El País publicó el lunes, dentro de "Apuntes", dos páginas dedicadas a las
sedes universitarias, un modelo especialmente desarrollado en el caso de la
Universidad de Alicante. Hasta hace un par de años lo máximo que había escrito un rector de la UA sobre la posibilidad de instalar una nueva sede en
Villena era lo siguiente:
"Los contactos con Villena y Altea fueron mucho más iniciales y programáticos. En todos los casos hubo una enorme receptividad, entusiasmo e ilusión de sus alcaldes y corporaciones. Razones que están en la mente de todos hacen difícil una apuesta política explícita y pública."Lo escribía
Andrés Pedreño en
"Utopía y realidades: Universidad de Alicante 1994-97" y las razones que estaban en la mente de todos era el grave
enfrentamiento entre la
Generalitat Valenciana y el rectorado de la
Universidad de Alicante, o más concretamente entre el
President Zaplana y el
Rector Pedreño. Ambos, cartageneros de origen, escenificaron su enfrentamiento en la inauguración del curso académico de 1996 cuando el President desembarcó en el paraninfo universitario con la intención de presidir el acto y ofrecer así una muestra de fuerza una vez levantada la
UA en contra de la decisión de segregar la facultad de Medicina en beneficio de la futura
UMH.
Desde entonces poco se había avanzado sobre la posibilidad de instalar una sede universitaria en nuestra localidad. Los
Cursos Abiertos de Verano resultaron una decantación hacia la oferta de la Universidad Miguel Hernández de Elche, que si bien exitosa, siempre evidenció que Villena tenía un mayor potencial universitario. Sin embargo, por criterio político, no se apostaba por la carta más ventajosa:
negociar con la UA. El
nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villena ha tenido claro ese objetivo y la semana pasada ya se celebró una
charla y se instaló una
exposición sobre la
Violencia contra las Mujeres, ambas actividades circunscritas dentro de la programación de Villena como sede universitaria.
Sin embargo todavía queda por
definir el modelo de sede que será nuestra ciudad. A diferencia de otras ocasiones, el nuevo rectorado de la UA no liga su establecimiento a la utilización de un
edificio emblemático, como ha sido el caso de
Cocentaina y el
Palau Comptal, circunstancia que ha acelerado el desembarco de la UA pero también le obliga a compartir espacios con (¡agarrate!) la
Kakv, un centro cultural saturado de actividades.
Los artículos de la separata de educación de
El País se centran especialmente en los dos casos más exitos de sedes universitarias:
Cocentaina y Alicante. La primera ha revitalizado una localidad del interior y la segunda, de la mano de
Manolo Alcaraz, ha supuesto el revulsimo cultural y social que no habían conseguido ser las otras ofertas existentes, léase Obra Cultural de la
CAM o los distintos centros municipales.
La nueva sede de Villena, que dirige
José Silva, tiene previsto organizar actividades relacionadas con las
nuevas tecnologías de la información y la educación, la
educación y el
medio ambiente. Pero a todo ello deben sumarse dos dos retos fundamentales: lograr que los distintos colectivos sociales de Villena encuentren en la sede el
ámbito ideal para realizar sus actividades (como ha logrado Alcaraz en Alicante) y obtener un
establecimiento mucho más adecuado.
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