Hay un blog genial, ahora ganando resuello, que narra las vicisitudes del dueño de un puesto callejero de prensa. Vamos, un kiosco de barrio. La web tiene un nombre que ni piripintado "Pies para quiosquero" y lo traemos esta semana para recomendar lectura tangible y virtual, que no todo van a ser tomos de lomo.
La bocana de un kiosco, más que una ventana al mundo, es una butaca de platea para ver la función cotidiana. Algo así como el otro lado de la barra de bar, pero con más predisposición a charlar animado por la letra impresa. Titulares explosivos, regalos variopintos, pechos lozanos emergiendo entre coleccionables: todos son motivos suficientes para entablar conversación con el quiosquero y los parroquianos.
El blog del que les hablo se escribe bien y lee mejor, agradeciéndose mucho esas historias cotidianas relacionadas con clientes que en principio sólo se conocen de dos minutos al día, pero que la vez que faltan se hechan mucho de menos. Igualmente resultan espeluznantes las épocas de la "cartoná", esos temidos periodos cíclicos en los que se lanzan el primer número de esos fascículos que van desde los titulares de la guerra civil, a las teteras de porcelana o "monte usted un tiranosaurio rex". Eso sin hablar de las putadas constantes a las que someten las distribuidoras que te encasquetan publicaciones invendibles o te dejan ejemplares de los regalos dominicales pero con varios días de adelanto, de manera que se ahorran el almacén.
Se aprende mucho y se hace divertido, así que no duden en darse un vuelta por quiosquero.blospot.com y consultar los recientes posts que hablan de la desaparición de la, hasta ahora, aliviadora revista Sie7e o la historia del yayo que señalaba portadas. Algunas anotaciones algo más antiguas son auténticos tratados antropológicos de la fauna que acudimos a los tenderetes.
Ejemplar histórico
El recuerdo al kiosco viene a cuento de que hablen con su suministrador habitual para que la semana que viene reserve el ejemplar mensual de “La Aventura de la Historia”. La publicación, que cumple sus 100 primeros números, tira la casa por la ventana y prepara un especial por todo lo alto: será un ejemplar de colección. Primero, porque trata de un volumen doble, con doscientas cincuenta páginas. Segundo, porque su contenido será especial: aparte del habitual número, con similar disposición, contenido y características, el de febrero dedicará más de un centenar de páginas a lo ocurrido en España, en el mundo y en la propia revista durante esos cien meses que lleva en la calle. Su consejo asesor, formado por prestigiosos especialistas, también ha elegido los cien protagonistas de la Historia de España y del mundo, que contarán con su particular biografía. Como gran sorpresa de esa conmemoración será un DVD que a mí me relame: de balde proporcionarán en soporte informático los índices de los cien primeros números, de manera que la consulta sobre lo que en papel se ha publicado será fácil y rápida. Ah, la traca final es que en ese mismo deuvedé se incluirá los cien dossieres aparecidos en “La Aventura de la Historia”, más de 2.500 páginas ilustradas, tal y como en su día aparecieron en los kioscos. Lectura y consulta para mucho rato, que falta hace.
26 enero 2007
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