28 febrero 2006

Campsistas por un día

Ayer nos visitó el Molt Honorable President de la Comunitat Valenciana con el doble objeto de firmar un convenio entre Regantes y la Generalitat y, de paso, visitar la Planta de Residuos de Vaersa. El convenio, suscrito entre trece comunidades de regantes y las consellerías de Infraestructuras y Agricultura, tiene un importe de 351 millones de euros y permitirá la modernización de los sistemas hídricos contemplados en el neo-nato Plan “Millorant Gota a Gota”.

Hasta aquí lo oficial y lo que toca reflejar en los medios de comunicación, pero en estas cosas del blog nos toca hablar de lo que no se ve pero se intuye. En primer término se trata de la escenificación de un nuevo tour-de-force en el enfrentamiento entre PP y PSOE (y las respectivas administraciones controladas): si hace unos meses Narbona visitaba Villena para explicar las bondades del Programa AGUA e inaugurar el embalse de San Diego, Camps hizo ayer lo mismo con el de San Enrique. De esta manera se revive una carrera en la inauguración de pantanos santurrones que no se recordaba desde los tiempos de Franco.

Pero además de guerra del agua hay batalla alicantina. El enrroque de Camps en su enfrentamiento con el Ministerio de Medio Ambiente es también una manera de granjear apoyos en las comarcas del sur, feudo zaplanista que se le escapa al caballero de la triste mirada. Ayer el PP de Villena no dió la espantá como hizo con la ministra, sino que siguió al President a lo largo de toda la jornada. Sin embargo, Camps y los suyos hacen recuento constante de aquellas “plazas” que no les son fieles, y el PP de Villena se encuentra entre las que se sentaron en la mesa presidencial en la cena-desaire zaplanista del pasado 17 de febrero.

Camps tiene fieles escuderos en los alcaldes de Alicante, Orihuela, Crevillente y Torrevieja (quien por cierto asistió a la presentación de ayer), pero hasta ahí puede sumar. Los apoyos de Zaplana son numerosísimos en las ciudades de mediano tamaño y la ejecutiva local de Villena se decanta por este lado, si bien es cierto que no tiene necesidad de mojarse puesto que no está en el gobierno municipal.

Esta afinidad zaplanista, en otras circunstancias, decantaría las simpatías del Consell hacia un lado, pero en Villena se añade un factor inusual: Camps ha encontrado en el villenero Andrés Martínez y su organización un aliado estratégico, voluntario o coyuntural, en su cruzada aguada. Por todo ello la política de nuestra ciudad se encuentra en medio de este río revuelto que, si bien puede llevarla al centro de la batalla, lo cierto que en el momento actual le permite sacar algo de provecho tanto a la derecha local como al propio Equipo de Gobierno.

NOTA: Si la semana pasada dedicamos una trilogía al sexo, esta semana le toca a la política, así que el miércoles y el jueves esperen más artículos sobre estos temas. Por cierto, mañana hablaremos de por qué mi opinión cuenta.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Trilogía? Cómo se nota que eres político, compi.

Si a rescatar algo de la nevera y meter un corte del bueno de James Brown le llamas trilogía... no quiero ni pensar que dirás en otras circunstancias.

Te salvas porque pusistes un par de tetas, que si no ibas a ver tú...