Calixto Bieito es un director escénico polifacético, controvertido, pretendidadmente provocador y trabajador hasta el stajanovismo. Para algunos es el “enfant terrible” de los escenarios teatrales y operísticos de España y parte del extranjero. Bieito cuenta con una amplia y fructífera trayectoria y desde 1999 es director artístico del teatro Romea de Barcelona. En sus escenificaciones muestra el lado más cruel de la vida: prostitución, incesto, violaciones, crímenes... Tanto en el público como en la crítica o en la escena teatral tiene sus adeptos fieles y sus detractores más recalcitrantes. Se declara ateo y un escéptico de la vida; sin embargo apuesta por el lado bueno de las personas y el amor a su familia.
Bieito dio el salto definitivo a la escena internacional con un amplio abanico de géneros: zarzuela, teatro musical y ópera. Entre ellos hay que resaltar: “
Este año ha sido el responsable de la puesta en escena de la entrega de los Premios Max, los galardones que reconocen al teatro español. El director anunció que la función sería una "especie de collage poético, musical y teatral, un poco dadaísta". El espectáculo tuvo como maestro de ceremonias al actor Boris Ruis, que recreó a un "barman" cínico y entrañable. Los premios se entregaron a ritmo de polka, vals y, sobre todo, zarzuela, en particular el preludio de
La balanza quiso que «Mar i cel» y «Hamelin» empataran a cuatro estatuillas cada una, lo que signifa que «
He llamado a Focus, la productora de Bieito, para interesarme por la inclusión de las piezas de Chapí: el director lo ha hecho por su querencia hacia la zarzuela, por la reivindicación de un género propio y en absoluto por ser Chapí uno de los fundadores de
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