27 abril 2007

Blogs y libros: leer consola

En esta sección itinerante tratamos de dar a conocer posibles lecturas en diversos soportes. Hemos hablado de blogs y libros digitales, pero también parece conveniente referirse a experimentos híbridos que avanzan nuevas posibilidades.

La casa Nintendo, esa compañía que metió la consola en el salón y nos maravillaba con personajes en 8 píxeles que correteaban por la pantalla Telefunken, ha comprendido que hemos crecido y eso de hacer que se mueva el muñeco, por mucho que ahora se trate de personajes de una resolución casi cinematográfica, no es lo que más nos motiva.

La empresa ha entendido que su público ha cambiado y sus nuevas propuestas se saldan como éxito comerciales. Prueba de ello es la Wii, esa máquina recreativa que funciona gracias a un extraño artilugio, una especie de nunchaku a pilas, pero que permite pasárselo mejor que si simplemente estuviésemos pulsando botoncitos. También record de ventas está siendo su Nintendo DS, una consola portátil que ofrece juegos muy distintos a los habituales: prácticas mentales, ejercicios de memoria, sumas y restas de dificultad creciente, práctica de idiomas, etc. Ahora atacan con un nuevo género: “Hotel dusk”.

No fue casual que Nintendo eligiera el Día Internacional del Libro para el lanzamiento de este “juego” que ya está disponible en las tiendas desde el pasado 12 de abril. Tampoco que sea el segundo juego para DS en el que la consola se usa en vertical, como un libro. Y es que Hotel Dusk es una nueva apuesta por un formato nuevo: es una aventura gráfica, con toques de cómic y de novela negra, un curioso híbrido entre juego y libro, con más de lo primero que de lo segundo.

Así que no es raro que la presentación del productor corriera a cargo del escritor Fernando Marías y de Cristina Macía (co-Coordinadora de la Semana Negra de Gijón), además de Nicolás Wegnez, director de Nintendo España. Todos reconocieron que este juego abre nuevas posibilidades narrativas para los escritores, al tiempo que establece vínculos entre la lectura y los video juegos. De hecho es un juego que invita a leer libros.


Juzgado digital de segunda instancia

Mezclar mundos y soportes distintos es, además, una oportunidad para el esperpento y el humor. Prueba de ello es el blog de Rafael Reig mantiene en “El Cultural” y que no es otra cosa que el contenedor de sus criticas literarias, atinadamente mostradas como juicio sumarísimo en el que se suceden abogados defensores y fiscales inquisitivos. Sus sentencias, atinadísimas y literarias en doble sentido, despiertan la carcajada y, casi tan importante, el ánimo a la lectura.

En su última vista plenaria ha tirado por lo más chabacano y ha hecho comparecer a Ana María Ríos, la gallega de Cancún, y su libro Boda, cárcel y fama. Se despacha a gusto el severo juez: "El relato carece de todo interés (...) las expectativas que el libidinoso lector pudiera concebir se verán defraudadas. (...) Le ofrecen posar in púribus a cambio de dinero y ella lo interpreta a su manera: “Dios me daba la oportunidad de sanear nuestra economía”. Tratándose de intervención divina, no iba a negarse, claro está", dice Reig.

"Los hechos probados son constitutivos de un delito grave de engaño ventajista", añade en los fundamentos de derecho, pero "si bien no se comprende qué necesidad imperiosa tiene todo quisque de fatigar las prensas, desde cantantes a locutores de televisión pasando por ministros sin cartera; no es menos cierto que Dª Ana María no incurre en ilícito penal: es muy libre de retratarse en cueros vivos (con deleitoso resultado) o de escribir un libro (infumable)".

Absuelta Ana María, el peso de la ley cae sobre Biblos Clube de Lectores: "La criminal conducta de la editorial al difundirlo, en cambio, constituye un delito punible, quizá a remolque de la simple necedad, quizá motivado por la codicia, para así obtener alguna de las numerosas ayudas a la edición en lengua gallega". (...). "Debo condenar y condeno a la editorial Biblos Clube de Lectores, como autora de un delito de engaño ventajista, a la pena de publicar a sus expensas los siguientes títulos que tampoco pueden “dejar a nadie indiferente”: Memorias secretas del peluquero de Iñaki Anasagasti; Confesiones del veterinario de las mascotas de Antonio Gala y Toda la verdad: yo le vendía el hachís a Sánchez Dragó".

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