Continúan las estupendas charlas del curso “Presente y Pasado de Villena”. En este caso fue el turno de Laura Hernández, directora del Museo Arqueológico José María Soler, quien en su conferencia pormenorizó la labor de recuperación y difusión del patrimonio histórico que se lleva a cabo en nuestra ciudad.
Villena ha tenido la inmensa fortuna de contar con un hombre excepcional que estudiara su legado histórico: sin José María Soler nuestra historia estaría hueca e insuficiente. Como expresó en su momento el Profesor Tarradell, catedrático de la Universidad de Valencia, “antes de Soler Villena era un espacio en blanco en los mapas de Arqueología”.
No obstante, hubo villeneros que se interesaron previamente por nuestro patrimonio cultural. Es el caso de Salvador Avellán, quien a principios del siglo XX realizó una serie de publicaciones sobre nuestra historia, destacando en particular el texto “Recuerdos del tiempo viejo” atribuido a su mano y que plantea el origen de Villena como anterior o coetáneo a la dominación romana. También debemos mencionar a otro erudito, Gaspar Archent, como interesado por nuestro pasado aunque en este caso más volcado en temas religiosos.
Pero sin duda es Soler el responsable del actual conocimiento que tenemos del patrimonio histórico villenense, tal y como resaltó la directora del museo. Laura Hernández también destacó el papel de Alfonso Arenas, que con su impulso político logró habilitar un espacio innovador, el museo arqueológico, para custodiar e investigar las piezas que hasta ese momento se agolpaban en domicilios particulares. El museo, creado en 1957 y reformado treinta años después, sigue siendo el centro de referencia para la recuperación y difusión del patrimonio histórico-arqueológico de nuestra ciudad y comarca, labor que de nuevo se dio a conocer en la noche del jueves.
Las funciones del Museo José María Soler pasan por la conservación de los materiales, la investigación tanto de los fondos propios como nuevas prospecciones, la difusión en exposiciones, jornadas, cursos y publicaciones, así como las continuas actividades educativas, entre las que destaca la labor didáctica en las excavaciones del Cabezo Redondo.
Laura realizó también un recorrido por buena parte de los hitos patrimoniales de nuestra ciudad, resultando muy interesantes los datos sobre nuestro casco histórico (declarado Bien de Interés Cultual en 1968) que hunde sus orígenes en la época ibera y su desarrollo en la islámica y bajo medieval. Especial atención recibió los posibles emplazamientos de la muralla que cercaba Villena, así como la situación de las diferentes puertas de la ciudad: la de Almansa, del Molinico y de Biar.
Como no podía ser de otra manera la ponente también detuvo su atención en el Castillo de la Atalaya, tanto en su construcción como en elementos más desconocidos, como es la existencia de una ermita aledaña o la investigación de los distintos grafitos que ocupan las paredes internas de la torre del Homenaje y que van desde la estudiada y conservada “Mano de Fátima” a mensajes de cautivos en la Guerra de Sucesión o de Independencia, incluidas referencias a la Batalla de Almansa.
Aleccionadoras fueron también las referencias a los monumentos situados en la Plaza de Santiago, resultando particularmente curioso el emplazamiento de tres relojes de sol en el mismo recinto. Laura Hernández explicó que la Iglesia de Santiago cuenta con dos ya que el primero (siglo XVI) no se realizó correctamente, teniendo que situar otro más preciso sobre la puerta de acceso de la ampliación construida un siglo después. Aún así ese reloj sólo es válido hasta el mediodía, utilizándose para la tarde la indicación que ofrece el emplazado en la fachada del Palacio Municipal. Es más, la arqueóloga dio a conocer que en los muros de la Iglesia de Santa María también hay un reloj de sol, en este caso pintado sobre la piedra y por lo tanto prácticamente imperceptible hoy en día.
Por último la conferenciante no quiso dejar de dar algunas indicaciones sobre el pasado ibero y romano de nuestra ciudad. El primer periodo cultural referido tuvo lugar entre los siglos VI y I a.C., encontrando en Villena yacimientos como los del Castellar, el Zaricejo (donde se encontró la conocida “leona”) y el Puntal de Salinas, sin olvidar el hallazgo de la Dama de Caudete. En lo concerniente a la dominación romana la directora del museo municipal ofreció una importante novedad junto a los conocidos yacimientos de las Casas Juntas, Nazario y Candela: el descubrimiento de un tramo de calzada en la partida de los Alhorines que bien pudo ser parte de un ramal de la Vía Augusta.
En suma, se trató de una charla enriquecedora que nuevamente consiguió congregar a numeroso público y que constata el éxito de una iniciativa que ha “enganchado” a buen número de fieles, más allá del merecido éxito de la conferencia inaugural.
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