10 octubre 2005

El valenciano no era esto.

Anoche me puse a zapear inconscientemente, como siempre. Cuando algo no me gusta en la tele el pulgar cobra vida propia y se desliza feliz entre los botones, a lo que se añade que desde hace tiempo he desarrollado una utilísima habilidad para discurrir en fracciones de segundo si lo que hay en un canal me interesa o no.

Normalmente el recorrido suele ser completo: la uno, la dos, la tres, la cinco (por el...), el plus (dentro de nada será la cuatro), el canal nou, el punt dos... Poca cosa me suele ofrecer esta gente, así que normalmente me quedo en el último o vuelvo a comenzar con la tonta esperanza de que hayan cosas nuevas que no estuviesen ahí 10 segundos antes.

Pero hete aquí que la noche del domingo comienzo el recorrido: la uno, la dos, la tres, la cinco (por el...), el plus, el canal nou, el punt dos... ieeeeeeeee. ¡Para, para!. Que el Nou no está. Que se lo han cargao... Ah, no!. Está ahí, es que le han cambiado el logo.

Aquest nou d'octubre el canal nou té un nou nou.

Estrenaban logotipo el día de la Comunitat, pos bueno, pos fale. Pero lo abracadabrante no fue lo que ví, sino lo que oí. Bueno, lo que ví también.

Me sereno y me explico. Resulta que aquella noche la programación de Canal 9 incluía la proyección de la película "Rencor", de Miguel Albadalejo, protagonizada por Jorge Perugorría y Lolita. No, la de Nabokov no: la hija de la Faraona, la descendiente de Amón-Ra, la emperatriz del bajo Nilo y el alto Guadalquivir.

Fuerte, ¿no?. Pues no. Lo fuerte, pero requetefuerte, es que la película estaba doblada al valenciano.

Quien me conoce sabe que soy un acérrimo defensor del valencià. Por ahí abajo hay un post sobre "el valenciano y Yecla" donde la cosa queda clara. Pero creo que lo del domingo se hizo a muuuuuuy mala leche. Sí, seguro, aquí hay una conspiración.

La película habla de personajes marginales: cantantes de segunda fila, policías corruptos, adolescentes embarazadas,... todo aderezado con las canciones de Lolita, la dueña de esa voz entre la cazalla y la raspa de pescailla. Así que el shock fue morrocotudo: ahora canta lolita en flamenquillo, ahora habla en valenciano, ahora "Sarandonga, nus vamos a comé...", ahora le sale l'accent de l'Horta. ¡Así una hora larga!, el pulgar no me respondía, esta vez no quería moverse.

Todavía no me he respueto. Puede que Lolita sea políglota (puede), pero lo de ventrílocua me parece excesivo. Lo digo por las veces en las que la voz no se acompañaba de movimiento de labios. Massa fort. ¡Y qué expresiones!. Gilipollas resulta que es tocacollons, tío es paio,... era para quedarse bocabadat.

Otro problema añadido es que la escuela de doblaje valenciana está compuesto por un número superior a tres e inferior a cinco personas. Además todas, tarde o temprano, han presentado un programa en Canal 9 o han aparecido en algún sucedáneo de telenovela. Vamos, que son reconocibles, así que el cubanísimo Jorge Perugorría tenía la voz del de Fem Tele.

Pero insisto, esto es una conspiración. La Generalitat quería dejar en ridículo a la lengua de Ausías March y mira que se esmeró en el empeño. ¡Qué cosa!, ¡Qué vergüenza!, ¡Qué atropello al valenciano!, ¡Qué escabechina con la película!.

Bueno, en fin, qué se le va a hacer. Ya me he desahogado. Ahora sólo me queda un consuelo: seguramente a un yankee le pase lo mismo con las pelis dobladas al castellano.
valencia-v
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