22 marzo 2007

Eso de la danza contemporánea, menos raro gracias a Toni Jodar

De una manera entretenida y pedagógica, los asistentes a la lección magistral programada por el Teatro Chapí pudieron conocer las principales claves del ballet actual. Apreciar esta forma de expresión ya es un poco más sencillo.

Utilizando espacios indicados (entrada de artistas y escenario del teatro) pero poco comunes para los no profesionales, se realizó a didáctica actividad de la tarde del miércoles. Paco Flor, director del Teatro Chapí, presentó ante setenta asistentes a Toni Jodar, prolífico bailarín que ha participado en las más significativas compañías de teatro físico, como son La Fura del Baus, Dagoll Dagom, Carles Santos, etc.

Toni ofreció una explicación sintetizada, pero muy aleccionadora, sobre algunas de las principales figuras de la danza contemporánea y sus aportaciones más significativas. Comenzó el actor definiendo el origen de esta forma de expresión en una oposición a la danza clásica, aquella de las grandes compañías y que en el siglo XIX había alcanzado su cenit con el ballet romántico. Esta manera de bailar, cuyo mejor símbolo son las zapatillas de punta, aspira a una ruptura con la gravedad de manera que los cuerpos y movimientos parezcan livianos, aéreos, casi etéreos. Además en su estética sobresale por la obertura de las piernas y el afán de realzar la musculatura atlética a través de mayas y ropajes ajustados.

Será Isadora Duncan, a principios del siglo XX, la gran rompedora de esa tradición. La norteamericana buscará permanentemente el contacto con el suelo, incluso bailando descalza, y la libertad de los movimientos corporales a través de la utilización de ropajes amplios, confeccionados con gasa. Sin embargo Duncan será una artista singular que no creará escuela, habrá que esperar veinte años para la irrupción de una gran sistematizadota de la danza contemporánea: Marta Graham.

Será ella la que fije un nuevo comportamiento formal fijándose en los movimientos de contracción y expansión del corazón. Para Graham es el movimiento de este órgano el que puede vincular la expresión corporal con el mundo emocional, puesto que las contracciones del cuerpo pueden transmitir una gran carga de dramatismo eficaz a la hora de mostrar los conflictos de obras viscerales como son Fedra, Antigona, Enrique VIII, etc.

El mexicano José Limón, desarrollando los conceptos de Marta Graham, fija su atención en la verticalidad del cuerpo y los movimientos surgidos de la búsqueda de equilibrio. De esta manera pueden transmitirse sentimientos mucho más gozosos y alegres, especialmente indicados para la animosidad de composiciones de Mozart, Bach,…

Pero será Merce Cunningham el gran revolucionario actual. Bebiendo de influencia orientalistasy la revolución teórica del dada de Marcel Duchamp, el bailarín norteamericano destierra la narratividad de la danza, de manera que el baile aparece como un signo por sí mismo y no está al servicio de una historia concreta. Además rompe con la frontalidad de los montajes usuales, democratizando así el especio de manera que cualquier perspectiva es válida para la observación. Cunningham se ocupará especialmente de los movimientos mecánicos y repetitivos, aquellos que definen en gran medida a nuestra ajetreada vida moderna. Este interés de reflejo social constituye el auténtico limite inicial de la danza contemporánea: a partir de Merce Cunningham el público debe ser activo en la interpretación del baile, debe descubrir por sí mismo el posible mensaje.

El coreógrafo norteamericano es también el encargado de incorporar nuevos movimientos, en ocasiones desechados por poco estéticos, siempre que sirvan como vehículo de comunicación. No obstante algunos de sus alumnos tratarán de romper con ese intenso interés por el movimiento mecánico, cinético, y radicarán su atención en los fluidos y las articulaciones
corporales. Con ello se reflejaran coreografías relajadas, casi líquidas, y también nuevas técnicas: el “relis" y el “contact improvisation", surgido de la observación del juego animal y que aprovecha el impulso que proporciona el contacto entre cuerpos.

Finalmente Toni Jodar recordó la importante aportación europea a la danza contemporánea actual: la danza-teatro, aquella que mezcla la gestualidad y lo físico, con la interpretación emocional, de manera que no hablamos de bailarines, sino de actores completos que harán variar la obra en función de su particular expresividad.

Terminó Toni con una sucesión de vídeos donde los asistentes pudimos comprobar gráficamente todo lo aprendido, de manera que la lección se convirtió en un importante herramienta de conocimiento imprescindible para entender, y con ello apreciar, una forma de expresión que, como señalaba el ponente, muchas veces es desdeñada por “rara, rara".

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