normalmente se aborda esta composición, error en el que también cayó el montaje del día 28. Sólo así se puede entender la declamación grave y solemne del narrador Juan José Prats. Entérense de una vez: los monjes goliardos escribieron cantos de fiestas y celebración, exaltadores del vino y los placeres y, por lo tanto, alejados de la reclusión religiosa. Abórdenlo así y darán sentido a la fiesta.

Eso sí, sin olvidar (y ahí está la dificultad), que se trata de una celebración altiva, coral y atronadora. Por eso el Carmina Burana hay que interpretarlo con muchos medios y grandes voces, algo que se programó en el Chapí pero que no resultó del todo.

Soler guió una interpretación correcta pero escasamente emotiva: se advertía el miedo al fallo. La partitura se interpretó sin problema alguno pero también sin la necesaria continuidad. Uno podía leer -junto a los ejecutantes-: ahora cuerda, luego viento, que suene la percusión. Evidentemente hablamos de una orquesta de estudiantes, sin duda mejorará con el tiempo puesto que en su atrevimiento está el valor, pero también hay que señalar sus carencias adolescentes al mismo tiempo que celebrar que tengan la oportunidad de actuar en lugares como el Teatro Chapí.

Eso sí, el orfeón merece menos duda. Desconozco la trayectoria del Navarro Reverter, pero lo cierto es que faltaron tenores, imprescindibles para elevar los decibelios del Carmina Burana. La primera interpretación del “O Fortuna” se hizo a medio gas y fueron necesarias tres composiciones más para calentar las gargantas. Carlos López, barítono, estuvo correcto pero quizás hubiese hecho falta un tenor; en el caso de la soprano Fuensanta Morcilla poco que replicar, estuvo soberbia y vital.

El público del Chapí supo comportarse, aguantó el aplauso para el final, sin interrumpir una ejecución que en otras circunstancias se hubiese parado para las palmas agradecidas pero ignorantes del ritmo necesario. De esa manera llegó la estupenda parte final del concierto en la que director, músicos y voces se encontraron y ofrecieron lo esperado: ¡Qué bien se cantó el último O Fortuna!, ¡qué regalo inesperado, todavía más sabroso por ansiado!. Finalmente consiguieron conquistarnos y así se lo supimos agradecer. Eso sí, falta alguna nos hacía un bis
con exactamente la misma pieza.

27 octubre 2006

Prefiero candidatos feos

Si me preguntasen cómo deseo que sean las candidaturas para las próximas elecciones respondería que integradas por gentes capaces de analizar finamente la realidad, fieles proponedores de soluciones y hábiles conseguidores de acuerdos. Ah, puestos a soñar, que no sean un Adonis o una poderosa Afrodita.

En el oasis catalán se viven días de campaña, allí los partidos afinan estrategias y cambios de imagen. Quizás el candidato que más tiene que trabajar es Montilla (José, que no Paco): se le conoce poco y habla menos. Es un tío que ni fú ni fá y poca cosa le define. Es charnego pero parla català, es de origen cordobés pero buen alcalde de Cornellá, fue ministro de industria española pero ejerció como embajador de la Generalitat.

Con esta amalgama los gabinetes de comunicación tratan de hacer del defecto virtud: parco en palabras es el tío reflexivo, desconocimiento de su labor es el callado preámbulo de los éxitos, carecer de entusiastas seguidores es síntoma de independencia,… Compromís, gestió, experiència i feina: Montilla.

Dirán que lo tiene difícil para ofrecer su perfil bueno, pero es que se le exige demasiado. Demasiédemasié para lo que sería deseable. Queremos que los candidatos sean carismáticos, elocuentes, resolutivos, conciliadores, sinceros, altos y guapos. Desde luego eso no es un ser humano, es un Mesías salvador y además arrastra dos problemas democráticos: confía todo en una sola persona (algo indeseable que ya pasó en tiempos no muy lejanos) y además siempre se piensa en un hombre. Al final volveré sobre las candidatas.

La importancia de la imagen

Sobre estas cosas leía palabras sarcásticas a Vicente Verdú. El ilicitano se refería a la importancia política de la mata de pelo: “desde Eisenhower, no ha habido en Estados Unidos un presidente calvo, y a quien mostró entradas pronunciadas le fue también bastante mal. FordCarter son ejemplos de líderes norteamericanos que ensombrecieron al país y sólo la llegada del melenudo Ronald Reagan enderezó la marcha de las cosas. John Kennedy no disfrutaría de su larga y mítica veneración sin la espectacular onda en el flequillo, y Che Guevara, en su estilo, lo mismo”.

El poder de la imagen suma demasiado en política. Aquello de “por sus hechos los conoceréis” ha quedado sólo en cita bíblica irrelevante ante el poderío mediático. De acuerdo en que es fundamental saber comunicar, también es común que hablar bien en público sea correspondiente en el tú a tú, pero no debe ser el único criterio. Trabajo constante, incluso callado; elevar la voz para anunciar y agradecer, y no tanto para atacar —aunque sea jaleado por “los suyos”— es lo deseable. Más hormiga y menos halcón.

Digo todo esto porque conozco alguna cosa, alguna, sobre las listas que en este pueblo se están fraguando y a mí me resultan bastante atractivas por renovadas y competentes, aunque seguro defraudarán a más de uno que espera un duelo fratricida de primeras vedettes ante los micrófonos y las cámaras.

Se trata de candidaturas algo feuchas para el circo mediático que, sin duda, desearía personalidades más deslumbrantes. Es más, estoy seguro que algunos se sentirán defraudados al saber que durante los próximos cuatro años una mujer tranquila será la primera autoridad de nuestra ciudad, que estas serán unas elecciones de transición y que Andrés Martínez no será el candidato del PP, aún a pesar de que los populares valencianos hayan encargado esa encuesta que por teléfono insiste en darnos a elegir entre Celia y él mismo. El presidente de los regantes reitera que no es este el momento ni las circunstancias.


PD. Dato para observadores: el que va lanzado también puede pasarse de vueltas y quemar el motor antes de llegar a la meta. Incluso es posible que más bien sea probador en los entrenamientos y no tanto piloto oficial.

Mauro Hernández: el Tesoro más importante de Villena es Soler

El Museo de la Universidad de Alicante alberga hasta el próximo 30 de octubre la exposición vital sobre José María Soler. Mauro Hernández, director del MUA y colaborador con Soler, ha repasado con nosotros algunas de las vivencias del arqueólogo, especialmente emotivas en lo referido a la Guerra Civil, el largo tiempo de trabajo reservado y los años finales de reconocimiento.

Nos encontramos con Mauro Hernández en su despacho del Museo de Universidad de Alicante, el moderno edificio ideado por Alfredo Payá que alberga exposiciones que van desde la vanguardia artística al legado en imágenes de José María Soler. El catedrático de prehistoria habla del arqueólogo como si fuera ayer, y no diez años ya, cuando Soler desapareció. Sus estudios y publicaciones marcaron un hito en la historiografía y es difícil abstraerse de la personalidad de un estudioso que logró recopilar la historia de todos los periodos de su pueblo.

Mauro, ¿Cuándo conociste a José María Soler?

La primera vez fue en 1971, cuando todavía no pensaba en quedarme en Alicante, entonces era profesor en La Laguna y visitaba los yacimientos de la zona: llegué al Ayuntamiento y en diez minutos Soler nos estaba enseñando el museo. En 1979 me incorporé a la Universidad de Alicante y pudimos labrar una amistad que se consolidó a lo largo del tiempo. Fue entonces cuando emprendimos algunos proyectos comunes: las excavaciones del Cabezo Redondo y el rescate de algunos manuscritos que Soler no había podido publicar. Durante todos los veranos mantuvo un estrecho contacto con las excavaciones, tados las jornadas venía hasta el mediodía, incluso cuando se quedó ciego. Lo cierto es que poco a poco fue sincerando cosas reservadas sobre su vida, en particular lo referido a la Guerra Civil, pero de manera mucho más alegre recordaba aquellas reuniones y comidas en las que participó, como la refundación de los Estudiantes y su paso por los Filomenos.

Soler ofrecía una imagen reservada, pero no correspondía con la realidad…

Cierto, daba un primera impresión de persona reservada, quizá por los años que le tocó vivir. Sólo cuando tenía confianza hablaba de determinadas cosas, pero en realidad era muy irónico, profundamente amigo de sus amigos e incluso no demostraba que tenía enemigos, que evidentemente los tendría, sólo lo pagaba con la indeferencia. Además con la gente joven era muy cercano: en las excavaciones encontró a los alumnos que echaba en falta. Con ellos hablaba de todo lo que ocupa la vida humana: música, actualidad, etc.

Lo cierto es que los intereses de Soler eran eclécticos, desde la arqueología al folclore, siempre con el nexo de unión de Villena…

Era un erudito del s.XIX trasladado al XX. Todo formaba un completo: era un excelente arqueólogo y una excelente persona, pero también un profesional del folclore, la música y, sobre todo, las ganas de vivir. Tanto disfrutaba trabajando que incluso decía que se perdía mucho tiempo durmiendo. Además ya hemos dicho que se entendía muy bien con los jóvenes, incluso mejor que con los mayores.

¿No crees que esa pasión por la investigación impidió el desarrollo de cierta vida personal?

En una vida como la suya es muy difícil plantearse cómo hubiese sido. Muchas de las circunstancias le vinieron dadas: una familia acomodada, el trauma de la guerra, que lo paseen por el pueblo y lo encarcelen,… todo ello crea en él una reserva que le lleva a volcarse en la investigación. Pero además contó con una persona admirable que le facilitó todo: su hermana Consuelo, que se volcó en él. Además luego encontró en Anita y sus hijos su sucesión familiar. Desde luego Soler no tenía conciencia de haber renunciado a nada.

Y en lo referido a sus investigaciones, ¿podemos decir que tuviera discípulos?

Hoy es muy difícil hablar de maestros y escuelas, pero lo cierto es que Soler creó una manera de trabajar y una forma de tratar la historia de Villena. Era un historiador local, pero como dice Fontana, no era localista: sus estudios le permitirán proyectarse hacia la historia general.

En los 80 llegan los reconocimientos y la Universidad de Alicante le nombra Doctor Honoris Causa, ¿echó en falta una mayor relación con el mundo académico?:

Realmente nunca tuvo posibilidad de estudiar en la universidad, pero a través de sus excavaciones pudo establecer vínculos con el mundo universitario y, sobre todo, con personas de Villena con las que podía hablar de tú a tú. Es el caso de la relación, casi entre hermanos, que tuvo con Alfredo Rojas, al que le unían las mismas inquietudes intelectuales y el amor por Villena. Además los últimos años de su vida fueron muy felices, fue en los que obtuvo reconocimiento y pudo publicar mucho de lo que había trabajado calladamente.

¿Qué hubiese sido de Soler sin vivir en Villena o sin encontrar el Tesoro?

Hubiese sido el mismo e igual de importante. Soler hace algo único: reconstruye la historia de su pueblo desde la prehistoria más remota hasta las excavaciones urbanas, como las del Castillo, que hasta ese momento no se hacían. Sin el tesoro sus investigaciones no habrían tenido tanta repercusión popular, pero sí en la arqueología o la historiografía general.

Antes de la guerra, Soler militó en Izquierda Republicana. Al llegar de nuevo la democracia, ¿por qué no participó en la política activa?

Lo cierto es que tuvo ofrecimientos de determinados partidos políticos para que participara activamente en las primeras elecciones democráticas, pero él ya tenía su vida y consideraba que debía dedicarse a la investigación y al trabajo en el campo o el archivo. En definitiva, no se sintió tentado pero sí que le tentaron. Eso sí, la actualidad política le interesaba mucho, estaba al día, era un constante oidor de radio y participó en el consejo asesor de arqueología de la naciente autonomía valenciana, pero por su propia trayectoria vital quiso olvidar su pasado. Yo he pensado mucho sobre esto y creo que estuvo mucho tiempo sin hablar de cuestiones de la guerra, sólo en los últimos años comenzó a decir algo, aún a pesar de que le tirábamos con frecuencia. Sólo al final, cuando redactó sus apuntes autobiográficos –que publicó Alfredo Rojas y que están en la red–, se permitió decir algo más.

Quizás el Museo Arqueológico sea su principal legado…

…no olvidemos que hay tres legados importantísimos: el museo y todo su contenido, la recuperación de tantos documentos históricos y la donación de su gran colección de libros, discos y documentos. Soler logró en una circunstancias dificilísimas que Villena no perdiera su Tesoro, editó una Historia de Villena que nadie podrá volver a hacer y fundamentó con su colección la Fundación que lleva su nombre. Son tres patas de algo que debemos valorar conscientemente: el más importante tesoro de Villena es tener a Soler.

Y ¿cómo contemplas la construcción del nuevo museo en la Electro-Harinera?

Yo, por mis vínculos con Villena y el recuerdo a Soler, tendré toda la intervención que me pidan pero naturalmente no me meteré en aquello que atañe a otros. Eso sí, con la dirección del Museo Arqueológico y con el propio Ayuntamiento hemos hablado de la conveniencia de crear un gran museo de la Ciudad de Villena que contenga distintas salas: el legado arqueológico de José María Soler, el etnológico de Jerónimo Férriz y el artístico de Navarro Santafé. Villena es una ciudad que no puede permitirse distintas colecciones repartidas por la ciudad y sí un gran complejo museístico, para el que se cuenta con un edificio idóneo.

¿Qué crees que Soler no pudo completar o publicar al final de su vida?

Con la llegada de la democracia a muchas personas que hasta ese momento habían tenido miedo a significarse llegó el reconocimiento. Es a partir de la Transición cuando Soler puede publicar mucho de lo que había investigado y al final de su vida completa obras muy importantes para él, como es el caso del Diccionario Villenero o la Historia de Villena. Quizás sólo le hubiese faltado reeditar la Relación de Villena. Por otro lado lo que nos queda es apoyar decididamente su Fundación, lograr que sea un centro vivo en su recuerdo, en parte porque la vida avanza y personajes como Soler no pueden ser prehistoria para los más jóvenes.

20 octubre 2006

Susceptibilidades

Hasta hace apenas diez minutos, aquí había un acerado e incisivo texto que analizaba de forma certera la sociedad occidental contemporánea, en especial los problemas políticos, sociales y económicos de Villena y Europa (en ese orden de importancia). Como es natural, proponía soluciones inteligentes aunque sin duda arriesgadas.


Sin embargo, me he visto obligado a retirar el texto, ante la comprensible e inteligente presión de distintos grupos y personas. Enumero algunos de los motivos que me han llevado a plegarme a las razones (y a alguna que otra amenaza) de mis lectores:

  • Aludía a Marugán sin meterme con él, incluso hablaba en términos elogiosos de Cristina Narbona.


  • Recordaba que en los últimos días, aprovechando una polémica mundial, las fiestas de Villena no han salido en ningún periódico o tele nacional mientras que sí lo han hecho las de Bocairent, Beneixama o La Vila Joiosa.


  • Invitaba a Félix Herrero, imán de la mezquita de Málaga, a visitar nuestras fiestas.


  • Reivindicaba que Zapatero es mucho más avispado y taimado de lo que parece.


  • Dirigía palabras poco amables a algunos vecinos de pro participantes sólo en las corrientes de un lado del Vinalopó.


  • Lo hacía además en catalán.


  • Rogaba por favor que un forero dejara de atormentarnos con su prosa pastosa y egocéntrica. Sugería que alguien le diera una oportunidad en televisión.


  • Elogiaba a Antonio Pastor.


  • Me hacía eco de ciertos rumores referidos a Vicente Rodes. Sí, esos rumores.


  • Me metía donde no me llaman y solicitaba la clausura de todos los puticlubs del Vinalopó, incluidos los de platino o pedestres con pinta de castillo. También pedía la encarcelación de los propietarios y el escarnio público de los clientes. Eso sí, hablaba de oídas.


  • Ofendía a la monarquía española en los mismos términos que lo hace El Mundo.


  • Defendía que el islamismo radical es el perpetrador de los atentados del 11M y que no había conexión con el terrorismo vasco en los mismos términos que lo hace el ABC.


  • Insinuaba, pero de pasada, casi sin notarse, que había que plantearse el papel de La Mahoma en nuestras Fiestas.


  • Encontraba alguna razón para contemplar con fe, esperanza y algo de caridad (que no necesitan) el Estatut catalán.


  • Hablaba de un señor llamado Israel. Me refería a él como "sólo un conocido, no un amigo", cosa que llevaba a un lector a afirmar: "Si eso no es antisemitismo, no sé qué puede serlo".


  • Aseguraba que Aquí hay Tomate es un programa entretenidísimo.


  • Insinuaba que Andrés Martínez no es perfecto y que una vez, sólo una, una carlota suya estaba rancia.


  • Hablaba de tetas y culos, pero sólo en términos carnales y voluptuosos, sin valorar la esencia personal y casi cayendo en la utilización banal del cuerpo.


  • Usaba la expresión "la ocasión la pintan calva", soliviantando a la Sociedad Democrática de Alopécicos.


  • Dedicaba elogios (contenidos) a Estados Unidos.


  • Me cagaba, literalmente, en tooooodos esos "festeros" que lo son del 4 al 9.


  • Recriminaba que el PP de Villena, alguna vez, no está en la onda.


  • Y todo ello mencionando sólo aquellas cositas que se pueden decir en este pueblo sin que hayan heridos de gravedad, la otra lista la tengo a buen recaudo. Ante tanto tema con el que es necesario cogérsela con papel de fumar sólo me queda ir copypasteando ideas de otros... y de vez en cuando alguna mía.