02 marzo 2006

Camp minat

Hay gente que lee este blog y se preocupa de que no me falten cosas para escribir. Se agradece mucho. Luís me remitió hace unos días un enlace del semanario El Temps con nada más y nada menos que 30 temas pantanosos que tendrá que afrontar Camps antes de las próximas elecciones. Les traduzco el repaso que dan, pero les advierto que en el traslado se pierden dobles sentidos, así que les recomiendo la lectura del original de Víctor Maceda:

Estremece repasar los acontecimientos internos del PP valenciano durante el 2005. La tensión entre campsistas y zaplanistas ha sido una constante. Estos encontronazos, acompañados de varios casos de corrupción que han ido aflorando, podrían favorecer un cambio de color al Consell.

1. Huracán Ortuño. La batalla campal con la que la agrupación local del PP se despedió del 2004 tuvo sus efectos. Manuel Ortuño, subdelegado del Consejo en la capital del Bajo Vinalopó, dijo que Enriqueta Seller, diputada zaplanista en Madrid, era “una retrasada mental, marquesita y puta, perdón, diputada”, y que Ripoll, presidente de la Diputación de Alicante, “abusa de los refrescos alcohólicos”. Las diputadas zaplanistas de las Cortes Valencianas firmaron un escrito de reprobación, pero hasta julio Camps no destituyó a Ortuño.


2. Zaplana, fortalecido. Los congresos locales de las comarcas de Alicante demostraron la fortaleza del exministro. “No me debo reafirmar de ninguna forma, las elecciones ya lo han hecho”, dijo Zaplana. Aun cuando los campsistas presentaron 360 impugnaciones, sobre todo por el incremento de los censos locales, Ripoll corrió a asegurar que "nadie cambiará los resultados”.

3. El Estatut de Camps. Los zaplanistas se han sentido marginados del proceso de reforma estatutaria. Encargaron informes jurídicos por garantizar la constitucionalidad. Zaplana no acudió a la aprobación en las Cortes, y en el Congreso, fue el único del PP –junto con Carlos Aragonés, “hijo” de Aznar– que no aplaudió la toma en consideración. Posteriormente, ha impuesto a Jaime Ignacio del Burgo en la ponencia de la comisión constitucional.

4. Orihuela revienta. En la capital del bajo Segura, el alcalde, el campsista José Manuel Medina, perdió la presidencia local del partido ante Mónica Lorente, zaplanista que seria desposeída de la primera tenencia de alcaldía, como le pasó a tres concejales más, también zaplanistas. Este sector, mayoritario al PP oriolano, votó contra los planes urbanísticos del alcalde. El comité ejecutivo de la provincia, que preside Ripoll, ha abierto expediente informativo a Medina.

5. El enigma Alicante. El alcalde, Luis Díaz Alperi, quita competencias a dos concejalas zaplanistas y dice que “Ripoll me tendrá que aguantar dos años más”. Éste, y el presidente de las Cortes, Julio de España, se posicionan para optar a la alcaldía, pero Rajoy estima más a Alperi. Es un misterio todavía quien será el elegido.

6. Secretos de familia. En Benidorm, Miguel Barceló, senador y suegro de Zaplana, “ofendido, vejado y menospreciado por Ripoll”, pide con 784 firmas que se convoque la asamblea local: su hija, Ángela, cuñada de Zaplana, aspira a presidirla. Su yerno, por contra, apoya a la consejera Gema Amor, que también cuenta con el beneplácito del alcalde, Vicente Pérez Devesa.

7. Catalanismo en el PP. A raíz del dictamen de la Academia Valenciana de la Lengua, el presidente de la Diputación de València, el zaplanista Fernando Giner, avisa que en el PP hay un sector “catalanista”. El portavoz del Consejo, Esteban González Pons, lo atribuye a un “delirio”. El vicepresidente de la Diputación, Enric Esteve, secesionista como Giner, expresa que Pons “vive en un estado de coma irreversible”.

8. Traición del secretario. Juan Manuel Cabot, secretario general del Grupo Popular en las Cortes, abandona. Serafín Castellano, portavoz en el hemiciclo, se proclama sucesor. Castellano, el gran fichaje campsista proveniente del zaplanismo, es muy criticado por sus antiguos aliados.

9. Mítines contraprogramados. El último día de campaña por el referéndum sobre la Constitución europea, Camps obliga a los suyos a dejar en cuadro un acto en Castellón de la Plana para que todo el mundo le acompañara en València. Zaplana programa un acto en Alicante, y es una demostración de fuerza de su núcleo.

10. Federación controlada. La Federación Valenciana de Municipios y Provincias, presidida por Miguel Ortiz –alcalde de Altea, zaplanista–, ve muy recortado su presupuesto y pasa a depender del vicepresidente, Víctor Campos, en cuenta del consejero de Justicia, el zaplanista Miguel Peralta.

11. Tierra Crítica. El parque temático de Benidorm vive una suspensión de pagos que amenaza con cerrarlo. El Ayuntamiento, sin embargo, se niega a la recalificación de terrenos anejos que pide la Generalitat, Camps avisa, en todo caso, de que “la decisión final” será suya.

12. Humillada en casa. La consellera de Turismo, Milagrosa Martínez, la cuota alicantina campsista en el Consell, exalcaldesa de Novelda, pierde en su pueblo la votación por presidir la junta local. La gana el zaplanista Ramón Martínez, por 164 votos a 159.

13. Feudo en la Safor. En Gandia el grupo lo controlan de largo los zaplanistes. El secretario de los populares en el consistorio, el campsista Óscar Gamazo, es destituido del cargo por el alcalde, el zaplanista Fernando Mudo. Camps prepara cambios y Mudo avisa que no piensa ceder.

14. Encuestas y encuestas. Para animar a los populares, Camps transmitió a su ejecutiva regional una encuesta según la cual el PP aventaja en 17,5 puntos a los socialistas. Fuera de la reunión, los zaplanistas filtran que, en realidad, la diferencia no supera los 8 puntos, y que la supuesta placidez no es tanta.

15. Con los socialistas. El grupo popular de Elda está dividido en dos: cinco campsistas y cinco zaplanistes. Los primeros votan con el PSPV-PSOE –que gobierna el municipio– los planes urbanísticos. Ripoll pide que Camps los destituya.

16. Cartera vacía. Las disensiones entre campsistas y zaplanistas retrasan la elección de miembros de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) en la Cartera de Participaciones –hecha con Bancaja–, que se disuelve poco a poco.

17. Insultos a la gramática. El presidente de la Diputación de Valencia, Fernando Giner, tilda de "felonía y traición” la gramática aprobada por la Academia Valenciana de la Lengua. Alfonso Ruso, secessionista como él pero exzaplanista y recientemente elegido presidente del PP de la provincia de València, pide “máximo respeto y sensatez”.

18. Parar la corrupción. La consejera zaplanista Alicia de Miguel afirma, en directo, en Canal 9, que el PP, “aunque sea desagradable”, debe parar la corrupción. Desde el bando campsista le contestan que indique nombres y apellidos. De Miguel asegura que en tiempos pretéritos –los de Zaplana– no les tembló la mano.

19. Alfombras tapadas. Cuando el delegado en Miami del Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) desde los tiempos de Zaplana, José Marquina, pide que el conseller del ramo, Justo Nieto, levante las alfombras por los casos de corrupción, este le destituye y nombra a quien, según Marquina, había redactado las facturas falsas con las cuales pagaba el Ivex. Días antes, el campsista Rafael Maluenda había revelado en las Cortes sanciones de Hacienda derivadas de la época en que Zaplana presidía la Generalitat. De España, presidente de las Cortes, lo critica abiertamente: “Estoy especialmente afectado, esta es una estrategia equivocada”.

20. Ejecutiva monocolor. El 19 de octubre, los zaplanistas no pueden acudir a una reunión de la ejecutiva regional convocada a última hora porque deben estar en las Cortes. Camps, además, los margina del comité que debe empezar a decidir los candidatos en vista a los comicios autonómicos del 2007.

21. Tránsfuga que avisa… Francisco Javier Tomás, diputado por Castellón, deja el PP e ingresa en Coalición Valenciana. Aún a pesar de no ser zaplanista, asegura “compartir plenamente el discurso de los zaplanistas”, y que habrá más huidas. De España pide que el partido se pregunte el porqué de la marcha.

22. Gritos en el Consell. En mayo, en una reunión del Consell y en ausencia del presidente, la consejera zaplanista Gema Amor critica que la responsable de Turismo, Milagrosa Hernández, haya retirado ayudas a municipios de la costa Blanca, mayoritariamente zaplanistas. El tono de la reunión sube y rebasa el secreto que debe tener toda reunión del Consell.

23. Rajoy, campsista. El líder popular visita València, y los campsistas acusan los zaplanistas de no acudir. Estos contestan que no fueron informados. En todo caso, en aquel mismo momento, los principales cabecillas de este sector se encuentran en Cádiz, donde Zaplana recibe un galardón que le ha sido concedido hace meses.

24. Elche, anárquico. Sin asamblea local convocada desde los fatídicos acontecimientos de hace catorce meses, los partidarios de Manuel Ortuño proclaman que los censos han sido manipulados por los zaplanistas. Además, hay dos corrientes más. Los cuatro regidores campsistas que hay en el grupo municipal se han ausentado en varias ocasiones en las que la portavoz municipal, Josefa Martín, zaplanista, ha tomado la palabra a los plenos.

25. La mitad. Pedro Romero, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Alicante, “en aras de la mitad de los concejales del PP de este consistorio”, dice que la nueva conexión entre Alicante y Orán es “una amenaza” para la ciudad.

26. La no-modificación. El popular Rafael Maluenda –del sur, pero campsista– pide que se admita a trámite una modificación de la Ley de Ordenación del Territorio (LOTE) que Camps y el conseller Rafael Blasco –exleninista, exsocialista, exindependiente, exzaplanista y hoy campsista– quieren introducir, contra el deseo de la oposición. El presidente de las Cortes, Julio de España, se niega, y dice que su “lealtad a Camps está limitada por el reglamento”.

27. Asesor cesado. Juan Vicente Estruch, alcalde de Ador, fue destituido –por campsista– como asesor de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias. Curiosamente, este pueblo está hermanado con el natal de Rajoy, Salcedo (Pontevedra).

28. Ciegsa quema. La empresa que construye los centros educativos en el País Valenciano, sobre la que hay sospecha de corrupción, tenía como gerente al marido de la consellera zaplanista De Miguel, Javier García-Lliberós, que todavía continúa en el cometido. Tres militantes del PP –Blas Ruiz, Concepción Pérez y Vanesa Minaya– piensan que De Miguel sigue “una estrategia de mala fe y engaño” porque quiere “desviar la atención de las críticas y las revelaciones sobre adjudicaciones de contratos que parece que hizo su marido”. Minaya, además, dice que deberá operarse en una rodilla por un golpe que recibió de Ripoll.

29. Feria de rivalidades. La Diputación de Alicante, gestora del Patronato Costa Blanca, pide que la Generalitat le subvencione con 90.000 euros el pabellón que tiene reservado en la primera Feria Internacional de Turismo Comunidad Valenciana, que organiza la Conselleria de Milagrosa Martínez. Alega que el público al cual se dirige la feria en cuestión –sobre todo, valenciano– no les interesa. Además, cuentan con el apoyo de los hoteleros de la Costa Blanca. Finalmente, hacen acto de presencia, pero a cambio de que el Gobierno valenciano les apoye en ferias extranjeras.

30. Listas calientes. La confección de las listas con vista a las contiendas electorales del año próximo amenaza con mostrar –todavía más– el perfil más belicoso de la lucha campsistas-zaplanistas, con el añadido de la supervisión que Carlos Fabra –que por cierto, repetirá en la Diputación de Castellón– siempre exige en las comarcas del norte. Así, en la Diputación de València, con Giner sentenciado, el candidato más probable sería Ruso, pero los campsistas no se acaban de fiar, por su pasado y talante. Ya hemos visto cómo está el patio en Alicante, Orihuela o Elche, donde las cabezas de cartel son, hoy, enormes signos de interrogación. Por si no hay suficiente, Zaplana ha advertido a sus fieles que quiere encabezar la lista por Valencia en las próximas legislativas. Camps apuesta por el exministro José María Michavila –su hermana es cabeza del gabinete del presidente valenciano– o Ignacio Gil Lázaro. Quedan más de dos años, pero ya comienzan las hostilidades.

Sin balsa de aceite, flota la corrupción

En las disputas internas del PP hace falta añadir los casos de corrupción –presunta o ya demostrada– que se han sucedido, en 2005. Carlos Fabra encabeza el ranking, por protagonismo y reiteración: acumula tres visitas al juzgado de Nules, por dos casos diferentes. De un lado, por haber cobrado millones de pesetas para que sus contactos en los ministerios dieran luz verde a los productos fitosanitarios de su examigo Vicente Vilar, y por haber falsificado certificados. De otro, por haber cometido, presuntamente, fraude fiscal en su declaración de la renta del 1999.

También se ha hecho público, por boca de los mismos trabajadores, que el Ivex emitía facturas falsas, entre otras cosas, para pagar el multimillonario contrato secreto que Julio Iglesias firmó con la Generalitat por hacer de "embajador”.

Más facturas falsas: el fiscal en cabeza del Tribunal Superior de Justicia Valenciano, Ricard Cabedo, ha pedido que se investige si también se hizo en Terra Mítica, puesto que la documentación de la Agencia Tributaria así lo hace sospechar.

Los alcaldes de Orihuela –José Manuel Medina– y Torrevieja –Pedro Ángel Hernández Mateo– desconciertan. El primero –que saca muchas votaciones adelante gracias a un concejal socialista que está afiliado al PP–, vive en una casa y conduce un coche de lujo que están a nombre de un conocido promotor de la zona, beneficiado por su gestión. El segundo, compró el año 2000 una finca en Almoradí a cambio de 30 millones de pesetas –180.000 euros– y la vendió, en 2002, al precio de 5,4 millones de euros. El primer edil de Alicante, Luis Díaz Alperi, está imputado en un supuesto desfalco de 6 millones de euros en Mercalicante.


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